- CINCO VEHÍCULOS CLÁSICOS SE EXPONEN JUNTO CON UNA EXTENSA MUESTRA DE ELECTRODOMÉSTICOS EN LA EXPOSICIÓN ORGANIZADA POR LA COLECCIÓN ALFARO HOFFMANN/ESPACI ALFARO, TITULADA “AUTOMÓVIL Y ELECTRODOMÉSTICO: LA DOMESTICACIÓN DE LA MÁQUINA”
- LA EXPOSICIÓN SE PODRÁ VISITAR HASTA FINALES DE SEPTIEMBRE EN LAS INSTALACIONES DE LA COLECCIÓN SITAS EN GODELLA (VALENCIA)
Valencia, 22 de junio de 2022.- La Colección Alfaro Hoffmann/Espai Alfaro ha inaugurado su última colección temporal. La misma tiene como protagonistas a los electrodomésticos, eje vertebrador de la colección, y a automóviles históricos y clásicos, que permiten ver el paralelismo existente entre ambos objetos de gran consumo desde el punto de vista de su diseño, estética, técnica o funcionalidad. El marco donde se realiza la exposición es un edificio singular de 1.200 m2 proyectado ex profeso por el arquitecto valenciano Emilio Giménez en 1995, donde se exponen de forma permanente unos 400 electrodomésticos que repasan los periodos de su divulgación, implantación y consolidación a lo largo del siglo XX.
Tal y como reza el panel informativo con el que se encuentra el visitante que accede a la exposición, “El automóvil y el electrodoméstico han sido sin lugar a dudas, los introductores del valor del diseño entre el gran público. Además de su vinculación estética, fueron los primeros bienes de consumo que irrumpieron en los hogares a principios del siglo XX, a través de una producción mecanizada con el objetivo de satisfacer las necesidades de los usuarios.
Estos objetos fabricados en serie, tardaron en ser aceptados por su presencia tosca y ruidosa. En un principio los vehículos eran manejados por choferes profesionales y las compañías eléctricas vendían sus originales aparatos domésticos acompañados de cursos sobre electrificación de la casa.
Fue tarea de las ingenierías y del diseño crear máquinas amables e intuitivas, dirigidas a unos consumidores sin apenas conocimientos técnicos, que debían entender las nuevas fuentes de energía como herramientas de mejora social. La eficiencia y la facilidad de uso actuaron como estímulos clave para el desarrollo de estos productos que representaban modernidad y progreso, y cuya exigencia estética estaba vinculada a la necesidad de obtener éxito en el mercado.
La incorporación del automóvil y del electrodoméstico supuso todo un proceso de domesticación de la tecnología, convirtiéndolos en un elemento más de la cotidianidad. La transformación que estas innovaciones produjeron en los hábitos de millones de personas fue enorme, consiguiendo crear una imagen de vida material a la que todas las sociedades aspiraban (…)”.
Los automóviles escogidos para ser mostrados en la exposición, contando para ello con la colaboración del grupo de concesionarios valenciano Grupo Ibérica, han sido los siguientes:
Ford T Convertible (1926),
Volkswagen 1303 Convertible (1976),
Buick Super Eight Convertible (1949),
Citroën DS 23 (1973),
Rover Mini 1.300 (1998),
Jaguar Tipo E 4.2 (1964).
La muestra se estructura a partir de conceptos transversales que, desde un punto de vista formal tecnológico sociológico u antropológico, ayudan a entender las piezas expuestas en el momento más creativo de la evolución del diseño cómo fue la primera mitad del siglo pasado:
Organicismo
Fue la corriente estética surgida a mediados de la década de los años 30 cuya base de inspiración fue la apariencia de los organismos vivos. Se caracterizó por el uso de la curva y de las simetrías complejas. Estas características dejaron su marca en los productos de consumo a partir de los años 50 del siglo pasado: en los mismos se incorporaron las líneas suaves y fluidas, en unos diseños funcionales que aplicaron los principios de la ergonomía buscando mejorar la usabilidad y la integración con el entorno y estableciendo una mejor conexión entre los objetos y sus usuarios. Dentro de la misma se encuadra el diseño del Citroën DS.
Miniaturización
Se trata de un proceso basado en la reducción de la escala de los productos fabricados industrialmente. Desde mediados de las recauda de 1950 los avances en tecnología permitieron limitar el tamaño de los elementos y sistemas necesarios para la creación de cualquier objeto, lo que supuso la disminución del peso y del coste de producción y de venta.
La empresa automovilística fue de las primeras en disfrutar de las capacidades de la miniaturización. El precio elevado de los combustibles y la densidad del tráfico en las ciudades actuaron como factores determinantes.
De la misma forma la sustitución del tubo electrónico por el transistor a finales de los años 40, permitió a los diseñadores industriales producir equipos electrónicos compactos y portátiles, reduciendo todos sus componentes. El siguiente paso vendría de la mano de los circuitos integrados. Su exponente automovilístico fue el Mini.
