- EN EL CENTENARIO DE CITROËN QUE SE CELEBRÓ AYER EN EL CIRCUITO DEL JARAMA PUDIMOS CONTEMPLAR UNA BONITA EXPOSICIÓN DE VEHÍCULOS HISTÓRICOS FABRICADOS POR CITROËN
- ENTRE ELLOS HABÍA UNA UNIDAD CON UN INTERESANTE HISTORIAL: UN CX PRESTIGE FABRICADO EN VIGO PARA EL JOVEN REY JUAN CARLOS EN 1977
Valencia, 7 de julio de 2019.- No es ningún secreto para nuestros lectores que el Rey Emérito Juan Carlos I ha sido un gran aficionado al mundo del motor, habiendo pasado por sus manos, o por lo garajes de la Casa Real, una larga lista de coches, normalmente exclusivos y de marcas de alto prestigio, como Ferrari, Mercedes-Benz, Porche, Audi, por no hablar de los conocidos Rolls Royce empleados para fines protocolarios. La historia de estos vehículos ha sido documentada en diferentes libros y revistas. Por esta razón nos gusto ver en el homenaje a Citroën por su centenario, celebrado ayer en el Circuito del Jarama un CX Prestige que perteneció al Rey Juan Carlos.
Tal y como han explicado sus propietarios en conocidos foros, la historia de esta unidad es más que interesante: el CX era el modelo de gama alta con el que Citroën reemplazó al mítico DS. Sus futuristas formas y sus soluciones tecnológicas encandilaron al público fiel a la marca así como a destacados dignatarios, como el presidente Honecker de la RDA o el mismo presidente de la República Francesa Valery Giscard d´Estaing, quienes disfrutaron las versiones más lujosas de la gama, bautizadas como Prestige.
El todavía príncipe Juan Carlos de Borbón, proclamado como Rey en 1975, también sucumbió antes los encantos de este fantástico automóvil. Según cuenta la historia, el flechazo con este coche se produjo durante una visita que realizó a Francia; tan encantado quedó con el coche que recurrió a la diplomacia al más alto nivel para solicitar una unidad para su uso, ante lo cual le ofrecieron un ejemplar fabricado en Francia, porque en Vigo no se producía esta versión tan exclusiva. Según la propia Citroën, de las series normales del GS e fabricaron 17.199 unidades entre 1976 y 1980.
El joven Juan Carlos de Borbón manifestó su deseo que su unidad debería estar fabricada en la factoría que la marca tenía en Vigo, donde se fabricaba su hermano pequeño, el GS. Tras formalizar el pedido se adaptó la línea de producción y se asignaron los medios humanos necesarios para fabricar este vehículo tan especial, único en cuanto a sus especificaciones y acabado. Así, un trabajador fue el encargado de montar este vehículo prácticamente a mano. Con un número de serie único, E0086/00001, piel pasó su primera inspección técnica en Pontevedra el 26 de julio de 1977. En 1978 fue matriculado en Madrid.
El color de este CX Prestige es el Gris nacré, -código AC095-, conocido por los usuarios de los DS y GS al estar incluido en sus respectivas cartas de colores. Sin embargo, no se empleó en ningún CX, salvo en esta unidad. La explicación puede encontrarse en la necesidad de emplear para este exclusivo vehículo los recursos de los que disponían en Vigo. Su motor era de gasolina, de cuatro cilindros en línea de 2.347cc. A diferencia de los restantes CX la carrocería de los Prestige era 25 cm más larga, espacio que se ganaba en las plazas traseras, donde los dos pasajeros se instalaban en sendas butacas individuales. Unas bonitas placas en los montantes C y sobre el portón del maletero identificaban a esta especial unidad. Curiosamente, salió de fábrica sin el porta-banderas que posteriormente se instaló en la esquina derecha del parachoques delantero.
Los expertos en este modelo están de acuerdo en que se trata de un modelo conocido como “techo alto”, asociado con sus molduras en capo delantero y trasero y tapacubos lisos Sin embargo, encuentran diferencias con lo que debería ser el acabado interior, como el anagrama del volante -correspondiente a la versión “techo plano”, los mandos del aire acondicionado, el plafón de lectura instalado en la consola central movible, etc. Estos diferencias en los acabados podrían explicarse por haber sido ensamblado de manera artesanal fuera de su línea normal de producción, con los lógicos problemas para ajustarse a los estándares de calidad que sus hermanos de producción franceses.
La entrega del regalo se realizó en las pistas de esquí de Baqueira, y la protocolaria en el Palacio de la Zarzuela el 5 de febrero de 1978, donde el ya Rey, acompañado por el General Sabino Fernández Campos, Secretario General de la Casa de Su Majestad el Rey de España, recibió a los representantes de Citroën, encabezados por su Presidente, Sr. Garrigues, Director de Comercial Citroën SA -COCISA-, Sr. Catoira y el Director General de Citroën Hispania Sr. Pisano. Tras usarlo con regularidad, esta unidad fue adscrita al Parque Móvil Ministerial (PMM), tras lo cual fue subastada en 1985 con otro lote de vehículos puestos al servicio de la Casa Real.
Según cuentan sus propietarios, tras adquirirlo en 2008 se inició un laborioso proceso de restauración en Talleres Nani (Alba de Tormes), porque el vehículo había pasado dos décadas parado, acabando en manos de un coleccionista de Sevilla en malas condiciones. Tras la restauración se dejó tal y como lo vimos, a excepción del vinilado del techo, que no se ha conservado.
Ha sido, sin duda, una excelente ocasión para conocer un interesante vehículo que ha tenido su protagonismo en la reciente historia de España y de nuestro automovilismo, tanto por identidad de su primer propietario como por haber sido un modelo de producción única en España.
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotografías: Juan Inigo Ros y Asturpalas/Wikimedia Commons
