- LA SERIE 7 DE BMW HA REPRESENTADO DURANTE 40 LA MÁXIMA EXPRESIÓN DEL LUJO DEPORTIVO
- DURANTE ESTA SEIS GENERACIONES, LA MARCA BÁVARA HA UTILIZADO ALGUNOS DE LOS MEJORES MOTORES DEL MUNDO, EN FORMATOS SEIS CILINDROS EN LÍNEA, V8 Y V12, TANTO EN VERSIONES ATMOSFÉRICAS COMO TURBOALIMENTADAS
- LA SERIE 7 HA SIDO TESTIGO DE LA IRRUPCIÓN DE LA TECNOLOGÍA DIÉSEL EN LA CATEGORÍA SUPERIOR
11 de agosto de 2015.- Tras casi 40 años, el nuevo BMW Serie 7 es una interpretación moderna y orientada hacia el futuro de lo que significa disfrutar de la conducción a los mandos de un automóvil perteneciente al segmento más exclusivo. Las nuevas soluciones tecnológicas contribuyen a optimizar el dinamismo, la eficiencia, la seguridad, el confort de los sistemas de mando y la comodidad de todos los que realizan viajes largos a bordo del nuevo BMW Serie 7. El cambio generacional se combina, una vez más, con la introducción de numerosas innovaciones, quedando patente la gran capacidad de desarrollo que tiene BMW.
Primera generación: El sucesor de la ‘Gran Clase’
En el año 1977 debutó una generación de automóviles en el segmento Premium que, con sus sistemas electrónicos, sus nuevos motores y bastidores, aportaron un toque de deportividad en un segmento más bien conservador. Se trató de los modelos de la Serie 7 de BMW. La primera generación (e23) fue la confirmación del nuevo diseño que BMW había iniciado con el Coupé de la Serie 6, combinando un exterior muy representativo con una gran cantidad de innovaciones técnicas.
Aquel BMW Serie 7 fue el primer coche del mundo con un cuentarrevoluciones electrónico. Al mismo tiempo, ese modelo adoptó el dinamismo de su antecesor, que con sus potentes motores, ya se había transformado en la alternativa deportiva del segmento Premium. Al principio, los clientes pudieron escoger entre tres propulsores: uno de 2.800 cc y 170 CV, otro de 3.000 cc y 184 CV y otro más de 3.200 cc y 197 CV. En un primer término, la inyección de gasolina estuvo únicamente reservada para el 733i, el modelo con el motor más potente, pero este moderno sistema de preparación de la mezcla fue incorporado en los demás modelos de la Serie 7 tan sólo dos años después. En 1970, el 732i, sucesor del 733i, fue el primer coche fabricado en serie que tuvo un sistema de motor controlado por electrónica digital.
El buque insignia de la primera Serie 7 fue, sin duda alguna, el 745i que fue lanzado al mercado en 1980 y que estuvo dotado de un motor de seis cilindros turbo con 252 CV. Hasta entonces, la segunda y tercera cifra del número distintivo de los modelos BMW se refería a la cilindrada del motor. Este coche contaba con un motor turbo de seis cilindros y 252 CV combinado de serie con una caja de cambios automática de 3 velocidades. La denominación de este modelo procede de la fórmula que se aplicaba para conocer la categoría en la que podían ser inscritos los modelos de carreras con turbo de la época: la cilindrada del motor multiplicada por 1.4. Para el BMW Serie 7, que tenía una cilindrada de 3210 cc, el resultado de aplicar la fórmula era 4.494. Este motor sobrealimentado de seis cilindros y 3.2 litros ofrecía unas prestaciones difíciles de superar dentro de su categoría.
1978: el BMW Serie 7, pionero del ABS
El BMW Serie 7 fue uno de los primeros automóviles del mundo equipado con el sistema antibloqueo de los frenos ABS en 1978. Los modelos de la Serie 7 de 1980 contaron con ordenador de a bordo, en 1982 fueron los primeros coches alemanes dotados de electrónica del motor con sensor autodetonación y en 1983 fueron los primeros en contar con un control de caja de cambios automática conectada al sistema electrónico del motor.
