- NUESTROS AMIGOS DE BENTLEY VALENCIA PUSIERON A NUESTRA DISPOSICIÓN UN BENTLEY BENTAYGA, EL PRIMER SUV DE BENTLEY
- LA UNIDAD CEDIDA SE CORRESPONDÍA CON LA VERSIÓN V8 BITURBO DE GASOLINA DE 550 CV
Valencia, 1 de enero de 2021.- El Bentayga es el primer SUV diseñado y fabricado por Bentley, modelo con el que la centenaria marca británica se introducía en un segmento del mercado en el que no estaba presente y que no podía dejar pasar. Con el Bentayga se podría captar a un cliente más joven, menos tradicional y, tal vez más práctico, que buscara un vehículo polivalente, capaz de hacer vida normal entre semana, de ofrecer fuertes sensaciones al volante en largos viajes y de demostrar destacadas capacidades fuera del asfalto.
Los orígenes del Bentayga se remontan al Salón de Ginebra de 2012, donde Bentley presentó el prototipo EXP 9F, un SUV de lujo con tracción integral que podría entrar en producción en los años siguientes, diseñado bajo la tutela de Dirk van Braeckel, Director de Diseño y Estilo de Bentley entre 1999 y 2012, y también responsable del diseño del Continental GT. Con este concept, la marca sondeó la respuesta de su público potencial a este nuevo concepto de vehículo. Según declaró el mismo van Braeckel “El EXP 9 F representa la absoluta cima del sector de los SUV, sentando una nueva referencia para este tipo de vehículos. El estilo debe reflejar el carácter deportivo de Bentley a pesar de su envoltorio radicalmente diferente (….)”.
En el comunicado de prensa emitido por Bentley ya se anunció que la base mecánica sería el motor W12 de 6.0 litros con doble turbocompresor y transmisión de 8 velocidades, y se adelantaba que también podría utilizar el reciente motor V8 con doble turbocompresor e incluso una versión híbrida.
La entusiasta respuesta dada por los clientes y distribuidores de la marca la animaron a decidir su fabricación en serie, iniciándose su comercialización en 2016 con el motor W12. La versión de serie fue bautizada como Bentayga, nombre tomado del Roque Bentayga, una de las formaciones geológicas más singulares de la isla de Gran Canaria que se halla dentro de la caldera volcánica de Tejeda, en el municipio del mismo nombre, en pleno corazón de la isla.
Durante su vida comercial -hace unos días se presentó su segunda serie- se amplió su gama de motorizaciones: el V8 Diésel fue anunciado en septiembre de 2016; le siguió el V8 biturbo de gasolina (anunciado en enero de 2018), e incluso una versión Híbrida V6, (presentada en el Salón de Ginebra de 2018), y que representa el primer paso hacia el camino de la electrificación de Bentley. A nivel de acabados, desde marzo de 2017 se ofreció el acabado Mulliner y desde febrero de 2019 el Speed.
El Bentayga se fabrica en las instalaciones de la marca de Crewe, desde donde cada día salen 26 unidades del Bentayga, 57 del Continental GT y un número similar del Flying Spur. Durante la vida comercial del Mulsanne, la producción fue de 4 vehículos diarios aproximadamente. Cada Bentley Bentayga requiere de 150 horas de trabajo de 230 empleados, frente a las 130 del Flying Spur o las 115 de un Continental GT.
El atractivo del Bentayga se notó en las ventas de la marca inglesa en España durante el año pasado, siendo el segundo modelo más vendido de la gama Bentley: de 59 unidades vendidas, 30 pertenecían a la familia Continental, 18 al Bentayga, 8 al Flying Spur y 3 al Mulsanne (dejado de producir en 2020). A nivel global, hay que destacar que se han vendido más de 20.000 unidades (hito alcanzado en junio de 2020) desde el inicio de su comercialización en 2016, haciéndose un hueco en el pujante segmento de los SUVS de lujo, en el que no faltan marcas como Porsche con el Cayenne (672 matriculados frente a un total de 2.167 unidades en 2020), Maserati con el Levante (84 matriculados de un total de 123) o Lamborghini con el Urus (19 matriculados de un total de 30). A nivel global, Bentley en 2020 vendió 11.206 vehículos, de los cuales el 37% correspondieron al Bentayga.
