- HEMOS TENIDO LA OPORTUNIDAD DE PROBAR UNO DE LOS 12 EJEMPLARES DEL FELBER EXCELLENCE, EL ÚNICO EXISTENTE EN ESPAÑA Y DE LOS POCOS SUPERVIVIENTES QUE QUEDAN EN TODO EL MUNDO
- EL EXCELLENCE ES UNA ATRACTIVA MEZCLA DE LA CONTRASTADA MECÁNICA AMERICANA, PRESTADA DE UN PONTIAC FIREBRID TRANS AM CON UNA PERSONAL CARROCERÍA CREADA EN SUIZA POR WILLY FELBER
Dedicado a Juan Antonio.
26 de noviembre de 2023.- Viejo conocido propiedad de mi amigo Fran, y del que hacía muchos años que tenía ganas de probarlo…. Por mil y unas circunstancias la ocasión no llegaba, hasta que a mediados del mes de octubre Fran me comunicó que si me venía bien probarlo, adelante…. ¡el coche estaba en Valencia! Ante este ofrecimiento no lo dudé y organicé la agenda como pude para poder atender a mi cita largamente esperada con el Felber….
WILLY FELBER Y HAUTE PERFORMANCE MORGENS
Willy H. Felber, tras estudiar ingeniería, a principios de los años 60 del siglo pasado se dedicó profesionalmente al mundo del automóvil, -según sus propias declaraciones, siempre había sido un “loco de los coches”- al abrir el concesionario “Haute Performance Morges” en Morges, localidad próxima a Lausana. No tardó en convertirse en concesionario de Rolls-Royce, Bentley, Ferrari, Lancia, o Panther, en Morges, siendo el jeque de Qatar un cliente fiel. Viendo que sus mejores clientes le demandaban versiones especiales, que iban más allá en cuanto a prestaciones y equipamiento de lo que les ofrecía con las marcas de las que era concesionario, tomó la decisión de diseñar y fabricar versiones especiales que se ajustaran a las demandas de los mismos. Así, no tardó en fundar la empresa “W. H. Felber Automobiles SA”, desde la cual se ofrecían unos vehículos sin competencia en el selecto mercado, salvo los producidos por su compatriota Monteverdi; en la publicidad de la época ofrecía sus servicios como “estilismo, proyectos, construcción de vehículos deportivos y de lujo, fuera de serie, transformaciones, y todo tipo de transformaciones individuales”.
En 1984 la, cada vez más exigente, normativa sobre emisiones que ya se exigía en Suiza, dificultó de tal manera la homologación de los productos ofrecidos por Felber que se detuvo su producción, cesándose de manera definitiva en abril de 1991 la actividad de “W.H. Felber Automobiles SA”. A pesar de ello, la vinculación de Felber con el mundo del automóvil continuó al seguir regentando “Haute Performance Morges”, donde ofrecía sus servicios de restauración de vehículos antiguos. En diciembre de 2002 falleció Willy Felber.
EL FELBER EXCELLENCE
A mediados de los años 70 Willy Felber decidió utilizar una base mecánica de gran tirada procedente de los EE.UU. para su nuevo proyecto, que se bautizaría como Excellence en 1977. Este nuevo modelo partiría de la base mecánica del popular Pontiac Firebird, que por su disposición mecánica (motor delantero longitudinal y tracción trasera) se ajustaba al esquema del gran coupé de lujo que pensaba fabricar. Su gran motor V8 de gasolina acoplado a su transmisión automática le proporcionaría las prestaciones demandadas por sus exigentes clientes. Felber ofreció tres variantes de carrocería, la Spider que hemos probado, y otras dos cerradas, de las cuales una era fastback Coupé.
La combinación suizo-americana funcionó francamente bien -tratándose del tipo de vehículo del que se trata- de modo que hasta 1980, tras tres años de producción, se fabricaron 12 ejemplares del Excellence, vendidos a un respetable precio de 70.000 francos suizos (CHF). En la mayoría de los casos, el vehículo resultante, aunque no guardara parecido o elementos procedentes del modelo del que procedía, seguía conservando la documentación -incluyendo el número de bastidor- original del mismo. Por esta razón, el Felber Excellence probado en esta ocasión administrativamente sigue siendo un Pontiac Firebrid Trans AM.
HISTORIA DE LA UNIDAD PROBADA
En 1977 de la factoría de General Motors sita en Norwood (Ohio) salió un Pontiac Firebird Trans AM con una sugerente carrocería coupé (hardtop) pintada en Blanco Cameo y tapizada en polipiel de color negro, propulsado por el habitual motor V8 de 400 pulgadas cúbicas (centímetros cúbicos). El destino de este coche no fue quedarse en los Estados Unidos de América, sino que atravesó el Atlántico para ser enviado a Suiza, siendo importado por la filial del fabricante General Motors Suisse, SA. Su destino final fue la empresa “Garage Haute Performance” regentada por Willy H. Felber. En las instalaciones de Felber (comprobar) el Pontiac fue despojado de su característica carrocería, así como de sus guarnecidos interiores, recibiendo nuevos paneles de carrocería elaborados en acero, y un nuevo interior -asientos, consola central, salpicadero- que le cambiaron completamente el aspecto. Las principales modificaciones fueron convertir la carrocería original, en formato coupé, a una descapotable (spider) de dos plazas, lo que obligó a reforzar en diferentes puntos la carrocería para evitar torsiones en la misma. En el exterior destacaban las aparatosas llantas de radios Appliance, que calzaban neumáticos 225/70 15 en el eje delantero y 255/70 en el trasero, así como unas grandes salidas que permitían evacuar el aire caliente generado por el gran V8 en el vano motor. Tampoco pasan desapercibidos los arcos antivuelco, colocados tras las cabezas de conductor y acompañante. Los pilotos traseros resultarán familiares para muchos lectores, porque proceden del popular FIAT/SEAT 850 Spider.
