- EN LA X EDICIÓN DE LA CONCENTRACIÓN CLÁSICOS UTIEL VIÑA DE ESPAÑA, ORGANIZADA POR LA ESCUDERÍA MOTOR CLÁSICO LA PLANA DE UTIEL, PUDIMOS VER UN VEHÍCULO MUY CONOCIDO POR EL GRAN PÚBLICO, PERO AUN ASÍ MUY RARO DE VER EN ESPAÑA: UN DELOREAN DMC12
- EL DELOREAN DMC12 ES UNO DE LOS GRANDES PROTAGONISTAS DE LA PELÍCULA “REGRESO AL FUTURO” (1985), PROTAGONIZADA POR MICHAEL J. FOX
16 de junio de 2014.- Lo bonito de ir acudiendo a las concentraciones que se convocan por los alrededores de Valencia, además de pasar un buen rato con los amigos y conocidos, es la oportunidad de ver y examinar los nuevos modelos que se van incorporando a los clubes locales.
Desde hacía algún tiempo sabía que nuestro amigo Jesús estaba detrás de un DeLorean, carismático modelo fabricado en la década de los años 80 del siglo pasado, obra de John Z. de Lorean. En las ocasiones anteriores en las que había coincidido con Jesús me iba informando sobre el asunto, confirmándome que el vehículo ya estaba en España y a la espera de someterlo a una puesta a punto previa a su matriculación.
La intención de Jesús era presentarlo en sociedad en la X Edición de la Concentración Clásicos Utiel Viña de España; unos días antes de la misma no sabía si sería posible, al estar todavía el DeLorean en el taller, pero con gran alegría lo vimos el pasado domingo el Utiel. ¡Jesús lo había conseguido!
Durante el rato que lo estuvimos examinando nos iban llegando recuerdos de artículos que leímos sobre este coche en revistas y enciclopedias, como Motor 16 y Enciclopedia del Auto. Nos viene a la memoria que el primer, último modelo fabricado por DeLorean, el DMC12 salió de la fábrica de e Dunmurray el 21 de enero de 1981, siendo presentado en el Salón de Ginebra de ese mismo año. El inicio de la producción cerraba un largo proceso de desarrollo iniciado en mayo de 1975, cuando vio la luz el primer prototipo de De Lorean Motors Co., el DSV 12.
El promotor de este negocio fue John Z . De Lorean, conocido ejecutivo que desarrolló su exitosa carrera profesional en Chrysler, Packard y GM. En esta última logra un gran reconocimiento al diseñar el Pontiac GTO, primer deportivo de la marca. De esta división pasó a Chevrolet, llegando a ser vicepresidente de GM.
DeLorean Motor Co.
Tras su salida de General Motors puso en marcha un ambicioso proyecto: en 1973 fundó la DeLorean Motor Co. con el objetivo de diseñar un deportivo que fuera un referente internacional, y que iría equipado con puertas del tipo “alas de gaviota”, como las montadas por los Mercedes-Benz 300SL. Para ello, reunió a los mejores especialistas del mundo, que resultaron ser Giugiaro para el diseño de la carrocería, Lotus para la puesta a punto y el Grupo PSA para las mecánicas. Para la ubicación de su empresa se plantearon varias posibilidades, entre ellas España, aunque finalmente las condiciones ofrecidas por el Gobierno de Irlanda del Norte fueron determinantes para su instalación en la población de Dunmurray.
Las expectativas de ventas del DMC12, no se logran, de modo que la empresa se encuentra en dificultades financieras que llevan a la declaración de suspensión de pagos en 1982. En octubre de ese año las ventas apenas existían. Poco tiempo después John Z. De Lorean es detenido por FBI acusado de tráfico de drogas en una turbia operación; al parecer la finalidad de la venta de la cocaína que iba a vender era dotarle de los recursos económicos necesarios para reflotar su empresa…
¿Por qué no funcionó el DeLorean? Porque necesitaba vender 30.000 unidades anuales a un precio de 25.000 dólares…. Pensemos, que Chevrolet sólo vendía 40.000 unidades de su Corvette, su principal rival en el mercado, a un precio más asequible de 24.000 dólares.
En 1981 se fabricaron 7.409 unidades y en 1982, 1.333; durante sus dos años de producción cerca de 4.000 coches fueron exportados a los EE.UU.
Nuestro protagonista
Lo que más nos llamaba la atención era la bonita carrocería, firmada por Giugiaro, con las puertas de apertura vertical al igual que los legendarios Mercedes Benz 300SL. Además de esta particularidad, al estar realizada en acero inoxidable no era preciso que se pintara, luciendo su característico tono metálico.
El interior de esta unidad, fabricada en 1981, es realmente bonito y acogedor, con asientos y salpicadero forrados en piel negra. Tal y como nos hace ver Jesús muchos de los mandos son de origen Renault, y se echa en falta una instrumentación algo más futurista, en lugar de la clásica (pero completísima) analógica que equipa.
Tanto el conductor como su acompañante van sentados muy bajos, aunque ello no dificulta en exceso entrar o salir del coche. Llama la atención una pequeña luneta practicable en la parte inferior de la ventanilla de la puerta, dado que la misma no es practicable por la forma de la puerta. Abrir o cerrar esta no es complicado, a pesar de su curiosa disposición.
Detrás de los asientos queda un pequeño espacio para colocar pequeños objetos o bolsas que completan el maletero. El equipamiento es generoso y completo, tal y como correspondía a su slogan comercial “el DeLorean, un sueño cumplido”.
La técnica
Mecánicamente, el DeLorean apoya su carrocería de acero en una viga central: en las partes delantera y trasera incorpora unas cunas que albergan la dirección, radiador y depósito de combustible (la primera) y el motor y la transmisión (la segunda). Con esta disposición mecánica, el 35% del peso recaía en el eje delantero y el 65% detrás, reparto que distaba mucho de ser el ideal. El peso total era de 1.224 kgs.
La suspensión era delantera era a base de brazos oscilantes y muelles helicoidales y la trasera brazos radiales. Los neumáticos traseros eran más anchos (235/60HR15) que los delanteros (195/60HR14), siendo el proveedor de primer equipo Goodyear con los NCT.
El motor utilizado fue un V6 desarrollado por el consorcio Peugeot-Renault-Volvo, utilizado en grandes berlinas como el Peugeot 604, Renault 25 ó Volvo 760GLE. Con 2,6 litros de cilindrada desarrollaba 130 cv a 5.500 rpm, siendo capaz de alcanzar una velocidad punta de 193 k /h, con una aceleración 0-100 km/h en 9,5 segundos. Su acceso es fácil gracias al gran portón que lo tapa, permitiendo trabajar sobre el mismo con total comodidad.
Los periodistas que lo probaron no lo encontraron difícil de conducir, si bien algunos probadores encontraron difícil mantener recta la trayectoria a alta velocidad. La opinión unánime era que estaba subdesarrollado, y que tenía poca potencia, a pesar de los esfuerzos realizados por Lotus, empresa encargada del desarrollo técnico del bastidor y tren rodante. En 18 meses tuvo que desarrollar los primeros prototipos en un coche de producción, plazo muy corto para estos cometidos. Se le reprochaba ser un deportivo lento y carente de agresividad.
Agradecemos a Jesús haber podido conocer mejor su DeLorean, uno de la media docena de los que, calculamos, circulan por España.
Texto y fotografías: Juan Inigo Ros