EL BENTAYGA V8
A principios de 2018 la marca comunicó la introducción en la gama Bentayga de un nuevo motor de gasolina, una unidad con configuración V8 de 4 litros de cilindrada. El desarrollo de este motor no se realizó en Crewe, tal y como ocurrió con el anterior V8 empleado, sino que es una motorización estrenada en el Audi SQ7 y utilizada por sus primos del Grupo VAG Porsche Cayenne Turbo y Lamborghini Urus.
Este moderno motor es alimentado a través de 32 válvulas y un doble turbocompresor ubicado en el interior de la formación en V del motor, suficiente para desarrollar una potencia de 550 CV y 770 Nm de par. Con la misma, el SUV de Bentley es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en solo 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h. Los gases del escape son canalizados hacia el exterior a través de tubos de escape dobles
Acostumbrados al gran motor V8 introducido en los Bentley S2 y Rolls-Royce Silver Cloud II de 1959, y que ha propulsado a un gran número de modelos Bentley hasta la primavera pasada, teníamos curiosidad por ver la respuesta y el rendimiento del motor empleado, viejo conocido al haber sido instalado en otros modelos Porsche, Audi y Lamborghini.
Para detener al rápido Bentayga, los ingenieros de Crewe han diseñado un potente sistema de frenos que pueden incorporar opcionalmente discos de cerámica de carbono. Se trata del sistema de frenado más grande y potente con el que se haya equipado un Bentley hasta la fecha y el mayor sistema de frenado frontal con el que se haya equipado un vehículo de serie. Los discos delanteros tienen un diámetro de 440 mm y de 370 mm en la parte trasera. Las pinzas van firmadas con la marca Bentley y las delanteras cuentan con 10 pistones y proporcionan un par de frenado máximo de 6.000 Nm.
La estética del Bentayga V8 es similar a la de sus hermanos de gama, con sus característicos faros redondos LED, que incluyen un sutil grabado el nombre del fabricante, su enorme rejilla matricial, con acabado cromado o negro, las marcadas aletas, sus musculosas caderas traseras y su elevada posición de conducción. Además, ofrece una gama de 11 diseños de llantas, como la nueva llanta de 5 radios y 22 pulgadas con un acabado pulido y de pintura negra. Detrás destacan dos tubos de escape dobles, atributos de las prestaciones del poderoso V8.
AL VOLANTE
La unidad que probamos se correspondía a la gama que fue objeto de una actualización durante el último trimestre del año pasado, de hecho el día que realizamos la prueba en la concesión coincidieron unidades de ambas series. La primera impresión al meternos, o mejor dicho al subir al habitáculo, es que el diseño interior sigue las pautas más actuales en cuanto a materiales, colores y detalles de acabado, alejándose de la idea tradicional que tenemos; en este sentido, pesa bastante la idea de Bentley que tenemos y el hecho de haber conducido bastantes modelos pertenecientes a la era “pre” Volkswagen, con un planteamiento y un posicionamiento de producto muy diferentes de los actuales. No faltan la madera bellamente trabajada en puertas y salpicadero, la piel en todos los guarnecidos, o las piezas cromadas en los mandos auxiliares, combinadas con pantallas donde se visualizan la instrumentación así como el navegador y otros sistemas del vehículo. La economía de escala aplicada por el Grupo VAG nos hizo descubrir que la pantalla central del navegador era la misma que la que monta nuestro Golf de uso diario.
Nos ponemos cómodos, cosa realmente fácil gracias a los ajustes eléctricos del asiento, caña de la dirección, espejos retrovisores, etc.. Lo único que no conseguí es acoplar al coche mi smartphone. El programa para la tarde que íbamos a disfrutar al volante del Bentayga incluía recoger a nuestra copiloto Amparo Mora, reputada especialista en marketing y motorport, para posteriormente recorrer unas bonitas carreteras por el interior de la provincia de Castellón. Como no podía utilizar el manos libres, me dirigí hacia mi barrio para poder parar un momento y quedar con Amparo para recogerla con el Bentley. Callejeando pude comprobar el funcionamiento del sistema de reconocimiento de señales de tráfico, que detecta una gran variedad de señales y que me muestra la información reflejada en el parabrisas. Este modelo también tiene disponible la asistencia al estacionamiento, que primero detecta espacios libres tanto en línea como en batería y, a continuación, activa la dirección autónoma para ayudar a realizar las maniobras de aparcamiento, aunque no tuve la ocasión de probarlo. El Bentley, asimismo, incluye la tecnología de encendido/apagado, la cual se activa cuando la velocidad se reduce a casi la parada completa para así conseguir reducir aún más las emisiones.
