BENTLEY TIPO T NÚMERO DE BASTIDOR SBH1001
BENTLEY TIPO T NÚMERO DE BASTIDOR SBH1001
  • EL PRIMER BENTLEY T-SERIES VUELVE A LA HERITAGE COLLECTION
  • MATRICULADO POR PRIMERA VEZ EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1965 COMO «COCHE DE PRUEBAS» DE LA EMPRESA
  • COCHE ENCONTRADO TRAS AÑOS ALMACENADO COMO UNIDAD FUERA DE USO
  • P&A WOOD, ESPECIALISTA EN BENTLEY, HA REALIZADO UN MINUCIOSO TRABAJO DE PUESTA A PUNTO DURANTE 18 MESES
  • EL EQUIPO SE ENCONTRÓ CON MUCHOS PROBLEMAS, DESDE DAÑOS EN EL CABLEADO Y POR ACCIDENTE HASTA LA FALTA DEL SALPICADERO
  • UN PROCESO DE PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DELICADO: EL MANTRA DE «REPARAR ANTES QUE SUSTITUIR»
  • UN MODELO TRASCENDENTAL EN LA HISTORIA DE BENTLEY: EL PRIMER MONOCASCO

(Crewe, 18 de septiembre de 2024).- El Bentley Serie T más antiguo del mundo, una berlina estándar en Shell Grey, ha regresado a Crewe después de 59 años. Tras una cuidada puesta a punto y conservando gran parte de sus componentes y equipamiento originales, pasa a formar parte de la Bentley Heritage Collection, compuesta por vehículos de calle y de competición que, en conjunto, describen los 105 años de historia de Bentley.

El chasis SBH1001 de la Serie T se utilizó como coche de pruebas de la empresa y apareció en la portada de los medios de comunicación tras el lanzamiento del modelo en el Salón del Automóvil de París de 1965. Cuando se encontró bajo una funda en un almacén, el coche llevaba décadas sin funcionar y le faltaban varias piezas clave, incluido todo el interior. La importancia del coche como primer T-Series -o Rolls Royce Silver Shadow equivalente- salido de la línea de producción motivó la decisión de volver a ponerlo en circulación, conservando tanto del coche original como fuera posible.

Mike Sayer, Head of the Bentley Heritage Collection, explica: «La Serie T es una de las dos piezas finales del puzzle que completa nuestra rejuvenecida Heritage Collection. Nuestro Chief Communications Officer, Wayne Bruce, y yo lo encontramos literalmente bajo una lona en la parte trasera de un almacén y, dado que era el primer chasis de la serie, sabíamos que teníamos que salvarlo. Junto con nuestro T-Series Mulliner Coupe, esta berlina renovada completa la historia del patrimonio de Bentley de los años 60 y 70, y es ahora un ejemplar excepcional del modelo, que fue el primer Bentley en utilizar una construcción monocasco unitario».

Después de que un grupo de aprendices de Bentley iniciara el proceso de desmontaje y evaluación del coche, la puesta a punto del T-Series se confió al equipo de expertos de P&A Wood, especialistas en la conservación y restauración de Bentley clásicos y socios de la empresa para los proyectos de la Heritage Collection. Louise Wood, hija del cofundador Andrew Wood, dirigió el proyecto, apoyada por el director de carrozados Dave Lowe, un veterano de P&A Wood con 23 años de experiencia.

Restaurado a su estado original

Al hacer balance de la Serie T de Bentley, los elementos clave del tren motriz demostraron estar en un estado sorprendentemente bueno. El motor cobró vida tras 15 años de silencio y sólo necesitó una revisión a fondo, mientras que la caja de cambios sólo necesitó un pequeño ajuste. El eje trasero también estaba en buen estado y sólo necesitaba juntas nuevas.

