- NUEVO CENTRO DE SUMINISTRO DE AGUA DE SERVICIO EN INGOLSTADT
- TRATAMIENTO DEL AGUA RESIDUAL EN TRES ETAPAS UTILIZANDO UN BIORREACTOR DE MEMBRANA
- RÜDIGER RECKNAGEL, DIRECTOR DE PROTECCIÓN AMBIENTAL: “REDUCIMOS A UNA TERCERA PARTE LAS NECESIDADES DE AGUA EN E INGOLSTADT Y EVITAMOS EL 40% DE LAS AGUAS RESIDUALES”
Madrid, 3 de junio de 2019.– Audi alcanza otro hito en su camino hacia la fabricación de automóviles sin producir aguas residuales. La compañía ha puesto en funcionamiento un nuevo centro de suministro de agua de servicio en la factoría de Ingolstadt. Junto con la planta de tratamiento existente, aproximadamente la mitad de las aguas residuales generadas en la factoría pueden ser recicladas y tratadas para su reutilización, lo que permitirá ahorrar hasta 500.000 metros cúbicos de agua al año. El corazón del centro de suministro de agua es el llamado biorreactor de membrana (MBR, por sus siglas en inglés).
El agua es necesaria en todo el proceso de fabricación de un automóvil. Por ejemplo, en el taller de pintura. Con el nuevo centro de suministro de agua de servicio, Audi abre nuevos caminos en la planta de Ingolstadt y hace un uso aún más eficiente del agua como recurso. “Gracias a este innovador sistema de tratamiento de aguas residuales, estamos reduciendo en un tercio las necesidades de agua necesaria para la producción en la planta de Ingolstadt”, explica Rüdiger Recknagel, Director de Protección Ambiental de AUDI AG. “Al mismo tiempo, evitamos aproximadamente el 40% de las aguas residuales”. Esto subraya el compromiso del fabricante premium con el uso sostenible del agua. En su planta mexicana en San José Chiapa, Audi ya fabrica automóviles sin producción de aguas residuales desde 2018, como certifican expertos independientes. Con el nuevo centro de suministro de agua, la planta en Ingolstadt también ha alcanzado un hito en el camino hacia la descarga cero de líquidos (ZLD, por sus siglas en inglés).
Antes de que las aguas residuales vuelvan a introducirse como agua de servicio en los procesos de producción en la factoría de Ingolstadt, se tratan en tres etapas. Primero se someten a un proceso físico-químico, lo que neutraliza los componentes alcalinos y ácidos y elimina los metales pesados, por ejemplo, procedentes del taller de pintura. Luego se utiliza el biorreactor de membrana (MBR), el elemento central del tratamiento del agua, donde el agua utilizada para la producción se mezcla con aguas residuales sanitarias y se libera de componentes orgánicos. Posteriormente, el MBR elimina las bacterias y los virus de las aguas residuales utilizando membranas de poro fino. De este modo, Audi lleva el tratamiento del agua un paso más allá con respecto a las plantas de tratamiento de aguas residuales convencionales, en las que no se utiliza este proceso. Finalmente, la ósmosis inversa elimina las sales residuales y tras este proceso, el agua tratada vuelve al proceso de producción como agua de servicio.
Con el nuevo centro de suministro, Audi ahorrará hasta 500.000 metros cúbicos de agua cada año. Junto con la planta de tratamiento existente, el fabricante premium reciclará en el futuro aproximadamente la mitad de las aguas residuales producidas en Ingolstadt. Audi también utiliza cada vez más en su planta de Ingolstadt el agua de lluvia, recogida de los más de 450.000 metros cuadrados de techo y de la zona dedicada al aparcamiento. El agua de lluvia se almacena en cisternas subterráneas. Según las condiciones climáticas, se pueden recoger hasta 260.000 metros cúbicos de agua de lluvia por año.
Audi se ha fijado el objetivo de reducir los factores ambientales de energía, las emisiones de CO2, el agua dulce, los residuos y los compuestos orgánicos volátiles en un 35% por cada automóvil fabricado en 2025, tomando 2010 como año de referencia. El objetivo de la compañía a largo plazo es la producción de automóviles neutra en emisiones de CO2 y libre de aguas residuales.
Fuente: Audi
Fotografía: Audi