Ello me permitió hacerme una idea del comportamiento urbano del Bentayga: grande, muy grande, algo aparatoso pero muy fácil de conducir, como no podía ser de otra manera tratándose de un Bentley. Volante de tamaño mediano, dirección muy asistida, cambio de cuya existencia nos olvidamos al dejarlo en su posición de funcionamiento automática, y frenos irreprochables por tacto y recorrido del pedal. La instrumentación combina la funcionalidad de los relojes analógicos clásicos con las, ya corrientes, informaciones proyectadas en la pantalla colocada entre las esferas del velocímetro y del cuenta rpm y en la colocada en el centro de la consola central.
Solventados los detalles prácticos sobre donde recogería a Amparo, me incorporo a la V21 para salir de Valencia rumbo a Sagunto. Siempre nos interesa la opinión de nuestros compañeros de pruebas, por lo que le preguntamos a Amparo la sensación que le dio ver cómo se percibe el Bentayga a pie de calle: “ver aproximarse un Bentayga es todo un espectáculo. Su diseño exterior tiene un porte único e imponente, diríase que majestuoso pero además refleja el carácter deportivo con sus característicos cuatro faros redondos y la enorme parrilla matricial, símbolos del ADN de la marca”.
Los primeros kilómetros por carretera abierta me gustan porque saboreo unas sensaciones que después, con el uso y la práctica, pasarán más desapercibidas. Las primeras impresiones me llegan a través de la dirección, que es asistida eléctrica (EPAS). Según el fabricante, “este nuevo sistema potencia las sensaciones en la conducción y aísla al conductor del retroceso del volante tanto dentro como fuera de la carretera”. Al cambiar de escenario, del tráfico urbano a la autovía, percibo el funcionamiento de este sistema, que incorpora una relación de cremallera variable, lo que me facilitaba una dirección ligera y rápida cuando maniobraba a velocidades reducidas, o una respuesta más suave a grandes velocidades.
El tráfico de las 17h es fluido, de modo que puedo recorrer la veintena de kilómetros que me separan de Sagunto a un ritmo alegre, dentro de los límites legales. Piso con fuerza el acelerador y el poderío del V8 sale a relucir en forma de un bonito murmullo; no tiene el tirón brutal típico del gran V8 fabricado desde 1959 hasta mediados del año pasado y que propulsó a la inmensa mayoría de los modelos de la marca desde entonces, pero el empuje está ahí. A diferencia de aquel gran V8, que ofrecía todo su potencial por debajo de las 4.500 rpm, el nuevo V8 tiene un rango de potencia aprovechable mayor, lo que le da un tacto muy agradable y deportivo. Tanteo con el cambio, accionándolo desde su palanca y las levas y su respuesta es inmediata y suave. Creo que para la ruta que hemos preparado dará mucho juego. Aunque el tramo de autovía tiene muy pocas curvas, y muy suaves, al trazar algunas el sistema adaptativo del trazado mueve ligeramente el volante para no perder la trazada ideal, algo que en un principio me desconcierta y molesta, hasta que me acostumbro a su entrada en funcionamiento.
Mientras conduzco me voy familiarizando con el arsenal tecnológico que el Bentayga pone a mi alcance: sistema de control de crucero adaptativo (ACC), que incluye la tecnología de arranque-parada, ACC predictivo y asistencia en atascos, que me permite mantener una distancia determinada con el vehículo de delante. El ajuste ACC predictivo utiliza datos de navegación, sensores y cámaras para predecir las curvas, los límites de la ciudad y los cambios en los límites de velocidad, y puede modificar la velocidad del vehículo en función de los mismos. En todo caso, puedo personalizar su rendimiento y su capacidad de respuesta por completo gracias al sistema de Modo de la dinámica de conducción de Bentley.
Al rato llego a Sagunto, donde un coche de este calibre llama la atención de los otros conductores y peatones con los que me cruzo. Los badenes que atestan la avenida por la que ruedo quedan reducidos a la mínima expresión y apenas son percibidos dentro del coche. Finalmente, llego al lugar donde recojo a mi acompañante. Empezamos la prueba.
