EL PÚBLICO PUEDE VER UNA SELECCIÓN DE MODELOS EMBLEMÁTICOS QUE HAN MARCADO LA HISTORIA DE LA MARCA: EL C6 TORPEDO, EL «TRACTION AVANT», EL 2 CV, EL MÉHARI, EL GS O EL CX
4 de febrero de 2015.- Citroën llega a Rétromobile 2015 con el confort y el bienestar como bandera, un valor clave en la identidad de la marca, muy presente en sus vehículos de todas las épocas. En esta edición de Rétromobile se puede ver cómo este ADN se ha manifestado en distintas épocas, ofreciendo, en cada momento, una respuesta moderna y ajustada a las expectativas de los clientes.
El público puede ver una selección de modelos emblemáticos que han marcado la historia de la marca: el C6 Torpedo, el «Traction Avant», el 2 CV, el Méhari, el GS o el CX. En el salón también están presentes el Baby Brousse, un modelo comercializado en África y muy poco visto en Europa. Por último, el C4 Cactus cierra la exposición, demostrando que, hoy también, Citroën innova para ofrecer vehículos con un estilo único, confortables, fáciles de usar y funcionales.
C6 Torpedo
André Citroën presentó los nuevos Citroën AC4 y AC6 en el Salón de París de 1928 con un objetivo: renovar su gama. Causó sensación al desvelar dos nuevos modelos que buscaban seducir a una nueva clientela y ofrecer a la clase media un vehículo fiable, confortable, elegante y útil para el día a día.
Más espacioso que el AC4 y posicionado en un segmento superior, el Citroën AC6 fue el primer vehículo de la marca equipado con un motor de 6 cilindros. Disponible en 11 carrocerías diferentes, su versión más emblemática es el descapotable Torpedo.
Traction Avant Citroën 7, 11 y 15
Fruto del trabajo del ingeniero André Lefebvre y del diseñador Flaminio Bertoni, el Traction Avant supuso un salto cualitativo en la historia tanto de Citroën como del automóvil.
En 1934, en un momento en el que todos los vehículos comercializados eran de propulsión trasera, Citroën apuesta por la tracción delantera, un innovador modo de transmisión, nunca visto en un vehículo de gran serie. Lleva la tracción a las ruedas delanteras, mejora el comportamiento en carretera y abre nuevas perspectivas en diseño. El estilo del Traction Avant, singular, equilibrado y aerodinámico, supuso una auténtica revolución en su época.
Más allá de la estética, aparecen numerosas tecnologías: la suspensión por barras de torsión, los frenos hidráulicos y la carrocería monocasco. También se logra un descenso del peso y del consumo. Agradable de conducir, económico y confortable, el Traction Avant representa una verdadera revolución en la época.
Se fabricaron 759.123 unidades de este modelo. La última salió de las líneas de producción de la fábrica de Javel (París) el 25 de julio de 1957, tras 23 años de producción.
2 CV, el pequeño gran coche
Con el objetivo de democratizar el automóvil, el proyecto del 2 CV, también llamado TPV (Toute Petite Voiture, Coche Muy Pequeño), nace en 1938 con la idea de crear un vehículo destinado a las clases sociales con pocos ingresos del mundo rural. Pierre Boulanger, entonces director de Citroën, redactó este pliego de condiciones: «cuatro plazas sentadas, 50 kg de equipaje, 2 CV fiscales, tracción delantera, 60 km/h de velocidad punta, caja de cambios de tres velocidades, mantenimiento sencillo, con una suspensión que permita atravesar un campo arado con una cesta de huevos sin que se rompa ninguno, y con un consumo de sólo 3 litros a los 100 kilómetros». Suspendido durante la guerra, el proyecto dará lugar al 2 CV en 1948.
Presentado en octubre en el salón de París, sorprendió por su aspecto insólito, su diseño práctico e ingenioso, su carácter ultra-económico y su polivalencia. Es el reflejo de una nueva forma de ver el transporte individual.
En un país en reconstrucción, que aspiraba a un mayor bienestar, su lanzamiento comercial llegó en el momento oportuno. Disponible, en un primer momento, exclusivamente en forma de berlina descapotable, desde 1950 se ofreció también en versión furgoneta. Se vendieron más de 5 millones de unidades hasta el cese de su producción en el año 1990. Comercializado en diferentes versiones como Charleston, en carrocería bitono, Cocorico o Sáhara en versión 4×4, ha marcado la memoria de varias generaciones con su silueta redondeada. Más que un símbolo, el 2 CV es una forma de vida.