Hasta 1986 habían sido fabricados casi 280.000 ejemplares del primer BMW Serie 7 que rondaron por las carreteras de todo el mundo.
Segunda generación: La tecnología del segundo BMW Serie 7 (e32) se transforma en el listón de referencia
La segunda generación del BMW Serie 7 tuvo una acogida casi eufórica cuando fue presentado en 1986. Este modelo irradiaba nobleza sin ostentación y elegancia deportiva. Estas características entusiasmaron a los expertos, así como también sus prestaciones, su comportamiento de marcha y su equipamiento de alto nivel tecnológico. La nueva Serie 7 de BMW fue expresión de las virtudes clásicas de la marca: tecnología, potencia y dinamismo. Esta nueva generación contó con motores, cajas de cambio y bastidores mejorados. La electrónica se encargó de controlar el motor y los sistemas de seguridad.
La primera generación de esta berlina de representación equipaba en todos sus variantes, motores de seis cilindros. Sin embargo, en 1987 salía al mercado el BMW 750i, la primera berlina alemana desde los años 30 equipada con un motor de 12 cilindros. Este motor de aleación ligera de 5.000 cc, con 300 CV y un par motor de 450 Nm, disponía de sistemas de inyección, encendido y catalizadores por separado para cada bloque de cilindros. A pesar de su extraordinaria potencia, este propulsor de 12 cilindros solo necesitaba gasolina normal.
En 1992 se cerró la brecha entre el modelo dotado del motor de 6 cilindros y aquel con el propulsor V12. La gama de representación de BMW se completó con los modelos 730i y 740i, ambos dotados con motores de 8 cilindros; el primero de 3.000 cc y 218 CV y el segundo de 4.000 cc y 286 CV. Los dos motores V8 se distinguieron por la suavidad de su marcha, su modesto consumo, sus excelentes prestaciones y su reducido peso. En otoño de ese mismo año se estrenó el sistema de control por regulación adaptada de la caja de cambios AGS en el 750i/iL. Fue la primera vez que la selección de marchas se adaptó al estilo de conducción, considerando las condiciones del tráfico y las circunstancias de conducción. Además, también fue la primera vez que BMW ofreció una versión larga (modelo L con once centímetros más). Durante los ocho años de su fabricación, 310.000 clientes se decidieron a favor del BMW Serie 7 de segunda generación.
Tercera generación: el tercer BMW Serie 7 (e38) se transforma en el listón de referencia en términos de confort al conducir
La tercera generación del BMW Serie 7, lanzada al mercado en el año 1994, estableció una nueva definición de automóvil ágil y fácil manejabilidad en el segmento Premium. Su diseño de gran elegancia y sus nuevas soluciones tecnológicas, aunque casi sin modificar las dimensiones de su antecesor, ofrecieron un nivel aún mayor de seguridad activa y pasiva. Además, los modelos 730i, 740i y 750i (todos ofrecidos también en versión larga) establecieron un nuevo hito en el confort.
Después de su exitosa trayectoria de siete años, el tantas veces elogiado motor V12 de BMW fue sometido a una amplia remodelación para ser incorporado en la nueva Serie 7. Su cilindrada aumentó a 5.4000 cc y su potencia se incrementó a 326 CV. Su consumo homologado (según DIN) se redujo en un 11 por ciento y el consumo en ciclo urbano fue un 19 por ciento menor.
Los nuevos modelos de la Serie 7 de BMW, disponían, además del ABS, de dos sistemas de seguridad adicionales: el control automático de la estabilidad (ASC), opcional en los modelos de 8 cilindros, y el control dinámico de la estabilidad y tracción (DSC 2), de serie y únicamente en los modelos de 12 cilindros. El sistema DSC 2 reunía por primera vez en una sola unidad los sistemas ABS/ASC/DSC y la hidráulica de los sistemas ABS/ASC, con lo que fue posible reducir el peso y ahorrar espacio.
