- YANELA GIL ES UNA GRAN AFICIONADA AL MUNDO DEL MOTOR QUE NO PASA DESAPERCIBIDA. SU GRANDÍSIMA AFICIÓN LA HA LLEVADO A PROMOVER E IMPULSAR NUMEROSAS INICIATIVAS RELACIONADAS CON EL MUNDO DEL VEHÍCULO HISTÓRICO Y, EN PARTICULAR, DE LA MARCA CITROËN
- EN ESTA LARGA ENTREVISTA, FRAGUADA EN LAS LARGAS CONVERSACIONES MANTENIDAS EN CONCENTRACIONES, RALLYES Y VIAJES, HEMOS PODIDO CONOCER UN POCO MEJOR A YANELA Y SU VISIÓN DEL VEHÍCULO CLÁSICO Y DEL MUNDO QUE GIRA A SU ALREDEDOR
Valencia, 15 de julio de 2019.- Desde que conozco a Yanela, por lo menos cinco o seis años, me he habituado a verla en todo tipo de eventos para vehículos clásicos que se organizan en Valencia, ciudad que la acogió hace muchos años; eso no es nada raro, hay muchos aficionados en esta región hacia este tipo de vehículos. Lo que me llamó la atención fue verla participar activamente al volante de su clásico, un Citroën 11 “Comercial” de 1955. Puede que esto, en los tiempos que corren suena raro, pero por mi experiencia no veo a tantas amigas que sean propietarias de vehículos clásicos y que asistan a todo tipo de eventos pensados para los mismos. Con los años que la conozco he descubierto a una grandísima aficionada, que no se conforma con pasearse con sus coches clásicos, el citado Citroën o un Ford Escort Cabriolet de 1991, sino que ha dado un paso más allá, como organizar eventos dedicados a su marca favorita: Citroën. Eventos que han logrado un notable éxito y en los cuales ha implicado a las concesiones oficiales de la marca en Valencia, a la Universitat Politècnica de València y a la comunidad citroenera valenciana. Todo un logro que me hizo pensar que esta mujer tenía muchas cosas interesantes que contarnos… Así ha surgido esta entrevista, recordando las conversaciones que hemos mantenido mientras participábamos en algún rally o concentración, o viajábamos hacia algún evento.
¿Yanela, cuándo te surge la afición hacia los coches?
Siempre me han gustado los coches. Siempre me han llamado la atención, analizaba cada modelo nuevo que aparecía, y los que traían los turistas, franceses habitualmente, y poco frecuentes entre nosotros. Ver un Ami 6, un SM o un DS, era muy poco habitual y me llamaban mucho la atención cuando aquí estábamos con el 600, o el 1430. En cambio, no me atraían nada las motos.
¿Y hacia los coches históricos o de colección?
Nunca me había planteado tener coches como coleccionismo, o para no usarlos como medios de transporte, hasta que me crucé con un Citroën 11 y me enamoró. Después del primero, empiezas a conocer más profundamente el mundo del coche clásico, surgen oportunidades y te ves tentado a ampliar la colección. Teniendo sitio para aparcarlos a veces es muy difícil resistirse.
¿Tenías antecedentes en tu familia?
Para nada, mi familia vivía en Vitoria, una ciudad donde todo estaba a 10 minutos. Pero recuerdo haber oído la historia de un Citroën subiendo las escaleras de una iglesia durante las fiestas de la ciudad.
¿En la actualidad, compartes la afición con algún miembro de tu familia?
A uno de mis hijos le gustan los coches, pero él prefiere otro estilo. Y uno de mis primos, después de ver mi coche, ha empezado su propia colección.
¿Cómo vives esa afición?
La vivo con mucha calma. Creo que aún me queda mucho por aprender, mis amigas se sorprenden de mis conocimientos, pero en las reuniones con los colegas de afición veo lo lejos que estoy de ellos. Me gusta mucho investigar, leer y recrear tiempos pasados.
¿Tienes algún coche clásico?
Si, tengo dos. Un Citroën 11 «C» de 1955 para ir paseando tranquilamente, y un Ford Escort Cabriolet del 91, para despeinarme un poco. Aunque seguro que los aficionados a coches más deportivos, se despeinan más.
¿Cuál es tu marca preferida?
Citroën, sin duda. Y Spania GTA -fabricantes del Spano-, por ser valenciano, que hay que hacer patria.
¿Cuál fue tu primer contacto con un Citroën?
Mi padre compró un Citroën 8 Break, fue el primer coche de la familia y desde entonces he tenido casi todos los modelos de la marca. Mis tíos tuvieron desde un Dodge a un 600, pero siempre me gustaron los Citroën.
¿Cuándo nació tu afición hacia ellos?
