FEVA HA CUMPLIDO CON OTRO DE SUS AMBICIOSOS OBJETIVOS, QUE NO ES OTRO QUE PONER EN MARCHA LA PUBLICACIÓN DE UNA COLECCIÓN DE CUADERNOS DEDICADOS A LA HISTORIA DE NUESTRA AUTOMOCIÓN, ABARCANDO TODOS LOS ASPECTOS, DESDE EL INDUSTRIAL AL DEPORTIVO
30.7.2023.- Se ha dado comienzo a esta iniciativa con una publicación dedicada a Nacional Pescara, una estrella fugaz dentro de nuestro pasado industrial. De efímera existencia y avanzadísima tecnología, Nacional Pescara apenas fabricó un puñado de vehículos que causaron asombro a todos cuantos han llegado a conocer sus automóviles. Nacida de la iniciativa de Raúl Pateras Pescara de Castellucio, Marqués de Pateras Pescara, la Fábrica Nacional de Automóviles SA fue fundada en Barcelona en 1929. Raúl Pateras era ya por entonces un ingeniero sobresaliente, propietario de decenas de patentes, entre las que cabe destacar uno de los primeros helicópteros, imaginado durante la Gran Guerra y que vio la luz en los primeros años de la década de los Felices Años Veinte.
Nacional Pescara contaba con el apoyo del rey Alfonso XIII y del del Gobierno Español, así como un capital inicial de 16 millones de pesetas, una cifra enorme en aquellos años. Para diseñar el primer automóvil de la marca, además de su talento sobresaliente el Marqués de Pescara contó con la ayuda de su hermano Enrique y con el ingeniero italiano Edmond Moglia. Para completar la plantilla se reclutó a técnicos de Hispano-Suiza y Elizalde, las empresas españolas más punteras del momento en automoción.
El primer modelo de la firma era un automóvil de 8 cilindros, muy avanzado técnicamente, con 4.800 cc. Buena prueba de la tecnología puntera empleada era que muchos de sus componentes estaban fabricados con Electron, una nueva aleación de aluminio y magnesio. Sólo un puñado de unidades de este modelo fueron construidas, siendo una de ellas adquirida por el Rey Alfonso XIII
Muy rápidamente fue preparada una versión deportiva, con un bastidor más corto, que Enrique Pateras puso a prueba en La Rabasada de 1930, logrando una victoria y batiendo el récord en su categoría. En 1930 se armó un equipo de competición con los pilotos Juan Zanelli y Esteban Tort, que lograron imponerse en el Campeonato de Europa de Montaña, derrotando a marcas tan laureadas como Bugatti.
Para 1932 la firma había proyectado un nuevo modelo, con 10 cilindros y cuatro litros de capacidad, al que se denominó Tipo P. Sin embargo, este proyecto no pasó de los planos, por la llegada de la II República, que supuso el exilio de Alfonso XIII y del mismo Raúl Pateras. La situación económica empeoró rápidamente, y la empresa acabó en manos de FIAT, que deseaba adquirir una marca española para establecerse en nuestro país.
Raúl Pateras todavía construyó un último modelo en París, antes de que nacional Pescara desapareciera en 1935. Se trataba de un automóvil de 16 cilindros, con un propulsor suministrado por la firma helvética SLM.
En resumen, Raúl Pateras y sus creaciones demostraron estar en lo más alto de la ingeniería en aquellos años. Pese a su breve existencia, causó un importante impacto y logró un destacado palmarés deportivo. Hoy Nacional Pescara es muy poco conocida, salvo para los más curiosos y es por ello que el prestigioso autor Pablo Gimeno ha creído importante rescatar su historia, con un trabajo al que ha dedicado incontables horas y recursos propios.
La Comisión de Cultura encontró idónea esta obra para inaugurar la colección de Cuadernos, puesto que se trata de una marca de la que, a pesar de su importancia, no se había dedicado una publicación extensa, profunda y elaborada. Desde FEVA esperamos que no sólo despierte el interés de todos los aficionados españoles, sino que suponga el comienzo de una larga colección que deje memoria escrita y fundamentada de nuestro pasado automovilístico.
El Cuaderno de Nacional Pescara está a la venta por 22.-€, con precio especial para los socios de FEVA (20.-€ con portes pagados a partir de 5 unidades). Los pedidos se pueden realizar a través del correo electrónico contabilidad@feva.es
Fuente: FEVA
Fotografía: FEVA