- HEMOS PUBLICADO LA NOTICIA DE QUE FIVA ANUNCIÓ SUS PRIMEROS 14 «HÉROES DE LA HISTORIA DEL AUTOMOVILISMO» DE SU SALÓN DE LA FAMA
- ENTRE LOS 14 GALARDONADOS, ENCONTRAMOS AL ESPAÑOL DON DAMIÁN MATEU BISA (1863-1935), FUNDADOR JUNTO A MARC BIRKIGT EN 1904 (EN BARCELONA) DE LA PRESTIGIOSA MARCA HISPANO-SUIZA
12.9.2021.- Desde la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA) queremos transmitir nuestra enhorabuena tanto a la familia Mateu como a la propia marca Hispano Suiza.
Aquí os dejamos su biografía:
Damián Mateu Bisa nació en Llinars del Vallés (Barcelona) en 1863, en el seno de una familia acomodada. Era el cuarto hijo de Miguel Mateu Farralt, que había levantado un próspero negocio de comercio de hierro.
A la muerte de su padre, en 1877, su hermano mayor Miguel se hizo cargo de la empresa, y Damián Mateu se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona. Sin embargo, la muerte prematura de su hermano le obligó a hacerse cargo de la empresa, que a estas alturas tenía sedes en Barcelona y Valencia. A pesar de su inexperiencia, la astucia de Damián Mateu hizo que la renombrada «Hijo de Miguel Mateu» creciera rápidamente. Amplió sus actividades con la creación de Fuerzas Hidroeléctricas de Andorra, que garantizaba el suministro de electricidad a la ciudad de Barcelona.
En 1904 dio un paso determinante, cuando su amigo Francisco Seix le convenció para adquirir lo que quedaba de la empresa J.Castro y reiniciar la manufactura de automóviles. Reunió un grupo de inversores, y junto a Seix y al ingeniero Marc Birkigt fundó la Hispano-Suiza, Fábrica de Automóviles SA, de la que fue Presidente hasta su fallecimiento, y a la que dedicó gran parte de sus esfuerzos empresariales.
La apuesta de Damián Mateu por la Hispano-Suiza fue determinante, hasta convertirse en el centro de su actividad empresarial, a pesar de que nunca fue la más rentable de sus sociedades. Mateu fue determinante para el progreso de la firma, adelantando fondos cuando fue necesario para salvar la empresa, como en 1907, cuando la crisis económica azotó Europa. Tampoco dudó en adelantar grandes cantidades de su propio dinero para que la Hispano-Suiza pudiera crecer, como en febrero de 1907, fecha en la que se hizo efectiva la adquisición de la mítica fábrica de «La Sagrera», ocasión en la que Damián Mateu aportó la mitad del precio, como préstamo personal a la sociedad.
Sin desmerecer la gran aportación del técnico Marc Birkigt, fue sin duda la audaz visión empresarial de Damián Mateu la que llevó a la Hispano-Suiza a su espectacular crecimiento. Fue decisión de Mateu la instalación de la sucursal en Francia, o la de concurrir a las competiciones en el país galo. Supo mediar cuando las fricciones de Birkitg con otros responsables de la empresa o con el mismo Consejo de Administración llegaron casi al punto de ruptura, especialmente en 1921, y le apoyó tras sus graves fracasos, como el de los «superhispanos» en 1913. También fue determinante cuando el técnico suizo precisó de recursos casi ilimitados para desarrollar el primer motor de aviación de la casa, alcanzando un presupuesto de varios millones de pesetas, cuando el capital de la Hispano-Suiza no llegaba a los cinco millones.
Como presidente de la Hispano-Suiza, Damián Mateu supo sortear las dificultades de suministros ocasionados por la I Guerra Mundial, y posteriormente marcó un hito al comandar la primera empresa que derrotó judicialmente al Estado Francés en su injusta reclamación de impuestos sobre beneficios de guerra.
Basó el crecimiento de la Hispano-Suiza en la creación de empresas filiales independientes, logrando proteger así jurídicamente a la empresa matriz, una táctica muy innovadora en su tiempo. Asimismo su ingenio resultó fundamental para la expansión del transporte de viajeros en España, y posteriormente de la aviación.
Como monárquico convencido, y amigo personal de Alfonso XIII, sufrió con la llegada de la II República. Aun así, se mantuvo al frente de la empresa hasta su muerte, el 7 de diciembre de 1935. A su fallecimiento su hijo Miguel se hizo cargo de todas sus responsabilidades empresariales.
Al margen de su actividad en la Hispano-Suiza, Damián Mateu fue vicepresidente del Banco Urquijo Catalán, consejero de La Maquinaria Terrestre y Marítima y del Diario de Barcelona, así como editor del Diario del Mediodía.
Fue asimismo un gran mecenas de las artes, logrando reunir importantes colecciones de arte chino, de pintura modernista catalana, de arte visigodo y de arqueología mallorquina. Adquirió y restauró el Castillo de Perelada y otros edificios emblemáticos, dejando un legado cultural e industrial de valor incalculable.
Fuente: FEVA
Fotografía: FEVA