Si a un aficionado al fútbol le hicieras esa pregunta, ¿Qué crees que te respondería? Me gustan sin más.
Recuerdo una de mis maestras cuando iba al colegio que iba a clase en un Gordini con matrícula de Ceuta, una mujer joven y conduciendo su propio coche fue un ejemplo a seguir.
Me gustan todos pero mis preferidos son los modelos más antiguos, los de Pre-guerra, los de la época del Art Decó de 1920 a 1940 que resultó ser una de las etapas más creativas del diseño internacional. Hace unos días vi un vídeo de unos coches de esa época a vapor. Con internet tienes el mundo a tus pies.
Como conocedora de la marca, ¿Qué rasgos de identidad crees que definen Citroën y la diferencian de otras marcas?
Había un eslogan que decía que “eran para gente encantadora”. No son deportivos, ni tan populares como otras marcas. Cada modelo tiene sus características, por ejemplo, un Mehari, es el coche para la playa y la diversión, para gente joven, de hecho, ahora está en versión eléctrica donde triunfa nuevamente en las zonas costeras y las islas. Un SM, con motor Maserati, representa la velocidad, la elegancia.
¿Qué es lo que más te gusta de Citroën? ¿Y lo que menos?
Siempre ha marcado una diferencia en el diseño e innovación técnica con respecto a otras marcas.
No hay nada que me disguste de la marca. Muchos colegas se quejan de lo costoso que era el mantenimiento, pero yo no lo recuerdo así. El sistema hidráulico se tenía que controlar, como quien mira el aceite o el nivel del agua, y con las revisiones periódicas y los cambios a su hora no daban problemas.
¿Cuál te gusta más?
Me gustan todos, pero mis preferidos son los modelos más antiguos, o los de la época del Art Decó de 1920 a 1940, que resultó ser una de las etapas más creativas del diseño internacional. Hace unos días vi un vídeo de unos coches a vapor. Con internet tienes el mundo a tus pies.
Yanela, has comentado que tienes un 11 Comercial, ¿qué nos puedes contar de su historia o de su restauración?
Yo suelo decir que el Citroën me costó sangre, sudor y lágrimas. Intenté asociarme a algún club de Valencia para buscar asesoramiento, pero no conocía a nadie y los intentos fueron fallidos. Me gasté un dineral y pagué muchas novatadas. Me encargué de toda su restauración, buscando cada pieza, contactando a profesionales varios, con la homologación a histórico. Creo que en esa época encontré a todos los malos mecánicos de Valencia, y por suerte encontré alguno honesto y profesional al final del camino.
¿Y del Escort Cabriolet?
Con el Ford, lo tuve fácil, estaba impecable cuando lo compré.
¿Qué es lo que más te gusta de tus clásicos? ¿Y lo que menos?
Del Citroën me gusta la sinuosidad de sus curvas y el ruido del motor. Y lo que representó para el mundo del automóvil este modelo. Lo que menos, la dirección NO asistida.
El Ford me gusta por ser un coche sencillo, y muy práctico.
¿Te gusta trabajar sobre tu coche, mancharte las manos de grasa con ellos, hacerles pequeñas tareas de mantenimiento?
Claro que me gusta. El olor a gasolina tiene algo especial, y la satisfacción de hacer algo por ti mismo también.
¿Prefieres conducir tu clásico, o que te lleven?
Me gustan las dos cosas, depende del acompañante. Normalmente viajo sola y suelo conducirlo yo, y mi Citroën tampoco se lo dejo a todo el mundo. El Ford lo suele conducir mi hijo y me encanta ver la cara de felicidad que pone con él.
¿Qué te ha dado esta afición a nivel personal, Yanela?
Muchas satisfacciones personales. Fue un reto reunir los primeros Citroën en una concentración, y al lograrlo se siente satisfacción.
Y muchas relaciones sociales, he conocido a personas peculiares, he visitado sitios impensables para mí, como los aeródromos. He hecho amistades desde la India a Argentina, a través de las redes sociales. He descubierto el almorçaret…
Yanela, durante los años de afición que llevas, seguro que has vivido historias, situaciones o anécdotas dignas de ser recordadas… ¿qué nos puedes contar?
Siempre me parece emotivo cuando mi coche despierta viejos recuerdos y empiezan a contarme sus historias, con el Cabriolet es gente de mi edad, pero con el Citroën suele tratarse de señores muy mayores, y me producen mucha ternura porque me recuerdan a mi padre.
También me sorprenden cuando me preguntan “¿Y esto cómo se conduce?”.
Aunque lo típico, es preguntar si es mío o de mi marido.
En los últimos años, y especialmente durante el 2019, Centenario de Citroën, has desarrollado una destacada actividad (concentraciones, conferencias, homenajes, etc.) para mantener vivo el legado de la marca: ¿qué te ha llevado a ello?