Pero también el equipamiento de los nuevos modelos incluyó una gran cantidad de innovaciones. Entre ellas, la guinda fue el primer sistema de navegación europeo, cuya pantalla podía ser utilizada al mismo tiempo como centro de mandos para activar otras funciones. Además, estos modelos estuvieron equipados con asientos de confort con regulación eléctrica y el 750i fue equipado de serie con piel Montana. Este modelo se distinguió por disponer adicionalmente de la posibilidad de inclinar hacia adelante el segmento superior de los respaldos en 35 grados, con lo que los hombros del conductor quedaban mejor apoyados. El asiento del lado derecho, combinado con la tapicería suave del apoyacabezas de confort, permitía viajar de modo más cómodo y relajado al acompañante.
La gama de la tercera generación del BMW Serie 7 fue completada en otoño de 1995 con un nuevo modelo equipado con motor de 6 cilindros. El BMW 728i disponía de un propulsor de aleación ligera con doble VANOS. Un año después, también los modelos de la Serie 7 equipados con motores de 8 cilindros evolucionaron: el 735i y el 740i sustituyeron a los anteriores 730i y 740i respectivamente, dotados de motores de mayor cilindrada y par motor, aunque de menor consumo gracias al uso de tecnologías más modernas. BMW fue el primer fabricante de automóviles del mundo en disponer de un propulsor V8 con sistema de refrigeración en función de mapas característicos, es decir, un sistema variable capaz de adaptarse a las circunstancias en todo momento. Desde aquel año, todos los BMW de la Serie 7 contaron con el sistema Steptronic en combinación con la caja de cambios automática de cinco marchas. Este sistema permitía conducir en modalidad plenamente automática o alternativamente, cambiando las marchas ‘a mano’.
1996: Empieza la era diésel en la Serie 7
En ese año, la primera plana la acaparó un nuevo modelo especialmente económico, capaz de reflejar de modo muy singular las virtudes típicas de la marca. 19 años después de la presentación de la primera generación de la Serie 7 y 13 años después del primer turbodiésel de BMW, se lanzó al mercado el primer BMW Serie 7 equipado con un propulsor diésel. Se trató de un motor de 6 cilindros, montado en el 725tds, de 143 CV y capaz de alcanzar una velocidad punta de 206km/h, con un consumo de 7,5l/100km. No hubo motor alguno comparable a aquel 725tds, capaz de ofrecer tanta potencia con tan poca cilindrada; ninguno funcionaba con tanta suavidad y consumía tan poco; ninguno emitía tan pocos gases contaminantes y era tan silencioso. BMW fue el primer fabricante en ofrecer un automóvil con motor diésel equipado con sistema de control automático de la estabilidad y caja de cambios controlada electrónicamente, lo que fue posible gracias a la comunicación mediante CAN-Bus entre la regulación digitalizada para motores diésel (DDE) del 725tds y el sistema ASC + T y la caja de cambios automática con control electrónico.
Medio año después del estreno del estreno del primer motor diésel DI de BMW en el 320d, fue lanzado al mercado el 730d, dotado de un nuevo motor de 3.000 cc de 6 cilindros en línea con inyección directa Common-Rail, la tecnología más progresista de la época. El turbo de geometría variable, la tecnología de cuatro válvulas por cilindro, la potencia de 184 CV y el par de 410 Nm no fueron las únicas razones que hicieron de este propulsor el mejor de su categoría. Este galardón también fue el resultado del bajo consumo de sólo 8,7l/100km, y de la velocidad punta de 220km/h; una combinación única en el mercado.
El punto culminante de la evolución de los motores diésel fue el motor del 740d con 245 CV, presentado en 1999. El consumo era de 9,8l/100km en ciclo homologado y la velocidad punta del 740d era de 242km/h. Tanto este motor V8 como el 750i/iL de 12 cilindros en gasolina, fueron los dos modelos buque insignia de una serie que cosechó un rotundo éxito de ventas a la que además se sumó una flota de 15 unidades equipadas con motor de hidrógeno. El 750hL fue utilizado por primera vez durante la exposición mundial EXPO 2000 de Hannover. Unos 330.000 clientes se decidieron por adquirir esta generación.