La unidad probada, según la información que posee su actual propietario, fue el exhibida por el carrocero en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1978, permaneciendo en la actualidad prácticamente con el mismo aspecto, salvo por los escapes laterales que ya no conserva. Tras unos años de los cuales poco se sabe sobre la historia del Excellence, en febrero de 1998 fue matriculado en Denia (Alicante) por parte de un ciudadano francés que se había establecido en España; este le dio muy poco uso, aunque el coche estuvo bastante descuidado ajándose su aspecto general. En el año 2003 el vehículo cambió de dueño debido a las dificultades económicas por las que atravesó su, por entonces, propietario. Desde entonces ha sido muy poco usado, habiendo participado en algunos eventos organizados por el Clàssic Motor Club del l´Horta, como su concentración anual celebrada en 2015.
LA PRODUCCIÓN DE FELBER
La producción de vehículos bajo la denominación Felber fue bastante extensa tratándose de modelos realizados con carácter de prototipos o con tiradas muy cortas. Trabajó sobre bastidores de muchas marcas, tales como Buick, Ferrari, Innocenti, Lancia, Pontiac, Range Rover o Volkswagen. Sobre base Ferrari se fabricaron el FF (1974) sobre un 330 GTC, el 365 GT4 “Croisette” (1977), o el “coche de playa” desarrollado sobre un 365 GTB/4 Spyder (1976). Utilizando bastidores Lancia fabricó los Lancia Spider FF (1976) y FF Lancia Michelotti (1977). Con el Pacha (1980) se volvió a recurrir a bastidores procedentes de los EE.UU., en este caso de un Buick Skylark, del que se fabricaron 35 ejemplares. Dentro del campo de los 4×4 destacan las transformaciones hechas sobre los International Harvester, que dieron lugar a los Oasis y Scout, del que se fabricaron unos 70 ejemplares. También se ofreció un Range Rover Felber FF. Felber también trabajó sobre utilitarios, dando lugar al Felber Rubis 112, partiendo del pequeño Innocenti, o el Spezial sobre el Golf.
AL VOLANTE
La conducción del Felber Excellence no difiere del modelo del que parte, un Pontiac Firebird Trans Am: eso significa que se trata de un coche muy agradable de conducir, con un motor potente que destaca por su importante cifra de par motor desde muy pocas revoluciones (típico de los grandes v8 americanos) y por su sensación de poderío. La caja de cambios, de tres velocidades, una vez insertada la D se encarga de todo con discreción, permitiendo que el conductor se dedique a disfrutar del paseo a cielo abierto, algo que no se podía hacer con el Firebird del que procede porque sólo se ofrecía con la carrocería coupé de dos puertas. Felber hizo un gran trabajo adaptando el bastidor para crear una versión abierta, sin que se noten flexiones, ruidos o reacciones extrañas en la carrocería, notándose en un perfecto ajuste de las puertas. El Excellence es ideal para ir de paseo, disfrutando de la compañía del acompañante al haberse perdido las plazas traseras, eso sí, siendo conscientes de que llamaremos mucho la atención allá por donde vayamos.
La dirección es muy suave de accionar y se gobierna con un precioso volante Moto-Lita de aluminio y madera, con el escudo de Felber en el centro del mismo, con lo cual gobernar los cerca de 5 m del Excellence se convierte en algo sencillo, a lo que contribuye la perfecta visibilidad estando el coche descapotado. Los frenos responden correctamente, aunque con un esquema basado en frenos de disco delante-tambores traseros no podemos esperar un rendimiento excepcional de los mismos, al igual que con las suspensiones, cuyo eje trasero se apoya sobre ballestas y amortiguadores hidráulicos. Si a todo ello le añadimos que es un tracción trasera, tendremos que ser cuidadosos con las reacciones del eje trasero, especialmente si los neumáticos no se encuentran en perfecto estado. Sin duda, son los apartados donde el modelo americano se encontraba en franca inferioridad frente a modelos europeos del mismo tipo.
