- UN GRUPO DE COCHES CLÁSICOS, ENTRE LOS QUE DESTACABA UNA AMPLIA MUESTRA DE BMW DE LA SERIE 6 (E24) VISITAN LA POBLACIÓN VALENCIANA DE XÁTIVA
- A LO LARGO DE LA MAÑANA SE VISITA LA FÁBRICA DE CERVEZA ARTESANA “LA SOCARRADA”
Valencia, 6 de julio de 2013.- Una docena de coches clásicos procedentes de Valencia y su área metropolitana ha hecho una excursión a la localidad de Xátiva, donde tras visitar la fábrica de cerveza artesanal “La Socarrada” han recorrido el casco histórico de la localidad y han subido hasta el Castillo, en cuyo mirador han comido.
A las nueve de la mañana la Rotonda de Los Anzuelos los vehículos clásicosconvocados por el Foro Gente BMW han ido concentrándose, con predominio de los BMW, con cinco unidades de la serie 6 (e24), dos unidades M y otras tres 635CSi, y una de un 3.0 CSi (e9). Han acudido tres Mercedes, correspondientes a las Series SL (R129) y SEC (C124), dos Chevrolet Corvette (C5 y C6), un Matra Murena, un Mini y un bello Alfa Romeo Giulia Sprint Bertone 1.600 (1963), el coche más veterano del encuentro.
La caravana de clásicos ha empleado poco más de una hora en llegar hasta Xátiva, donde tras el preceptivo reagrupamiento, los conductores y sus acompañantes han acudido a las instalaciones de la fábrica de cervezas “La Socarrada”. Esta joven cervecera, a pesar de su juventud, ha logrado un gran prestigio gracias a la calidad de su cerveza, elaborada artesanalmente. Una interesante visita guiada, a cargo de sus socios fundadores, ha permitido ver in situ las diferentes fases de la elaboración y embotellado de esta bebida; la visita ha finalizado con una cata acompañada de excelente coca de tomate.
Después de la visita se ha realizado un corto recorrido por el casco histórico de Xátiva, caracterizado por sus estrechas callejuelas, encosteradas y adoquinadas en muchos casos; la alta temperatura ambiental y el lento ritmo de circulación ha hecho trabajar a fondo los sistemas de refrigeración de los potentes motores BMW.
Tras el medio día los coches han enfilado el camino hacia el castillo, para lo cual han tenido que superar un considerable desnivel y unas cerradísimas curvas; el esfuerzo ha valido la pena gracias a la espléndida vista de la población desde su popular mirador.
En el Restaurante del Castillo se ha disfrutado de una excelente comida servida en una de las terrazas amenizada con interesantes conversaciones entre los comensales; el buen ambiente reinante ha hecho que todos los participantes hayan disfrutado de una gran jornada.
Texto: Juan Inigo Ros
Fotografías: Juan Inigo Ros y Javier Grau