Cuarta generación: El ‘boom’ tecnológico llega al BMW Serie 7 (e65/e66)
2001. Fue en esta nueva generación cuando el BMW Serie 7 introducía numerosos elementos tecnológicos que se siguen usando a día de hoy (aunque más avanzados, lógicamente). No se consideraba una generación renovada, sino completamente nueva. Su exterior se inspiraba en la deportividad, el dinamismo y la presencia como premisas fundamentales. Por primera vez su interior tenía el conocido mando giratorio BMW iDrive para controlar las funciones. Había un total de 270 funciones en esta primera generación e incluso el control por voz ya era una realidad.
Pero más allá de una estética novedosa y un interior con nuevas tecnologías, se estrenaba un motor de 8 cilindros de avanzada tecnología con la primera caja de cambios automática del mundo de seis velocidades. El propulsor incorporaba tecnología BI-VANOS y Valvetronic. Era hasta un 14% más ahorrador en combustible y su potencia máxima aumentaba también aproximadamente un 14%. El BMW 735i desarrollaba 272 CV y un par máximo de 360 Nm. El BMW 745i tenía 333 CV y 450 Nm de par. Con ellos se cumplía la normativa EU4.
Otra novedad tecnológica fue el sistema Dynamic Drive. En recta se encargaba de compensar las irregularidades de la calzada y en curvas compensa o reduce la inclinación del coche. De esta forma tanto la agilidad como la estabilidad son máximas en cualquier situación. Opcionalmente se ofrecía un control electrónico de la amortiguación (EDC-K) y la suspensión neumática con regulación de nivel en el eje trasero. Otras novedades tecnológicas se refieren a la llave electrónica (solo se utilizaba la mecánica en caso de emergencia), al acceso confort opcional y sistema Soft Close (absorbe la puerta si queda mal cerrada). Todo ello formaba parte del catálogo de opcionales del BMW Serie 7, que una vez más demostraba ser un líder indiscutible entre las berlinas de representación del segmento Premium.
Quinta generación (f01-f02): Nuevo paso adelante en la evolución tecnológica, BMW EfficientDynamics y asistencia a la conducción
La quinta generación del BMW Serie 7 fue una interpretación completamente nueva de buen estilo, lujo y excepcionales vivencias al volante. El nuevo modelo se lanzó al mercado en tres variantes: BMW 750i, BMW 740i y BMW 730d. Con batalla larga, en el BMW 750Li y BMW 740Li. La distancia entre ejes era 140 milímetros mayor para obtener un nivel de confort superior en la parte posterior del habitáculo. BMW EfficientDynamics era parte de la naturaleza de este coche sin que los propulsores se vieran afectados en cuanto a potencia o rendimiento. Los consumos cada vez estaban más ajustados, y las prestaciones eran de primer nivel. Por ello, los materiales ligeros han jugado un papel tan importante en los últimos años.
Destaca en esta generación los grandes riñones, demostrando el aplomo de la berlina por excelencia de BMW, con las varillas proyectadas hacia el paragolpes inferior y las líneas horizontales en la zaga que acentuaban la potencia y la anchura del automóvil. Los acabados interiores, por supuesto eran de primera calidad con formas ligeramente arqueadas.
El diseño del habitáculo de este BMW Serie 7 es lujoso y especialmente moderno. El innovador concepto del interior se distingue por la clara estructuración de las funciones necesarias para la conducción y aquellas necesarias para el control de los sistemas de confort. El atractivo y exclusivo ambiente tiene acabados de suprema calidad. Las formas ligeramente arqueadas, los exquisitos materiales y la mayor amplitud determinan las cualidades de armonía, espacio y lujo del interior de la berlina.