La autovía Mudéjar (A23) me gusta, tiene un trazado agradable, los paisajes son bonitos y, sobre todo, subiendo hacia Teruel permite hacerse una idea bastante clara del rendimiento de cualquier coche. Por eso, tras recorrer unos pocos kilómetros de enlace una vez que salimos de Sagunto nos incorporación a la misma. Con poco tráfico, una más que razonable autonomía en el depósito de gasolina y buena compañía, empezamos a rodar mientras le comento a Amparo el plan para la tarde: hacer una parada en una de las áreas de descanso de la autovía (Torres Torres) para hacer fotos, acercarnos hasta Segorbe, pueblo desde el cual haríamos un pequeño recorrido hasta las localidades vecinas recorriendo las divertidas carreteras provinciales, muy divertidas como ya pude comprobar en pruebas pasadas. Después tomaríamos de nuevo la A23 en dirección a Valencia donde devolveríamos el coche a la concesión a última hora de la tarde. Con este recorrido realizamos 142 km, más que suficientes para comprobar las cualidades ruteras del Bentayga.
Rodando a un ritmo alegre por la autovía hasta llegar a Segorbe el Bentayga mostró un aplomo irreprochable gracias a su suspensión neumática multimodal; con este sistema puedo elegir entre cuatro modos diferentes (Alta 2, Alta 1, Normal y Baja) así como bajar la suspensión trasera mediante un interruptor situado en el maletero, para facilitar la carga y el enganche de remolques. Nuestro Bentayga V8 puede disponer opcionalmente del sistema Bentley Dynamic Ride, control activo y electrónico de balanceo que contrarresta al instante las fuerzas laterales de balanceo en el trazado de curvas. Con ello, según el fabricante “se garantiza un máximo contacto de los neumáticos para proporcionar una estabilidad del habitáculo óptima, una gran comodidad en la conducción y una maniobrabilidad excepcional para adaptarse cualquier tipo de carretera”.
Ya familiarizado con la respuesta del V8 biturbo y de su eficaz cambio, los kilómetros caen sin darnos cuenta… las rectas caen pulverizadas (hay que ir muy atento al velocímetro porque es fácil circular a velocidades ilegales) y los adelantamientos son “pensados y hechos”. La respuesta es contundente, ya sea trabajando con el cambio en su modalidad automática o secuencial, con una respuesta de los frenos al mismo nivel. Si queremos rodar a una velocidad legal, la respuesta del acelerador nos permitirá ajustar la caballería demandada con total precisión, circulando con total placidez y confort o en plan deportivo en cuestión de segundos… No es nada habitual el circular con un vehículo que ofrece un par motor constante de 770 Nm entre 1.960-4.500 rpm, la sensación de poderío que transmite es única y transmite una gran sensación de seguridad al volante. Amparo nos describe sus impresiones al decirnos que “una vez subes dentro las sensaciones te envuelven. Se reconoce al instante la exclusividad de la marca británica donde se transmite una perfecta fusión entre el lujo, lo cuidado de los detalles con las tecnologías más avanzadas. A bordo y como copiloto sientes que estás en una burbuja, diseñada para sentirte como una reina, a la vez que su elevada posición de manejo te despierta una sensación de omnipotencia cuando discretamente el Bentley deja sutilmente escuchar el sonido de su motor V8”.
Llegamos a Segorbe y decidimos realizar una pequeña ruta turística por su bonito casco urbano; acostumbrado a circular por su angosto centro histórico con coches bastante más pequeños, nos encontramos en situaciones en la que no acabamos atrapados en algún giro cerrado y encosterado… ¡por cosa de centímetros! Estas comprometidas situaciones se resolvieron sin mayor problema manteniendo la sangre fría y aprovechando el arsenal tecnológico puesto a mi disposición, muy similar al que dispongo en mi Golf de uso diario: en estas situaciones resulta especialmente útil el aviso de tránsito posterior, que utiliza tecnología de radar para detectar vehículos en tránsito cuando se utiliza la marcha atrás al salir de un aparcamiento; y la vista superior, que utiliza cuatro cámaras para proyectar una imagen general de los alrededores del vehículo. La dirección y su agradable volante son mis aliados para maniobrar el gran Bentayga (¡parece que ha crecido o que las callejuelas por las que circulamos han encogido!) y salir del trance sin mayores problemas. Los adoquines presentes en el pavimento no se perciben en el acogedor habitáculo del Bentley…. sabemos que están ahí sólo porque los vemos.
