EL BESTIAL 208 T16 PIKES PEAK PUDO, POR FIN, RUGIR A PLENO PULMÓN EN LA ASCENSIÓN AL MONT VENTOUX.

  • CONFINADO HASTA AHORA A LA CONFIDENCIALIDAD DEL TALLER O AL ESPACIO VALLADO DE UN CIRCUITO, EL BESTIAL 208 T16 PIKES PEAK PUDO, POR FIN, RUGIR A PLENO PULMÓN EN LA ASCENSIÓN AL MONT VENTOUX
  •  SÉBASTIEN LOEB Y TODO EL EQUIPO PEUGEOT SPORT REALIZARON UN ÚLTIMO ENSAYO GENERAL ANTES DE VIAJAR, EN JUNIO, HACIA COLORADO

1 de junio de 2013.- Para el Campeón del Mundo estaba todo muy claro: “¿El Mont Ventoux? Había más opciones de que lo subiera en coche que en bicicleta.” Bastan los pocos kilómetros que llevan hasta el lugar dónde el equipo Peugeot estableció su base de pruebas para comprender la razón por la que esta montaña se ha convertido en un mito para los amantes del ciclismo. Su pendiente es muy dura y sus curvas no conceden ni el más ligero respiro hasta llegar a la cima, a 1.909 metros de altitud con un relieve que, por otra parte, ofrece a los más atrevidos un panorama magnífico sobre las dulces llanuras de la Provenza. Cuando el esfuerzo es más duro, a causa de la altura, la vegetación desaparece y el decorado se convierte casi en lunar. Los últimos seis kilómetros, los elegidos por Peugeot Sport para su sesión de pruebas, son espectaculares.

No es raro pues que el Mont Ventoux sea una de las llegadas de etapa más famosas del Tour de Francia ciclista. Y tampoco sorprende que hubiera sido el escenario de una de las carreras en cuesta automovilísticas más famosas de Francia. Desde el año 1902, antes incluso de la primera edición del Pikes Peak, las mecánicas más afinadas del momento eran sometidas a una dura prueba en esa carrera. Qué mejor sitio, por tanto, para ultimar la preparación del gran reto americano del equipo.

Después de las sesiones de pruebas en un entorno seguro, había llegado el momento de dejar en libertad a la fiera en su hábitat natural. “Es importante, confirma Sébastien Loeb, puesto que el Pikes Peak no tiene nada que ver con un circuito, donde el asfalto está en perfecto estado.

Cualquier coche resulta muy fácil de conducir en un circuito y, por tanto, era indispensable probarlo en un escenario más parecido al que nos encontraremos en los Estados Unidos. Esta carretera es ideal para ello.”

El campeón francés no esconde su satisfacción por reencontrarse de nuevo con el 208 T16 Pikes Peak, que luce ya sus feroces colores de carrera: “La potencia no es lo que más me impresiona. ¡Ya me he acostumbrado a ella! Por el contrario, la velocidad con que llegan las curvas es mucho más impresionante que en un circuito donde sabes que tienes que frenar en el panel de “100 metros”. Aquí, llegas en 5ª o 6ª, ves la montaña delante y te preguntas dónde hay que frenar. ”

Con sus 875 caballos, la “bestia” es realmente algo fuera de lo común: “Es todavía muy reactivo al volante y para mantenerlo a fondo en las enlazadas rápidas hay que tener mucha fe, confiesa Sébastien Loeb. Con unos neumáticos slick tan anchos y las velocidades que se alcanzan, la más pequeña imperfección en la carretera hace que el coche se mueva mucho. Las pruebas de neumáticos más blandos, aportados por Michelin, así como un nuevo reglaje de dirección han permitido mejorar mucho las cosas.”

Para Jean-Christophe Pailler, el jefe del proyecto técnico dentro de Peugeot Sport, esta sesión de pruebas en condiciones reales se convierte en el ensayo general tanto para los miembros del equipo como para el coche: “Los mecánicos y los ingenieros se han familiarizado con la explotación del coche en condiciones reales. Analizan cada vez mejor todas sus reacciones y los reglajes, escrutan el más pequeño ruido y cada detalle y, poco a poco, afinan la fiera. Es un aprendizaje general para todos. ”

“Esta sesión en el Mont Ventoux ha permitido, además, trabajar con algo más de altura: No son las condiciones extremas del Pikes Peak, con sus 4.301 metros pero sí una etapa intermedia. Aquí podemos constatar las diferencias de funcionamiento del motor en altura pese a que, con nuestros turbos, esperamos que la pérdida de potencia debida a la altitud será menor que la de nuestros rivales”, añade Pailler.

Próxima etapa: Colorado para las pruebas que se llevarán a cabo, tramo a tramo, los días 8, 9, 14, 15 y 16 de junio. Será la última sesión de pruebas antes del inicio del programa oficial de la competición del 24 al 30 de junio, día en que Sébastien Loeb y el 208 T16 Pikes Peak se lanzarán a la conquista de las nubes.

Más información:

www.peugeot-sport.com/

www.ppihc.com

Texto y fotografía: Peugeot‎

Artículo anteriorAUDI OFRECE A SUS CLIENTES UN SERVICIO GRATUITO PARA PASAR LA ITV
Artículo siguienteDANI SORDO VUELVE AL PODIO EN EL RALLY ACRÓPOLIS