SANTIAGO DÍAZ MEDAL FUE EN EXCELENTE PROFESIONAL DEL SECTOR AUTOMOVILÍSTICO, LIGADO A MARCAS TAN EMBLEMÁTICAS COMO BENTLEY, ROLLS-ROYCE, RIMAC Y KOENIGSEGG, DE LA MANO DE BENTLEY MADRID Y SPIRIT OF SPEED
Valencia, 26 de diciembre de 2021.- El pasado día 24 de diciembre tuve conocimiento del fallecimiento de mi amigo Santiago. Lo conocí en la feria madrileña ClassicAuto Madrid 2019, en el stand que montó Royal Crown Motors para celebrar el aniversario de Bentley; en el mismo atendieron a los clientes y amigos de la marca nuestro amigo Jaime del Río Guijarro y Santiago, responsables respectivamente de las áreas de Marketing y de Recambios del concesionario madrileño de Bentley, cargo que Santiago desempeñaba desde enero de 2018. A raíz de este encuentro mantuvimos una excelente relación profesional con motivo de la reparación de un Rolls-Royce Corniche que requirieron de su intervención para la localización de los recambios pertinentes.
En junio de 2019 Santiago fue fichado por Humair Zafar Maniar, Presidente de la nueva empresa Spirit of Speed para asumir un reto profesional a la altura de su valía: responsabilizarse del área técnica y de postventa de tres de las marcas más exclusivas del mundo que iban a aterrizar en Barcelona: Rolls-Royce, Koenigsegg y Rimac. Me consta la ilusión que le hizo asumir este nuevo rol profesional y lo que apostó por él, hasta el punto de desplazar la residencia familiar desde Madrid a la Ciudad Condal.
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1972 se formó como ingeniero en Madrid, cursando la carrera de Ingeniería Técnica Industrial Mecánica en Universidad Politécnica de Madrid. Santiago destacó por sus brillantes calificaciones, que le llevaron a ser el número 1 de su promoción para el Acceso a personas mayores de 25 años. Se definía como “una persona polivalente, con excelente habilidad para relaciones interpersonales, acostumbrado a la resolución de problemas y toma de decisiones, siendo cauteloso a la hora de aplicar pensamiento estratégico. Flexible y confiable, con gran capacidad, tanto de trabajar en solitario, como en equipo. Creativo, curioso y con una gran motivación intrínseca. Mi experiencia de trato al cliente, acumulada a lo largo de mi vida laboral, supera los treinta años”. Antes de llegar al sector del automóvil trabajó en el sector de la energía solar y como consultor en diferentes empresas fuera de España.
Durante el tiempo que nos tratamos pude constatar la buena definición que Santiago se hacía de sí mismo, demostrando un interés genuino y una capacidad intelectual por encima de la media en todo lo relacionado con la técnica y la ciencia. Así pudimos verlo disfrutar como un chiquillo en la edición del año 2020 del evento Racing Legends al que yo y nuestra colaboradora Amparo Mora le invitamos: todo le interesaba, los coches clásicos y deportivos, las motos de competición históricas, los personajes a los que conoció ese día, como el expiloto Carlos Lavado (Campeón del Mundo en 250cc en 1983 y 1986). Posteriormente, nos devolvió la invitación al ofrecernos conocer de primera mano las instalaciones de Spirit of Speed. Amparo pudo atender esta amable oferta y comprobó personalmente la excelencia del servicio y de trato ofrecidos por el staff del concesionario.
Luego llegó la pandemia provocada por el COVID-19, por lo que tuvimos que aplazar los encuentros que teníamos pendientes, aunque la comunicación continuó gracias a las redes sociales que compartíamos. A través de las mismas supe que Santiago había abandonado su puesto en Spirit of Speed en septiembre y la última vez que hablamos me prometió que me iría poniendo al día del proyecto que llevaba entre manos. El pasado 20 de diciembre le felicité por su cumpleaños, ese día cumplía 49 años, y Santiago me respondió con la calidez que le caracterizaba. Tenía pensado llamarle para hablar con calma tras las fiestas. No pudo ser, porque ese mismo día falleció.
Con Santiago se va una excelente persona, un amigo al que echaremos de menos y un excelente profesional capaz de dejar una profunda huella en todo aquello que se propusiera. Deja a su mujer, Mónica y dos hijos.
Descansa en Paz, Santiago.
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotografías: Clásicos al Volante y LinkedIn