- EN 2015 PREVÉN UN VUELCO DE TENDENCIA CON UN CRECIMIENTO ESTIMADO DEL 6%
- PARA LA MITAD DE ELLAS, LOS RECORTES PRESUPUESTARIOS ESTÁN DETRÁS DE ESTE ESTANCAMIENTO
19 de junio de 2013.- En un contexto marcado por la incertidumbre y la contención, las empresas prefieren ser prudentes y aplazar las inversiones hasta no ver indicadores económicos más favorables. De ahí que casi siete de cada diez compañías españolas (69%) decidiera no aumentar su flota en 2012, según revela la última edición del Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de renting de BNP Paribas.
De esta forma, el estudio -realizado entre más de 4.800 gestores de flotas de pymes y grandes empresas para determinar las tendencias actuales y futuras del vehículo de empresa- muestra cómo esta cautela presupuestaria en una partida con gran peso sobre las cuentas de resultados permitirá disminuir en 2013 la presión sobre los costes, hasta situarla en el 9%.
La decisión de congelar la flota, que partió directamente de la alta dirección en casi el 80% de los casos, respondió principalmente a los reajustes financieros que las empresas vienen acometiendo en estos últimos años para responder a la fuerte caída de la demanda interna.
De esta forma, para la mitad de las empresas, el estancamiento de la flota es atribuible al recorte de presupuestos, mientras que para más de la cuarta parte (26%) el motivo está en las restricciones al crédito. Los ajustes salariales también llevaron al 7% de las compañías españolas a prescindir del coche como incentivo al empleado durante el pasado año.
En este contexto, las compañías no pronostican un incremento de la talla de la flota (+6%) hasta aproximadamente 2015, supeditándolo a factores como el alza del precio del carburante, que se lleva actualmente el 30% de los gastos totales. Tanta importancia tiene esta partida que cuatro de cada diez empresas llegaría a prescindir de parte de sus coches si continúa la escalada de precios.
Más apoyo público
Lo cierto es que, con independencia de las razones del retroceso de la inversión, las matriculaciones en el canal de empresa cayeron un 19% en 2012; porcentaje que no sorprende a las compañías, para quienes el vehículo corporativo es el «el eterno olvidado» de las políticas orientadas al automóvil.
Para las empresas, bastaría con incentivar la compra de un mínimo de modelos de bajo consumo (30%), para impulsar el parque corporativo, contribuyendo además a cumplir uno de los objetivos que tanto preocupa a la Dirección General de Tráfico, que es conseguir un parque más moderno y seguro.
Según el director del Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO), Alejandro Madrigal, «la DGT se ha marcado el objetivo de que la mitad del parque tenga siete años o menos en 2016, una difícil tarea si no se cuenta con el coche de empresa. La duración media de los contratos en el caso del renting es de cuatro años, una edad perfecta para el cambio, y el nivel de emisiones medio de la flota se sitúa en poco más de 125 gramos de CO2 por kilómetro. El vehículo de empresa debe ser parte activa de estas políticas.»
La puesta en marcha de un plan de ayudas a empresas para la compra de nuevos o usados de hasta cinco años (24%) o el aumento de los beneficios fiscales (15%) para los usuarios de estos vehículos también se encuentran entre las medidas que las empresas plantean al Gobierno para impulsar al crecimiento de la flota.
La telemática para mejorar la conducción
Dentro de las políticas activas para la optimización de costes, la implantación de soluciones telemáticas gana peso este año hasta el punto de aumentar en 12 puntos porcentuales. Así, el 19% de las empresas reconoce tener ya implantada esta tecnología, conscientes de que más de la mitad de los gastos de los coches dependen del tipo de conducción.
De hecho, el 61% de las compañías reconoce haber introducido ya en su car policy medidas orientadas a corregir los malos hábitos al volante de sus empleados en un intento por rebajar el consumo de carburante y la siniestralidad, aunque lo cierto es que sólo un 13% incentiva a los buenos conductores.
La conducción compartida crece cinco puntos
La adecuación de la flota a las necesidades reales de uso es otra de las medidas cada vez más extendidas para controlar el gasto; una iniciativa que tiene su máximo exponente en los vehículos compartidos y que ya está presente en el 16% de las compañías, frente al 11% del año pasado.
En este sentido, la diferencia con respecto a Europa es notable, donde más convencidas del equilibrio de sus cuentas, optan claramente por el uso individual del vehículo de empresa. De esta forma, sólo el 6% de sus compañías tiene en marcha políticas de conducción compartida.
En el extremo opuesto encontramos el vehículo eléctrico que, a pesar de ser la opción de movilidad más eficiente para los desplazamientos urbanos, sigue encontrando obstáculos dentro de las flotas corporativas. A la limitada autonomía, que sigue siendo el principal caballo de batalla para las empresas (61%), se une este año la excesiva duración del tiempo de recarga; una barrera que preocupa más en España (46%) que en Europa (37%), donde le dan más importancia a la escasez de postes públicos para alimentar la batería.
Finalmente, el CVO evidencia cómo a la hora de configurar la flota, las grandes empresas (60%) siguen siendo fieles a las ventajas de ahorro que proporciona acceder a un servicio «todo incluido» como es el renting; mientras que las pymes (15%), todavía ancladas en la cultura de compra, no acaban de convencerse de que es más barato invertir en un activo que pagar una cuota única y deducible al mes por una oferta completa de servicios.
El Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) es una plataforma fundada en el año 2002 y lanzada en España en 2008 con el objetivo de servir de foro experto e internacional para el intercambio de información entre todos los profesionales de la gestión de flotas de vehículos (responsables de flotas, fabricantes, proveedores del sector…). Actualmente, este barómetro está presente en dieciséis países, estudiando las prácticas actuales y las tendencias de futuro del sector, centrándose en todos los aspectos de movilidad de las empresas. En esta última edición se analizan aspectos tales como las razones que impiden el crecimiento de la flota, las medidas más utilizadas para optimizar el gasto y llevar a cabo una gestión más eficiente o las nuevas barreras con las que se encuentra el vehículo eléctrico.
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Texto: ION Comunicación
Fotografías: © Gerard Uferas y Barómetro del Vehículo de Empresa