Circulando por Segorbe notamos las miradas de sorpresa de los peatones y conductores de los coches con lo que nos cruzamos, porque no es habitual ver rodar un Bentley por allí. El comentario que me hace Amparo refleja exactamente lo que pienso: “mientras deambulas por la ciudad es imposible pasar inadvertido aunque no de una forma “escandalosa”, el Bentayga logra el equilibrio en este sentido, podríamos decir que es un perfecto gentleman inglés.”
Por fin salimos del casco urbano de Segorbe y nos dirigimos a los arrabales próximos a la estación del tren para buscar el arranque de las carreteras comarcales que nos conducirán hasta los pueblos cercanos. Ya no estamos en una autovía rápida, de suaves curvas y firme perfecto, en la cual el Bentley se encuentra a sus anchas, sino en carreteras de doble sentido, con bastantes curvas, arcenes estrechos, asfalto en variado estado de conservación y que encima atraviesan algunas poblaciones. ¿Qué tal se portaría el Bentayga en este escenario?
Lo primero que tengo claro es que hay que bajar el ritmo, porque en estas carreteras la sensación es que “nos sobra” coche por todas partes; afortunadamente, la altura del vehículo nos permite anticipar el cruce con otros vehículos para arrimarnos a la derecha y dejar una razonable distancia de seguridad. Lo segundo, que voy a conducir cambiando de marcha manualmente para tener más control sobre el vehículo y aprovechar el freno motor. Y así empezamos a rodar. Tras unos pocos kilómetros ya no siento que “me sobre” tanto coche y voy explorando sus límites del coche gracias a su excelente cambio ZF de ocho velocidades… No es un coche que incite tanto a rodar rápido como el Maserati Levante que probamos por esta misma ruta, pero notamos que hay mucha caballería bajo el capó pidiendo paso… Desde el puesto del copiloto, Amparo nos dice que “una vez en marcha no se le puede pedir más a éste “monstruo”, pese a su enorme peso y dimensiones, ofrece una perfecta maniobrabilidad en carretera. Se percibe una gran estabilidad en cabina y nunca merma la gran comodidad que Bentley refleja en todos sus modelos”. Es decir, aunque yo esté concentrado guiando la nave y no me fije tanto en el confort que ofrece, la experiencia para los afortunados viajeros sigue siendo igual de gratificante. En este momento empiezo a fijarme más en el aforador del combustible, porque en esta parte de la ruta estamos gastando bastante más gasolina y aún nos queda un buen trayecto hasta devolver el coche en Valencia. El fabricante declara que el Bentayga V8 ofrece una autonomía de 746 km gracias a que el motor apaga cuatro de los ocho cilindros cuando se reúnen las condiciones, produciéndose este cambio en solo 20 milisegundos de forma tan impecable que pasa completamente desapercibido para el conductor.
Aunque nuestra intención no era rodar por fuera del asfalto, aprovechamos la ocasión que nos ofrece un camino rural de tierra. Y no toco prácticamente ninguna diferencia respecto a rodar por asfalto…. Optima tracción, el mismo confort de marcha y total control. Este Bentayga incorpora dentro del programa de Dinámica de Conducción de Bentley ocho modos (cuatro para la carretera y cuatro para fuera de ella), para que el conductor seleccione el ajuste de dinámica ideal para cada superficie o estado de la carretera con tan solo girar un mando situado en la consola central. Con la especificación opcional Todoterreno, el conductor también puede elegir el ajuste del vehículo que responda de forma óptima en una amplia gama de superficies todoterreno que incluye nieve/césped, suciedad/grava, barro/caminos y arena. Por su parte, el panel de información al conductor nos muestra información sobre el cabeceo, el balanceo, la articulación de las llantas, el ángulo de dirección, el rumbo de la brújula y la altitud.
El Bentayga también incorpora el control del descenso en pendientes que regula automáticamente la velocidad del vehículo en pendientes pronunciadas, permitiéndonos concentrarnos en la dirección y en los obstáculos que tiene delante. Se puede preconfigurar a velocidades de entre 2 y 30 km/h (en cualquier dirección) y está disponible para pendientes superiores al 5%.