Como conductor tengo un precioso salpicadero chapado en madera en el cual los relojes originales de la instrumentación han sido reemplazados por unos Richard con esferas de un elegante toque azulado. Los mandos de la climatización son los de origen, así como los mandos del arranque o los que permiten ajustar los espejos retrovisores. Pero el resto, el salpicadero es de nuevo diseño forrado con el mismo material que tapiza los asientos. En general el coche, con un kilometraje que no llega a los veinticuatro mil kilómetros funciona de maravilla, aunque necesita una revisión general para ir subsanando las pequeñas averías que ocasiona la falta de uso en cualquier vehículo y para devolverlo a su esplendor como cuando se expuso en el Salón de Ginebra en 1978
La postura de conducción es agradable, con asientos bajos y con el volante a mano, y los espejos ofreciendo una buena visión de lo que ocurre a los laterales del Excellence. Mientras circulamos por zonas llanas el asiento, de respaldo muy plano, ofrece un razonable punto de apoyo para la espalda, pero cuando cambian las circunstancias hay que agarrarse al volante dada la forma prácticamente plana del mismo, la cual no invita a una conducción deportiva. Tal vez pensando en este inconveniente, el pasajero puede agarrarse a un asa que cruza de lado a lado el salpicadero que queda a su frente.
EQUIPAMIENTO Y VIDA A BORDO
La calidad del Excellence es buena y contamos con un equipamiento que justificaría el sobrecosto sobre el precio del Firebird Trans AM del que partía: así, la regulación de los espejos se realiza manualmente desde el interior, los elevalunas son eléctricos así como la apertura del maletero, el salpicadero y soporte de la palanca del cambio van enchapados en madera y asientos y guarnecidos interiores van conjuntados en tonos claros. El pomo selector de la transmisión automática y su marco van decorados en la misma madera utilizada en el resto del salpicadero. Aún conserva el equipo de música original, un radio cassette Panasonic de gran calidad.
Llama la atención la calandra frontal y el marco que se extiende a ambos lados, elaboradas en acero inoxidable; los faros van colocados en ambos extremos y llevan en el centro de la lente un bonito adorno con el emblema de Felber. Tras las láminas horizontales que conforman el frontal se intuyen unos faros auxiliares sólo visibles cuando éstos se encienden.
El coche calza unas bonitas llantas de radios, que pensamos son las originales del coche. La carga de combustible se realiza por una boca de carga situada en la parte trasera, por encima de la matrícula trasera, posición que no es fácil de encontrar ni cómoda para efectuar el repostaje.
Un lujo para la época eran los elevalunas eléctricos, los retrovisores regulables desde el interior y el maletero de accionamiento eléctrico. El arquillado de la capota también va forrado, así como los arcos antivuelco que protegen al conductor y a su acompañante.
FICHA TÉCNICA
Motor
- Tipo: GM L78 400, 4 tiempos, de gasolina.
- Número de cilindros y disposición: 8 cilindros en uve (90 grados), disposición delantera longitudinal.
- Cilindrada (cc): 6.555
- Diámetro x carrera (mm): 104,6×95,2
- Número de válvulas por cilindro: 2 situadas en la culata.
- Distribución: Árbol de levas central, válvulas empujadas por empujadores y árbol de balancines.
- Alimentación del motor: Carburador de cuatro cuerpos Rochester.
- Relación de compresión: 7,7:1
- Potencia máxima (CV SAE/CVF) a rpm: 220/35,38 a 4.000
- Par máximo (kgm) a rpm: 435/2.800
- Bloque: Realizado en acero.
- Culata: Realizada en acero.
- Refrigeración: Por líquido, con radiador y bomba de agua.
Transmisión
- Caja de cambios: Automática, GM Turbohydramatic de 3 velocidades.
- Tracción: Trasera.
Bastidor
- Tipo: Carrocería monocasco de acero.
- Frenos: Hidráulicos, delanteros de disco, traseros de tambor, asistidos por un servofreno de vacío. Freno de mano sobre las ruedas traseras.
Carrocería
- Tipo: Spider.
- Carrocero: W. H. Felber Automobiles SA,
- Número de puertas: 2.
- Número de plazas: 2
- Dimensiones y pesos
- Longitud (mm): 4.800
- Ancho (mm): 1.860
- Alto (mm): 1.250
- Distancia entre ejes (mm): 2.745
- Carga del maletero (kg): 90
- Tara (kg): 1.750
- Capacidad del depósito (l): 80
Suspensión
- Delantera: Independiente, resortes helicoidales y amortiguadores hidráulicos.
- Trasera: Eje rígido, ballestas semielípticas y amortiguadores hidráulicos.
Dirección
- Tipo: Servoasistida.
Ruedas
- Neumáticos: BG Goodrich Radial T/A en tamaño 225/70 15 en el eje delantero y 255/70 15 en el trasero; llantas Appliance.
Rendimiento y consumos (valores orientativos)
- Velocidad máxima (km/h): 190
- Aceleración 0-100 km/h (s): 9,1
- Consumo extra urbano/urbano/autopista/combinado (l/100): 15.9-19.1 / 28.5-34.2 / 18-21.6 / 22.6
Vida comercial
- Período de comercialización: 1977-1980
- Precio del vehículo (CHF): 70.000
- Unidades producidas: 12
Agradecemos a Fran Díaz la colaboración para la elaboración del presente reportaje.
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotos: Clásicos al Volante, Fran Díaz, Autotitre, KS-Classic-Cars, KLD Concept