FALLECE FEDERICO ASENSIO, PERIODISTA DEL MOTOR QUE DESARROLLÓ SU CARRERA PROFESIONAL EN MEDIOS COMO MOTOCICLISMO, AUTO 1, ABC, MOTORPRESS IBÉRICA Y, BOOSTERS GROUP
03.01.2023.- Siempre dispuesto para lo que hiciera falta. Jamás un mal gesto, ni en los peores momentos, y os aseguro que tuvimos varios. Pero Fede siempre miraba la vida de cara. Cuando empecé a conocerle de verdad acababa de superar un terrible accidente haciendo lo que más le gustaba: montar en moto. Ni siquiera las secuelas físicas le impidieron seguir disfrutando de su segunda pasión, el esquí. El empeño que ponía en todo lo que hacía consiguió que el que esto escribe se anclara por primera vez a unas tablas y, de su mano, con el vértigo que da mirar hacia abajo cuando no tienes el control, descubriera que es mucho mejor afrontar las curvas de la vida derrapando.
Coincidimos durante muchos años y compartimos muchos kilómetros en presentaciones, porque Fede era de esos tipos al que todos buscábamos como compañero de viaje. Y el destino hizo que durante años trabajásemos juntos codo con codo y compartiendo la responsabilidad de sacar cada semana una revista a los kioscos. Fueron unos años maravillosos. Os puedo asegurar que jamás he conocido a alguien que hiciera tan fácil lo más difícil, algo que no se aprende en ninguna escuela: gestionar personas. Fede tenía esa habilidad ¿Su secreto? Puede que su bondad, su carácter siempre afable, su gran sentido del humor… Pero, sobre todo, y sin darse cuenta, Fede hacía también suyos los problemas de los demás y no paraba hasta que te ayudaba a descubrir la salida.
Pocos días antes de dejarnos, de forma tan repentina como injusta, compartimos mesa en una comida navideña, antes de decirnos adiós dejando un terrible vacío en su familia y entre la profesión. Yo tengo muy claro lo que a Fede le gustaría: que nos ajustemos los anclajes de las botas y enceremos bien los esquíes cada día, para seguir deslizándonos por esas curvas que nos trae la vida, como siempre nos repetía “esto solo fluye si miras siempre hacia adelante, no a la punta de tus botas”. Siempre te recordaré, amigo (Antonio Roncero).
“Escribir sobre Federico Asensio (Fede) es a la vez muy fácil y muy difícil, en primer lugar porque las palabras fluyen con toda facilidad y en segundo, por las circunstancias en que tiene lugar. Fede para mí fue ante todo un gran amigo durante más de treinta años, con vidas en cierto modo paralelas, y con el que como complemento pude disfrutar como colega de profesión y compañero de trabajo. Los dos llegamos exactamente al mismo tiempo a la redacción de MOTOCICLISMO, ambos provenientes de otros medios, y a lo largo de más de veinte años compartimos casi mesa con mesa la maravillosa experiencia de crear revistas de la nada. Como Redactor Jefe tenía el trabajo probablemente más estresante de todos nosotros. Montar la revista, planificar su elaboración, controlar las entregas de esa ingente masa de redactores y colaboradores que publicaba semanalmente hasta las carreras que habían tenido lugar en los lugares más recónditos y en el último momento. Incluso lograba que nuestra falta de dotes para la escritura pasaran por alto.
Ser nuestro jefe inflexible y al tiempo mantener en el caos de la redacción ese increíble ambiente de camaradería, sólo estaba al alcance de su paciencia. Fede sufrió muy pronto un accidente de moto que le restó movilidad en una pierna, y que le dificultaba moverse en las motos más deportivas, pero además de su pasión por la moto tenía otra, la de los coches, y acabamos perdiéndolo ante nuestros colegas de las cuatro ruedas. Pasamos de estar mesa con mesa a redacción con redacción, sin perder una gota de nuestra relación. Sin embargo, si por algo además de su faceta profesional vamos a recordar a Federico Asensio será por su carácter, por esa gran humanidad y ese humor infinito que nos servirán siempre de guía. ¡Cómo te vamos a echar de menos!” (Pepe Burgaleta).
“Es imposible encontrar las palabras y casi parece imposible que sea así, pero Fede, nuestro Fede, se ha marchado y no volverá. El dichoso cáncer se lo ha llevado, sin avisar, sin tiempo para asimilarlo, sin despedidas. Ojalá todo lo malo de este 2023 haya pasado ya. Hace solo unos días compartimos mesa y mantel en la última presentación en la que coincidimos, y aún unos días después no quiso fallar a la comida de Boosters. No le di importancia, pensé que sería algo pasajero y que pronto nos tomaríamos las cervezas y las copas que ese día dejamos de tomarnos, pero no estaba bien.
