- VEINTICINCO COCHES Y UNAS CINCUENTA PERSONAS PARTICIPARON EN LA SALIDA DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CLÁSICOS DEPORTIVOS (AECD) A NAVAS DEL MARQUÉS, DONDE SE VISITÓ EL CASTILLO-PALACIO DE MAGALIA
- EL MAL TIEMPO NO SUPUSO UN OBSTÁCULO PARA DISFRUTAR DE LA CONDUCCIÓN DE LOS CLÁSICOS, EXPERIENCIA QUE HACÍA RECORDAR VIEJOS TIEMPOS
26 de abril de 2016.- El sábado 16 de marzo la Asociación Española de Clásicos Deportivos convocó a sus socios a mover sus clásicos con destino Navas del Marqués, Avila. Emilo Lapaz se había encargado de organizar todo para que todos pasáramos un buen día. Y el día fue realmente bueno por poder ver tantos amigos, la buena organización, el destino, la comida impresionante, pero el tiempo fue para quien no sufriera por ver su clásico mojándose de lo lindo.
A pesar del pronóstico de un tiempo muy lluvioso, acudieron veinticinco coches y unas cincuenta personas. Desde la quedada en una estación de servicio de Las Rozas, donde ya comenzó a llover, nos dirigimos por Galapagar dirección a El Escorial y el puerto de La Cruz Verde bajo una manta de agua. Poco se veía, pero de vez en cuando apetece conducir estos coches bajo las inclemencias del tiempo. Lo normal es que el agua te entre por algún punto, si no por todo el techo, que tengas que ir secando con lo primero que pillas a mano y que en la primera parada te las ingenies para taponar la “herida” con cualquier cosa. Pero es una experiencia que rememora viejos tiempos, cuando los limpia iban a paso de tortuga, el vaho inundaba todo el parabrisas y la carretera había que intuirla. Estos eran los comentarios que se escuchaban cuando llegamos a la parada intermedia, prevista en La Casona ubicada en la M505 Allí nos esperaba café caliente con churros, pasiegos, rosquillas y tortilla. Un desayuno espectacular.
De nuevo en camino, el destino era Navas del Marqués, donde los coches pudieron quedar aparcados en su plaza mayor para disfrute de los vecinos, que se acercaban a pesar de la lluvia. El grupo siguió a la guía local para visitar el Castillo-Palacio de Magalia. Pocos conocían este impresionante castillo renacentista construido en el siglo XVI por Pedro Dávila y Zúñiga junto su esposa María de Córdoba, primer Marqués de Las Navas. La visita es de lo más recomendable, no solo por la historia que encierra, sino también por su interesante arquitectura. Tras la visita, el Ayuntamiento de Las Navas del Marqués tuvo la amabilidad de ofrecernos un aperitivo en los toriles de la antigua plaza de toros. Un buen entorno para un aperitivo tan espectacular como el desayuno. Unos buenísimos embutidos que, cortados con un calibre como los de antaño, llamaban la atención. Como también nos llamó la atención el vino embocado típico de la zona, un caldo suave, que sin llegar a ser dulce deja sabores muy agradables.
Tomamos los coches de nuevo, ya con un tiempo más amigable, para dirigirnos para almorzar al restaurante. Emilio nos había preparado de nuevo una experiencia pantagruélica. El almuerzo y el ambiente estuvieron sensacionales. En la vuelta, la lluvia dio alguna tregua. Menos mal, porque tras lo mucho que comimos, quizás más de uno hubiéramos tenido que pararnos para hacer la digestión durante una buena siesta.
Fuente: Juan Jordano/Asociación Española de Clásicos Deportivos
Fotografías: Asociación Española de Clásicos Deportivos