Cuando empieza a anochecer decidimos que es el momento de volver hacia Valencia; el aforador del depósito me marca poco menos de la mitad (cuando hemos salido el nivel sobrepasaba largamente la mitad de la escala, por lo que vamos bien de combustible para recorrer los cerca de sesenta km que nos faltan. Durante el crepúsculo se agradece disponer del sistema de visión nocturna, que utiliza la tecnología de infrarrojos para identificar posibles obstáculos que se aproximen, y un visualizador frontal HUD, que reduce las distracciones del conductor e incrementa la seguridad.
Una vez incorporados a la autovía el tráfico es algo más intenso, de modo que conduzco relajadamente y disfruto del empaque del Bentley, dejando que el eficaz cambio haga su trabajo, así como los restantes asistentes con los que viene y de los cuales ya hemos hablado. La lograda iluminación interior, su acogedor interior, el discreto procedente murmullo de la mecánica y su equipo de música permiten crear un ambiente muy agradable, de modo que los kilómetros caen sin darnos cuenta. A la entrada de Valencia nos espera la típica congestión, pero con la ayuda del navegador, intuitivo y con una gran pantalla (que se replica en la instrumentación) es fácil dejarse guiar con total precisión.
EQUIPAMIENTO Y VIDA A BORDO
La unidad que nos cedió Bentley Valencia se correspondía con la versión V8, pintada en un elegante tono verde Dark Cashmere, tono que se introdujo en el Salón de Ginebra de 2013 para el modelo Flying Spur. Los guarnecidos interiores están realizados en dos tonos de piel: primario Portland y secundario Burnt Oak. Los apliques de madera que decoran el salpicadero y marcos de las ventanillas están realizados en madera de eucalipto con acabado rayado. La moqueta combina con el tapizado secundario (Burn Oak). En cuanto a las llantas, de aleación ligera, monta unas de 22 pulgadas, las de mayor tamaño nunca montadas en un Bentley.
Los acabados son irreprochables en todos los aspectos, tanto por la calidad de los materiales utilizados como por el ajuste de los mismos; los conductores y clientes que han conocido y conducido los modelos previos, anteriores a la “era Volkswagen”, notarán significativas diferencias, como que la ergonomía de uso se ha incorporado al diseño interior de estos coches; también llama la atención ver mandos empleados en otras marcas del Grupo Volkswagen, lo cual dice mucho de su calidad y versatilidad. Las únicas piezas heredadas de los Bentley de la anterior era son las salidas circulares de la climatización, estrenadas por la marca en el Tipo T de 1965.
Los elementos de confort incluyen todo lo que queramos y más, incluyendo el portón eléctrico del maletero o el techo solar doble. Mención aparte merece el sistema infoocio, con pantalla táctil de 8 pulgadas que incorpora tecnología líder de navegación, un disco duro de 60 GB y un menú en hasta 30 idiomas. Por su parte, los pasajeros de los asientos traseros pueden disfrutar de la nueva tablet de entretenimiento de Bentley. Se trata de un dispositivo Android extraíble con una pantalla de 10,2 pulgadas, 4G, Wi-Fi y Bluetooth para lograr una conectividad a bordo de alta velocidad fácil de usar.
Los clientes pueden encargar el punto de cruz a mano para resaltar el diseño de las líneas que recorren los asientos y los paneles de las puertas en el interior. Por otra parte, hay tres innovadoras opciones para el interior del Bentayga V8: un acabado en fibra de carbono de alto brillo que sustituye las tradicionales superficies de los enchapados; un volante de piel y madera; y una nueva piel en rojo intenso de tono Cricket Ball. Asimismo, se puede optar por el Bentayga con una configuración de cuatro, cinco o siete plazas para disfrutar de una mayor versatilidad.
En cuanto a las opciones de sonido, el Bentayga V8 tiene disponibles tres sistemas distintos: el sistema de audio estándar de Bentley, que era el que montaba nuestra unidad, el sistema de audio Signature de Bentley y el equipo superior de audio Naim for Bentley, con 1.950 vatios, y una red de 18 altavoces y altavoces de agudos de alta potencia para recrear a la perfección las frecuencias más altas.
En cuanto al precio de este modelo, teniendo en cuenta que cada vehículo puede configurarse de un modo único, es difícil dar una cifra cerrada, pero el precio básico de tarifa supera los doscientos mil euros, cifra que parece importar a la veintena de propietarios que adquieren este modelo anualmente cada año en España. Viendo la mística que rodea la marca, la exclusividad que supone su disfrute, la calidad y riqueza de los acabados, así como la carga tecnológica que se pone a disposición del conductor y sus ocupantes, no es una cifra descabellada para el potencial cliente que pueda permitírsela.
