SOCIOS Y AMIGOS DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CLÁSICOS DEPORTIVOS VISITARON EL MUSEO DE LÁZARO GALDIANO, QUE SE ENCUENTRA EN PLENA CALLE DE SERRANO DE MADRID
7 de diciembre de 2014.- Unir la afición a nuestros clásicos con el arte y cultura que tenemos más próximo, es el objetivo de la sección cultural de la Asociación Española de Clásicos Deportivos. Muchas han sido las actividades que esta sección ha organizado en los dos últimos años con este objetivo. Pero esta vez tocaba visitar ese gran desconocido, a la vez que sorprendente, Museo de Lázaro Galdiano, que se encuentra en plena calle de Serrano de Madrid. La organización estuvo a cargo de Manuel Charri, que como siempre estuvo al tanto del más mínimo detalle.
El sábado 29 de noviembre nos dimos cita 23 coches de la AECD, del Club TR Register Spain, que siempre nos acompaña, y del Club 1430 representado por nuestro amigo Ivan Wolff. Fue todo un privilegio poder entrar con nuestros coches al interior del jardín del museo y poder aparcar dentro. Ver una colección de clásicos con el palacio de Parque Florido al fondo es algo que merecía la pena verse.
El museo Lázaro Galdiano es una auténtica joya que no puede dejarse de visitar y conocer. La colección que allí se exhibe, reunida por D. Lázaro Galdiano y su esposa Dña. Paula Florido a lo largo de sus vidas, es un auténtico paseo por la historia de las artes y al más alto nivel. Todos se quedan sorprendidos de ver allí desde un Leonardo a Grecos, desde Goyas a El Bosco, Murillo, Zurbarán, Constable, Reynolds o Romney, Colecciones increíbles de joyas, relojes, armas, tejidos, porcelanas, utensilios, etc. Todo ello en el mismo marco palaciego donde vivieron sus propietarios. Podemos asegurar que el visitante disfrutará tanto en este museo que no echará de menos pasar por Madrid dejándose de lado otros iconos, como el Thyssen o el Reina Sofía. Y sin embargo es un gran desconocido incluso para los madrileños, que ya no lo será para ninguno de los asistentes a esta actividad. Seguro que todos estamos dispuestos a volver para saborear con calma unas colecciones tan espectaculares.
Tras salir del museo, nos dirigimos a almorzar en el restaurante El Trasgu de Torrelodones. Fue un pequeño paseo de 30 kilómetros para estirar nuestros clásicos bajo la fina lluvia que nos acompañó todo el día. Almorzamos con unas vistas fantásticas sobre Madrid. La jornada resultó un éxito, como siempre que reunimos arte, cultura y gastronomía como telón de fondo para disfrutar de nuestros coches clásicos.
Texto y fotografías: Juan Jordano