Entre los principales retos a los que se enfrentó el equipo se encontraban la falta del salpicadero, la ausencia de molduras interiores, un cableado hecho pedazos sin un diagrama detallado, la corrosión alrededor del subchasis trasero y reparaciones anteriores de mala calidad practicadas con motivo de un accidente. Ante la escasez de piezas de repuesto disponibles, el equipo recurrió a un vehículo donante que estaba al final de su vida útil. Como las especificaciones de la serie T habían evolucionado con los años, era importante que el donante fuera también un modelo antiguo. Se discutieron y estudiaron todos los detalles, hasta el logotipo correcto (Rolls-Royce) en las hebillas de los cinturones de seguridad y la ausencia de retrovisores.

La Serie T contaba con innovadores soportes Vibrashock que amortiguaban las vibraciones y un control hidroneumático de la altura de conducción de dos circuitos, todo lo cual se revisó a fondo. Se sustituyeron todos los latiguillos hidráulicos y se restauraron componentes exclusivos, como las válvulas de distribución de los frenos. El recableado y el montaje del salpicadero resultaron ser una tarea de gran envergadura, que requirió mucho tiempo y perseverancia. 

Mientras tanto, se decapó la pintura, revelando un trabajo de reparación de accidentes mal ejecutado y espacios entre paneles irregulares. Uno de los faldones traseros estaba corroído y tuvo que ser sustituido, tras lo cual se aplicaron varias capas de imprimación 2k de alto espesor a todo el vehículo, lijando cuidadosamente cada capa una vez seca. Dedicamos mucho tiempo a suavizar los bordes de los paneles para que no parecieran esculpidos con masilla», explica Dave Lowe. Y aunque utilizamos acabados de dos capas actuales, intentamos hacerlo todo a la vieja usanza de Crewe». Esto incluyó un lijado final con abrasivo de grano 8000 seguido de un pulido a máquina. Los brillos y los paragolpes se limpiaron y pulieron, pero no se volvieron a cromar para conservar la pátina original.

Esa historia comienza ahora un nuevo capítulo, ya que el T-Series se reúne con su antigua matrícula del gabinete de prensa, 1900 TU, como la última incorporación a la Heritage Collection. Junto con los otros 45 coches de la Colección, el T-Series vivirá en el campus de Bentley en Crewe, Inglaterra, en exposición permanente y se mantendrá en funcionamiento, en condiciones legales para circular cuando sea necesario.

Bentley T-Series

En 1958 se empezó a diseñar el primer monocasco de Bentley y Rolls-Royce, destinado a sustituir a las carrocerías con chasis independiente. El resultado fue el coche comercializado por Bentley como T-Series y por Rolls-Royce como Silver Shadow.

En 1962, John Blatchley, famoso por el diseño del Continental R-Type, había completado un nuevo diseño exterior para una carrocería monocasco de acero y aluminio. El diseño mejoraba el espacio para los pasajeros del S3 anterior, pero el coche era ahora siete pulgadas más corto, cinco pulgadas más bajo y tres pulgadas y media más estrecho.

Con el motor V8 de 6,23 litros y 225 CV recién desarrollado, siete prototipos se sometieron a pruebas de resistencia de más de 160.000 km. En aquel momento, el motor alcanzaba la mayor potencia específica por peso de cualquier coche de producción del mundo, con 1,2 kg/CV (2,7 lb/CV).  Las innovaciones de diseño incluían subchasis independientes para el motor y la transmisión, la suspensión, la dirección y el eje trasero, con soportes de goma «Vibrashock» desarrollados para aislar el ruido de la carretera y las vibraciones.   

El Bentley T-Series fue elogiado como un claro ejemplo de ingeniería revolucionaria, ya que fue el primer Bentley en prescindir de la construcción de un chasis independiente, y su construcción relativamente ligera le proporcionó unas prestaciones impresionantes para un sedán en 1965, con una velocidad máxima de 185 kmh y un 0-100 kmh conseguido en 10,9 segundos.

Se fabricaron 1.868 unidades de la primera generación de la Serie T, con un precio de venta antes de impuestos de 5.425 libras y la mayoría eran berlinas estándar de cuatro puertas.

En este enlace puedes leer la prueba de un Bentley T-Series.

Fuente: Bentley

Fotografías: Bentley

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