El Méhari
En mayo de 1968, el Citroën más inclasificable se presentó en el golf de Deauville, en la región francesa de Normandía. Es el inicio de la gran saga Méhari, que marcará para siempre la historia de la marca.
Construido sobre la plataforma del Dyane 6, el Méhari está revestido con un innovador plástico (ABS), que le permite mostrar un diseño original y un peso de 525 Kg. Se fabricaron 144.000 unidades de este modelo, que se convertiría en un auténtico fenómeno social. En sus versiones 4×4 podía ascender sin problemas por una pendiente de 60°. Utilizado como vehículo comercial o como coche de la Gendarmería, también se le ha destinado a descapotable de playa o como vehículo para divertirse con la familia o los amigos. El Méhari encarna el ocio.
Baby Brousse
Nacido en 1962 en Costa de Marfil, el Baby Brousse surgió del ingenio de un propietario de un 2 CV AZL, que hizo modificar su vehículo para adaptarlo al clima y a las pistas de ese país africano. El prototipo sedujo inmediatamente al industrial Jacques Deniau, que no tardó en presentarlo a la marca Citroën, que rápidamente colaboró en la producción en serie del vehículo. Se produjeron 31.355 unidades de este vehículo, que supuso una alternativa a los costosos pick-up y 4×4 que se vendían en la época.
GS
En 1960, Citroën se propone conquistar el mercado de las berlinas de tamaño medio. El proyecto F, sustituido por el proyecto G, acabaría dando lugar al GS. Diseñado por Robert Opron y presentado en el salón de París de 1970, el GS sorprende y refuerza la imagen de Citroën entre el gran público: una línea y un interior originales asociados con soluciones técnicas avanzadas al servicio del confort. Su diseño no tenía equivalente en el mercado y las nuevas tecnologías eran numerosas, para un vehículo de este segmento (4 frenos de disco, chasis de aleación ligera, suspensión hidráulica…). Su motor de 4 cilindros con refrigeración por aire hace de él un vehículo de fácil mantenimiento (ausencia de manguitos, radiador o líquido de refrigeración).
Revolucionario, no tarda en convertirse, para la prensa y el público, en una referencia en prestaciones, confort y diseño. Elegido Coche del Año en Europa en 1971, será el vehículo más vendido en Francia entre 1975 y 1978, con una producción anual de más de 200.000 unidades. En total, se construyeron cerca de 2,5 millones de GS (de ellos 478.000 break), principalmente en la fábrica de Rennes la Janais (Francia), cuna de este modelo.
CX
Presentado en el Salón el Automóvil de París de 1974, el Citroën CX encarnaba los valores de la modernidad y simbolizó, en su época, la renovación de la marca Citroën.
Un año después de la crisis del petróleo de 1973, la marca, dispuesta a responder a los problemas de la época, propone con el CX un vehículo de perfil aerodinámico, que permite reducir el consumo de carburante. Conocido por su diseño y su aerodinámica, el Citroën CX es además, un automóvil revolucionario, tanto en confort como en ergonomía. Retoma las suspensiones hidroneumáticas del DS, que permiten una corrección automática de la altura y un mejor comportamiento en carretera. Sustituye el chasis tradicional con una plataforma y una carrocería solidarias, que atenúan las vibraciones y el ruido. Además, su innovador puesto de conducción permite acceder a todos los mandos sin tener que soltar el volante.
En 1975, se convierte en la primera berlina de Citroën con un motor diésel de serie, con lo que supera el reto de ir de París a Niza (930 Km) sin repostar. Este símbolo de una época se fabricó en la planta de Aulnay-sous-Bois (Francia) de 1974 a 1989, de la que salieron 1.040.000 unidades en versión berlina y otras 128.000 de la versión break.
Citroën C4 Cactus
Dar más valor a lo que realmente cuenta para los clientes: ésta es la filosofía que encarna el último modelo de la saga Citroën. Comercializado en junio de 2014, el Citroën C4 Cactus rompe con los códigos establecidos y se distingue por su diseño, que conjuga lo práctico con lo estético.
Un diseño único, identificable a simple vista, un confort heredado del saber hacer de Citroën y tecnologías pensadas para un uso sencillo y confortable: éstas son las características, anticipadas por el C4 Cactus, con las que la marca quiere dotar a sus futuros modelos.
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Texto: Citroën
Fotografías: Rétromobile, Citroën, A. Martin,