CON DOS NUEVOS PASOS DE PEATONES Y VALLAS DE PROTECCIÓN
5.1.2.017.- Ayer comenzaron a funcionar los semáforos de los dos nuevos pasos de peatones situados a la altura del Colegio Público Cervantes, dentro del Plan de Mejora de la Movilidad del nuevo Anillo Ciclista. Esta acción satisface las históricas reclamaciones de los vecinos del Botánico y del centro escolar.
La medida, llevada a cabo por el Servicio de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Valencia, conlleva dos pasos de peatones controlados por un único semáforo. Uno de ellos cruza la calle Pare Manjón en su incorporación a Guillem de Castro y, el otro, atraviesa la misma calle Guillem de Castro. A su vez se ha incluido la instalación de dos barandillas de cristal en sendas puertas del colegio Cervantes, de entre cuatro y cinco metros cada una, para aumentar la seguridad de los escolares cuando se concentran en las puertas.
Se trata del mismo tipo de barandillas que desde el mes de octubre se han instalado en otros colegios de la ciudad, como los Salesianos de la avenida Primat Reig; el C.P. Sara Fernández en la calle Reverend José Noguera; la escuela Santo Ángel de la Guarda en el cruce entre las calles Sant Vicent Màrtir y de la Pianista Amparo Iturbi; el colegio Mantellate en la calle Marxalenes y donde se ubica el colegio Calasanz, en la calle Doctor Moliner.
Esta actuación del entorno del colegio Cervantes se ha incluido en el proyecto de construcción del Anillo Ciclista que, desde hace poco más de una semana, ya ha abierto un tramo de Guillem de Castro hasta el antiguo cauce del río Túria. Cabe recordar que, cuando se ejecute el tramo del Anillo que falta en Guillem de Castro, también se instalará otro paso de peatones a la altura de la calle Gandia. Esto supondrá una conexión con los Jardines del Antiguo Hospital en un largo tramo de Guillem de Castro que, desde la entrada al paso inferior de Ángel Guimerá hasta la calle Cuenca, ahora carece de itinerarios para peatones.
Como apunta el concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi, “estas novedades evidencian la mejora que el Anillo Ciclista planteado por el gobierno de la Nau supone para la movilidad en general, no solo para los ciclistas”, ya que “acaba –continua explicando Grezzi- con la marginación que el anterior diseño vial infligía a cualquiera que no se moviera en coche en pleno centro de València. Ahora, afortunadamente, València ya camina junto al resto de ciudades avanzadas de todo el mundo que están abandonando ese modelo obsoleto e insostenible de movilidad”.
Fuente: Ayuntamiento de Valencia
Fotografías: Ayuntamiento de Valencia