Ha sido puro altruismo. Me daba mucha pena que se hicieran homenajes en todo el mundo y aquí no hiciésemos nada. En las concentraciones de coches, solía ver pocos Citroën, casi ningún Citroën 11, y ya que nadie hacía nada, lo hice yo. Empecé con la celebración de los 80 años de la fabricación de los Traction Avant, donde conté con el apoyo de Citroën-PSA Retail Valencia, seguimos en contacto con alguna colaboración y este año tuvimos claro que había que hacer algo más grande, más notorio.
Tras un primer semestre muy potente por el nivel de los eventos que has promovido y organizado, ¿qué planes tienes para el resto del año, qué nos puedes desvelar?
Seguimos preparando más eventos para lo que queda de año. Un gran día Citroën para el otoño, otro evento incluyendo los modelos actuales, y en la Feria del Automóvil de diciembre acabaremos de celebrar el año.
¿Crees que las marcas se preocupan por mantener su patrimonio histórico, especialmente en estos años durante los cuales se están celebrando tantas efemérides?
En Cheste pudimos ver un gran espectáculo montado por SEAT, el Festival Clásicos & Familia. Todos sabemos que no es lo habitual, donde los nuevos tiempos se mueven por cumplir objetivos fijados por algún técnico de despacho.
¿Cómo lo está haciendo Citroën al respecto?
Está haciendo muchas cosas en Francia, con la excusa del Centenario, pero en el resto del mundo si se están celebrando eventos como los de aquí, es gracias a los aficionados y el apoyo de algunos concesionarios. Por suerte, Citroën va a celebrar un día especial en el Jarama el 6 de julio.
¿Cómo ves, en general, la afición hacia el vehículo histórico y de colección?
Lo veo oscuro e incierto. Por una parte veo poca hermandad entre los clubes de aficionados. Por otra, la Federación de Vehículos Históricos de la Comunidad Valenciana no se manifiesta mucho, con lo cual no sirve de referente. Y por último, la gente que tiene dinero para tener coches clásicos es mayor, tenemos que fomentar esta afición entre los jóvenes. Luego está el tema administrativo, las restricciones de circulación, los impuestos…que tampoco ayuda.
¿Yanela, piensas que las administraciones públicas tienen en cuenta a los aficionados a este tipo de vehículos, organizados a través de clubes o federaciones (FEVA) a la hora de legislar sobre esta materia (impuestos, matrícula histórica, ITV, facilidades para organizar concentraciones, etc.)?
En este país sólo se fomenta el fútbol, el resto de aficiones apenas existen. Las administraciones, no nos apoyan para nada, ahora mismo parece que sea todo lo contrario, aunque también depende de cada municipio cómo enfoca el tema.
En todas partes hay campos de fútbol, imagina una zona de aparcamiento semanal de coches clásicos, ¿impensable, verdad?, pues si eres capaz de imaginarlo, eres capaz de conseguirlo.
En el Circuit Ricardo Tormo de Cheste, unos expositores franceses me contaron que en Francia no existe el impuesto de circulación; estos detalles te hacen reflexionar que lo que das por hecho no tiene que ser siempre así.
¿Hacia dónde crees que avanzará el futuro de la movilidad? ¿Cómo afectarán estos cambios a la manera de disfrutar nuestra afición?
Realmente es incierto, y sólo dependerá de nosotros -los aficionados- que se decante por el buen camino. La conducción cada vez se vuelve más técnica, conducir nuestros viejos coches por la ciudad a 30 km por hora es bastante difícil, por lo que se calientan y por carecer de los sistemas de control de los vehículos modernos. Si no nos unimos para hacer piña y trabajar todos en el mismo camino, los coches acabarán mal.
¿Tienes algún club que te sirva como modelo de referencia por su organización, trayectoria o manera de hacer las cosas?
El Araba Classic Club, que tiene más de 450 socios y su anterior presidente, Kepa, es un gran conocedor del mundo de los clásicos y un ejemplo a seguir como persona. Cuando tengo dudas, le llamo.
¿Qué relaciones tienes con los otros clubes de clásicos existentes en Valencia? ¿Y con clubes de la marca Citroën?
Pertenezco a tres clubes de coches clásicos de Valencia, e intento mantener las buenas relaciones con todos los demás. Con clubes de Citroën estoy en contacto. Me están pidiendo que cree un club Citroën en Valencia, pero aún lo estoy pensando.
Yanela, al margen del automovilismo, ¿qué te gusta hacer, qué aficiones tienes?
Además de los coches, tengo más aficiones. Pertenezco a un Club de Lectura y me gusta el arte en casi todas sus facetas.
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotografías: Archivo Clásicos al Volante, Yanela Gil, miarroba.com y La Miranda