Era espacial
Estética surgida a finales de la década de 1950, inspirada en la carrera espacial norteamericana. La fascinación por la ciencia y la tecnología del momento repercutió en el diseño de objetos con formas glamurosas y futuristas, y también en el uso de materiales innovadores. La esfera se considera un referente morfológico, a la vez que se incide en el concepto de ingravidez como experiencia de los astronautas en el espacio, mediante la utilización de vidrio, distintos tipos de plásticos y acrílicos.
La referencia a la aventura galáctica se extendió también a una amplia gama de productos de consumo. El empleo de materiales sintéticos, susceptibles de ser moldeados estimularon el desarrollo de la economía y el termoplástico ABS se convirtió en el material por excelencia para la producción de objetos domésticos. Su referente automovilístico fue el Jaguar Tipo E.
Styling
Fenómeno estético social que aparece en Estados Unidos a principios de los años 30 del siglo pasado en la industria del automóvil y que pronto se extiende a otros ámbitos.
La empresa norteamericana General Motors fue la primera en utilizar este estilo basado primordialmente en mejorar la apariencia de los objetos para incrementar sus ventas, sin atender a una mejora tecnológica o funcional. El valor estético se convierte en el objetivo primordial del diseñador. Es en estos momentos cuando se afianza el papel de esta profesión en el desarrollo industrial, así como el de la publicidad.
Durante este período, las formas aerodinámicas propias de la tendencia artística genuinamente americana, “Streamline”, participan de manera activa en el diseño de los objetos cotidianos. La interpretación de la belleza de la máquina, mediante curvas ovoides que representan la velocidad como símbolo de progreso y de modernidad, pierde su original sentido funcional y se convierte ahora en un elemento puramente decorativo. El Buick Super Eight es una de sus máximas manifestaciones.
Funcionalismo
Principio que defiende que la belleza y el valor de un objeto recae exclusivamente en la función para la que ha sido creado.
El diseño industrial ha estado influido por la doctrina del funcionalismo durante décadas, según la cual el papel del diseñador ha de basarse en dar respuestas a necesidades sociales, con productos que cumplan las exigencias de la producción industrial y sean asequibles a los consumidores
La escuela alemana de diseño, arquitectura, artesanía y arte, Bauhaus (1919-1933), se encargaría de trasladar los principios del funcionalismo a la producción de objetos a partir de finales de los años 20. Se recurre a la utilización de formas geométricas simples y a sistemas constructivos industrializados y estandarizados para lograr un equilibrio, en el que el color y la decoración son tratados con simplicidad. El Volkswagen se encuadrada en esta corriente.
Estandarización
Proceso asociado a la fabricación en serie que supone el diseño de un objeto atendiendo a unas magnitudes exactas e invariables.
Fue la empresa norteamericana Ford Motor Company quien en 1914 aplicó y desarrollo esta metodología de trabajo en la automoción. La utilización de piezas tipo, más fáciles de ensamblar o de intercambiar, permite aprovechar al máximo todos los recursos disponibles, simplificando las operaciones y reduciendo los costes de producción.
Durante los primeros años del siglo 20 otras compañías industriales, como las alemanas AEG y Siemens, incluyeron también la estandarización en el diseño de productos destinados al uso doméstico. El Ford T fue su máxima representación.
Datos prácticos para visitar la exposición
La dirección de la Colección Alfaro Hoffmann/Espaci Alfaro es la siguiente:
Avda. Escultor Andreu Alfaro 13, Polígono d’Obradors
46110 Godella (Valencia)
Tel. 96 3160364
Los horarios son los siguientes:
Exposición permanente:
Martes y jueves: Con cita previa, de 16.00 a 18.30 horas.
Exposiciones temporales:
De lunes a jueves: de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.30 horas.
Viernes: de 11.00 a 14.00 horas.
Entrada gratuita.
La Colección Alfaro Hofmann es una entidad privada dedicada a la muestra y divulgación de sus fondos sobre la cultura del objeto cotidiano. Cuenta con más de 5.000 piezas de origen diverso, y en su mayoría electrodomésticos, además de todo el material gráfico que acompaña a cada objeto. Entre sus fondos se encuentran abrelatas, aparatos de masaje, aspiradores básculas de baño, básculas de cocina, batidoras de mano, batidoras de vaso, cafeteras, calculadoras, calefactores, calentadores de cama, cocinas, cuchillos eléctricos, enceradoras, equipos HiFi, estufas, exprimidores, frigoríficos, gramófonos, hervidores, hornos, lámparas bronceadoras, lavadoras, lavaplatos, licuadoras, magnetófonos, máquinas de afeitar, máquinas de coser, máquinas de escribir, microondas, molinillos de café, ollas a presión, ordenadores, planchas, radios, relojes de cocina, reproductores de CD, reproductores de MP 3, robots de cocina, secadores de pelo, secadoras, teléfonos, teléfonos de portería, televisores, tocadiscos, tostadores, trituradores, ventiladores, vitrocerámicas…
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotografías: Clásicos al Volante