El panel de instrumentos está ergonómicamente orientado hacia el conductor e incluía un display con novedosa tecnología Black Panel. Junto a la palanca de funcionamiento electrónico de la caja automática que se ofrecía de serie en esta generación, se encuentra la unidad de mando del control de conducción dinámica y el botón de mando del sistema BMW iDrive, modernizado y con funciones orientadas a perder poco tiempo navegando entre menús. Para visualizar la información del vehículo, le acompaña una pantalla de 10,2 pulgadas con representación gráfica de alta resolución.
Pero si en la cuarta generación vimos la estructura base de la tecnología moderna, en esta quinta generación nacía BMW ConnectedDrive que conecta al usuario con el coche y el mundo que le rodea. A pesar de estar ya en el fin de ciclo de vida de producto, el BMW Serie 7 de quinta generación ha sabido adptarse a los tiempos más modernos y ha ido incorporando la tecnología de vanguardia que representa a las berlinas más prestigiosas del segmento Premium. Asistencia a la conducción gracias al control de crucero adaptativo con función Stop&Go, aviso de salida de trayecto, Speed Limit Info, advertencia de cambio de carril, pantalla virtual Head-up-Display, asistente de luz de carretera, BMW Night Vision (por primera vez, con detección de personas), Side View y cámara para conducir marcha atrás, son solo algunos de los elementos que opcionalmente puede equipar el BMW Serie 7 más moderno hasta la llegada de la sexta y nueva generación.
Entre la gama de propulsores destacan las ofertas diésel de entre 258 CV y 381 CV y gasolina de entre 320 CV y 544 CV que se ofrece con el único motor V12 que actualmente se comercializa en BMW: El BMW 760i/Li. También está disponible la tracción integral inteligente BMW xDrive que por supuesto llegará a la sexta generación una vez que salga a la venta.
Los materiales ligeros han jugado un papel importante, y son una medida de BMW EfficientDynamics que han ayudado mucho a reducir los consumos de los propulsores, gracias en parte también a los modos de conducción de BMW Driving Experience Control, incluyendo modo ECO PRO, de serie.
Sexta generación: El nuevo BMW Serie 7 (g02), un salto hacia adelante en la era moderna del automóvil
Con el nuevo BMW Serie 7, BMW propone una nueva definición para las vivencias que se experimentan al volante de un automóvil de lujo, de carácter exclusivo y orientado hacia el futuro. Con tecnologías que marcan un listón de referencia en materia de uso de materiales ligeros, conjuntos de propulsión, chasis, utilización de funciones e inclusión de redes inteligentes, la nueva berlina de lujo pretende redefinir el placer de conducir y el nivel de confort. BMW aprovecha el cambio generacional de su modelo tope de gama para presentar una serie de innovaciones que no tienen parangón en el mercado.
Con polímeros reforzados con fibra de carbono (PRFC) en la estructura de la carrocería, los motores pertenecientes a una nueva generación de propulsores de BMW Group, el sistema híbrido enchufable del nuevo BMW 740e, el sistema de chasis activo Executive Drive Pro, el selector de reglaje personalizado Driving Experience Control con modo ADAPTIVE, así como las luces de láser de BMW, consiguen aumentar el dinamismo, la eficiencia, el confort y la seguridad de la conducción.
El máximo nivel de confort ocupando los asientos posteriores se explica por el equipamiento exclusivo Executive Lounge con función de masaje y programa Vitality. A ello se suman el techo panorámico de cristal Sky Lounge, la iluminación Welcome Light Carpet, la luz ambiental y, además, un soporte para teléfonos inteligentes con estación de recarga de corriente inductiva. La ampliación del sistema iDrive mediante una pantalla táctil Touch Command y función de mando por gestos de BMW, la nueva pantalla virtual Head-Up Display, el nuevo sistema de advertencia de tráfico lateral, el asistente de la dirección y de guiado en un carril, la función activa de protección contra impactos laterales, el sistema de visión panorámica Surround View con imágenes en 3D, así como la función de aparcar de forma remota con la nueva llave BMW Display Key, aportan varias guindas tecnológicas en materia de utilización de funciones y de asistencia al conductor.
Texto y fotografías: BMW