II EDICIÓN DE LA TROBADA DE MOTOS DE CROS PRE-75 DE L´ESPUNYOLA
8 de septiembre de 2012.- La segunda edición de la Trobada de motos de cros pre-75 de l’Espunyola, evento organizado por dos entusiastas de esta época del motocross (Joan Fígols y Pep Rossinyol) con el apoyo del Clàssic Motor Club del Bages, reunió, el pasado día 5 de agosto, a grandes nombres del motociclismo clásico de tacos que se mostraron asombrados por el nivel de la organización.
Entre ellos, el mítico Casimiro Verdaguer, Caver, piloto oficial del equipo de todo terreno de Bultaco a finales de los 60 y principios de los años 70 –y creador de la no menos mítica Bultaco Matador–, Narcís Roca, Vampir –oficial Ossa a finales de los 70–, Xavier Arenas –montesista desde que era un niño por los vínculos de su padre con la firma de Esplugues–, Agustí Vall –el Tigre de Navàs-, Vicente Melgarejo –piloto puntero en la época del Trofeo Montesa–, Ricard Coma –padre del dakariano Marc Coma–, Josep Figueras y Jesús Romero, entre otros. La prueba atrajo a pilotos de otras zonas de la Península, entre los que destacaron Fernando de Portugal y Juanjo Blanco, participantes habituales en el Motocross de las Naciones Vintage.
El circuito, de unos 500 metros libres de saltos, tenía una ligera pendiente y permitía enroscar el puño en la rápida parte de subida. Estaba perfectamente encintado y se regó en los días previos para evitar la presencia de polvo, a pesar de los calores propios de agosto. Los pilotos quedaron encantados con el trazado, apto para cualquier máquina y nivel de pilotaje. En la zona habilitada como bar, había incluso una pequeña tienda donde era posible adquirir prendas de época de la marca Clice, la indumentaria habitual durante la época dorada de las marcas nacionales en las disciplinas del todo terreno y el motocross.
Fuera de concurso, también se pudo ver a primeras figuras de aquellos años, como Albert Ribó (oficial Montesa en los 70 y los 80, subcampeón de España de 250 y 500 cc), y el manresano Ton Marsinyach, gran figura de la marca Ossa en todoterreno y campeón de España en la categoría súper en 1974. Ambos prometieron volver el próximo año, esta vez montados en la moto. Ernesto Abad, integrante del equipo oficial Bultaco de la misma especialidad en aquella época, fue otro de los que no rodaron, aunque sí estuvieron.
Las otras protagonistas de esta memorable jornada fueron las motos, máquinas realmente espectaculares y en perfecto estado de puesta a punto (Montesa Cross 66, Cappra MX, Cappra GP, Cappra Stil Better, V75, VB y VE; Bultaco Pursang Metisse, MK4, MK6, MK7 y MK8 GP; Ossa Stiletto y Phantom AS 74; Husqvarna 250; e incluso un trío de monturas japonesas -Yamaha YZ, Suzuki RM y Honda Elsinore- y una Triumph con motor de 4 tiempos). El agudo sonido de los escapes libres mezclado con el característico aroma del humo de las dos tiempos transportaron unas décadas atrás a participantes y público (más de un centenar de personas a lo largo de la matinal). Los cuarenta pilotos, distribuidos en cuatro grupos, con dorsales blanco, rojo, azul y negro, se sucedieron en la pista en tandas consecutivas de diez minutos.
Se entregaron numerosos premios, tres de ellos trofeos de antaño cedidos por la màxima figura del motocross en España, Toni Elías. Hubo distinción para las máquinas más antiguas, la más original, la mejor restaurada, el piloto más elegante, el más puntual, el más esforzado, el mejor indumentado…), y también se obsequió con un regalo a todos los participantes. La comida de hermandad cerró un encuentro que en tan sólo dos ediciones ya se ha consolidado como una de las citas ineludibles del calendario clásico de las motos de campo.
Texto y fotografías: Joan Rossinyol.