Tuve la suerte de coincidir toda la vida con Fede, a veces pasaban días, o semanas, quizás meses, pero nunca años. No trabajamos en el mismo equipo hasta hace poco tiempo, pero sí en la misma editorial, muchos años. Le vi esquiar y supe que por más que me esforzara no llegaría nunca a su nivel. Seguro que ahí arriba sigue esquiando y haciendo piruetas. Lo que sí tuve fue la habilidad de traerle a mi equipo desde hace un tiempo. Sabía cómo era Fede con el trabajo; serio, comprometido, muy listo y con una facilidad para las relaciones personales dignas del mejor profesional.
Fede se ha marchado sin avisar dejando a su Sylvia y a sus dos hijos completamente rotos. No puede haber consuelo para ellos de momento. Solo el tiempo y todo el cariño y apoyo de todos los familiares y de todos sus amigos conseguirán que el dolor atenúe, y ellos saben que somos legión. Fue emocionante ver la reacción de todo su entorno el día 1 de enero, nadie quiso dejar de dar su cariño y apoyo a Silvia y los niños. Nadie podía creerlo. Fede se ha ido, pero siempre estará con nosotros” (Ramiro Mansanet).
“No es muy común acordarse exactamente del día en que conociste a un amigo, pero a Fede me lo presentaron el 2 de noviembre de 1988. Miércoles. Era la primera vez que yo pisaba la redacción de la revista Auto 1 y él era uno de sus redactores. Un par de semanas después se acercó a mi mesa y me dijo que había leído mis artículos y que escribía bien y rápido, y aquello me hizo mucha ilusión porque eran mis inicios y en esa situación nunca sabes si podrás estar a la altura. Pero además de buenos compañeros, enseguida nos hicimos amigos. Muy amigos. Durante varios años planificamos juntos viajes largos o escapadas de fin de semana: Nueva York, Cuba, Navarra, Cantabria, Segovia… Daba igual el lugar, porque siempre lo pasábamos bien, ya que compartíamos aficiones como los viajes, la fotografía, el arte, la naturaleza… Y la conducción. A los dos nos encantaba conducir; porque disfrutar de un buen coche en una carretera de curvas siempre redondeaba la jornada. Y así ha sido durante los 34 años que hemos sido amigos y compañeros de profesión, pues hasta en la última presentación que compartimos, el pasado 12 de diciembre, también compartimos coche. Otro de los muchos momentos en su siempre agradable compañía que recordaré siempre y que ya guardo como oro. Gran amigo, gran persona y gran profesional; pero se ha ido demasiado pronto. Descansa en paz, Fede” (Pedro Martín).
“Una puñetera enfermedad, de las que no avisan, se ha llevado a Fede al Cielo en un santiamén, sin que nos diéramos cuenta, el primer día del año. Fede se ha nos ha ido sin hacer ruido, sin querer molestar ni hacer sufrir a nadie, como era él, discreto, elegante y cariñoso. Pero nos ha dejado un vacío enorme a todos los que tuvimos la gran suerte de conocerle y compartir una parte de su vida, porque Fede era una persona especial, muy especial para todos. Bien lo saben Sylvia, Alex, Hugo, sus hermanas, padres y amigos.
Es muy difícil despedirse de un amigo, de un hermano, como era Fede. Una gran persona a la que conocí hace más de treinta años y de la que ya no me pude separar ni profesional ni familiarmente, pues siempre ha formado parte de mi vida en todos los aspectos. Fue uno de mis primeros jefes a principios de los años 90, cuando emprendimos una etapa laboral juntos en Axel Springer. La mala fortuna hizo que saliera de la empresa el mismo día de mi boda, pero yo no me enteré hasta pasado un mes, pues no me quiso decir nada para que no me afectara la situación. Afortunadamente, pudimos trabajar de nuevo juntos desde entonces en otros medios como ABC, Motorpress Ibérica y, hasta ahora, en Boosters Group.
Ayer me decía un amigo que tenemos que quedarnos con lo bueno de Fede. Pero es que todo en Fede era bueno, así que intentaré quedarme con todo, con su cariño, con su amistad, con sus consejos, con los viajes que hemos compartido, con las excursiones en bici, con las habituales cenas de amigos, con sus bromas, con sus permanentes chascarrillos y pareados… Siempre nos llamábamos mutuamente “Rainman”, “Cirilo”, “Serafín” o “Braulio”, nombres que siempre estarán en mi recuerdo con enorme cariño y gratitud.
Descansa en Paz, Fede. Hasta siempre!” (Rafa Guitart).
Fuente: Boosters Group
Fotografía: Boosters Group