Conclusiones
Haciendo nuestras las reflexiones de Amparo, podemos concluir diciendo que “el Bentayga es el gran polivalente si quieres un SUV de extremo lujo. Es un Bentley que podrías llevar todos los días y en todas las ocasiones pues lo tiene todo: elegancia, prestigio, deportividad, practicidad, tecnología y la exclusividad en estado puro”.
A los que hemos probado modelos Bentley correspondientes a otras eras de la marca (Mk VI, Tipo T, Eight, Mulanne, Turbo R, Continental R, Azure…) todavía nos choca ver que se han fabricado cifras tan altas de este modelo, razón por la cual no es raro verlo por nuestras calles, aunque tampoco es algo que ocurra todos los días; eso le resta a nuestro juicio algo de exclusividad, virtud de la que gozaban los modelos citados, pero también hace que la vida diaria con ellos sea más llevadera, al pasar más desapercibidos en el intenso trafico actual, cosa que se agradece. También nos llama la atención la adaptación de la marca a las exigencias del mercado, con una planificación de producto que era impensable hasta el momento de su separación con Rolls-Royce, pero somos conscientes que todas las marcas, especialmente las más tradicionales, tuvieron que adaptarse para sobrevivir realizando un gran esfuerzo. Y a la vista de los resultados, el trabajo realizado por Bentley con el Bentayga ha sido impecable.
Características técnicas
Motor
Tipo: V8 de 4 litros de cilindrada y 32 válvulas con doble turbocompresor.
Potencia máxima: 550 CV*/404 kW a 6.000 rpm.
Par máximo: 770 Nm a 1.960-4.500 rpm.
Transmisión
Línea de transmisión: Caja de cambios automática ZF de ocho velocidades, tracción total permanente con distribución 40/60 del par con preferencia a las ruedas traseras.
Relaciones de transmisión: 1.a: 4,714; 2.a: 3,143; 3.a: 2,106; 4.a: 1,667; 5.a: 1,285; 6.a: 1,000; 7.a: 0,839; 8.a: 0,667
Transmisión final: 3,308
Frenos, llantas y neumáticos
Frenos delanteros: Hierro ventilado de 400 mm / Carbono/carburo de silicio de 440 mm.
Frenos traseros: Hierro ventilado de 380 mm / Carbono/carburo de silicio de 370 mm.
Llantas: Opcionales de 20”; de serie de 21”; opcionales de 22”
Neumáticos: Pirelli 275/50 R20, 285/45 R21, 285/45 ZR21, 285/40 ZR22
Dirección
Tipo: Dirección asistida eléctrica, relación variable.
Vueltas de tope a tope: 2,3 vueltas.
Círculo de giro: 12,4 m.
Suspensión
Delantera: Doble horquilla con cuatro varillas de conexión, con barra estabilizadora activa eléctrica de 48 V opcional.
Trasera: Varillas de conexión múltiples, con barra estabilizadora activa eléctrica de 48 V opcional.
Muelles y amortiguadores: Suspensión neumática con autonivelación, control continuo de la amortiguación.
Dimensiones
Batalla: 2.995 mm.
Longitud total: 5.140 mm.
Anchura (de la carrocería): 1.998 mm.
Anchura (espejos incluidos): 2.224 mm.
Altura total: 1.742 mm.
Depósito de combustible: 85 litros.
Capacidad del maletero: Con los asientos rectos: 484 litros; con los asientos reclinados: 1.774 litros (modelo de cinco plazas).
Peso sin carga (UE): 2.395 kg (modelo de cinco plazas).
Peso bruto del vehículo: 3.250 kg.
Prestaciones
Velocidad máxima: 290 km/h.
Aceleración 0 a 60 mph: 4,4 segundos.
Aceleración 0 a 100 km/h: 4,5 segundos.
Consumo de combustible (ciclo UE)
En ciudad: 15,6 litros/100 km.
En carretera: 9 litros/100 km.
Conducción mixta: 11,4 litros/100 km.
Emisiones de CO2: 260 g/km.
Controles de emisiones: EU 6
Agradecemos a Bentley Valencia las facilidades prestadas para la elaboración de este reportaje.
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotografías: Juan Inigo Ros, Amparo Mora Herrero, Bentley Motors
Infografías: Bentley