- EN LA ESPAÑA DE LOS AÑOS 40 ABUNDARON LAS INICIATIVAS PRIVADAS PARA FABRICAR PEQUEÑOS AUTOMÓVILES DADA LA PRECARIA SITUACIÓN DEL PARQUE AUTOMOVILÍSTICO DEL PAÍS
- UNA DE ESTAS FUE LA AVENTURA DEL HISPANO VOLPE
Para comprender la aventura del Hispano Volpe hay que recordar cómo se encontraba España al inicio de la Guerra Civil: el parque de vehículos circulante en España era de 200.000 unidades; el mismo quedó arrasado durante la contienda, y durante los años sucesivos dadas las restricciones a la importación de vehículos, existía una imperiosa necesidad de motorizar de nuevo al país; hasta 1953 no se alcanzó un número de vehículos circulantes equivalente al que existía en 1936.
En febrero de 1940 se publicó un Decreto por el que se regulaba la industria del automóvil con el objetivo de crear fábricas de automóviles y camiones, capaces de responder a las necesidades urgentes del mercando nacional. Según éste decreto la concesión de las licencias de fabricación estaba sometida a la autorización administrativa reservada a empresas españolas, que podían presentarse con patentes o tecnología extranjera de reconocido prestigio.
Dentro de este plan se recomendaron las patentes de Fiat para la fabricación de turismos ligeros en Bilbao, la de Ford, Chevrolet y Dodge para la producción de camiones ligeros de 2,5 a 3 toneladas en Sevilla, las de Krupp, Mercedes Benz, MAN y Saurer para la de camiones pesados de 7 toneladas en Barcelona y las de Caterpillar para la fabricación de tractores en Madrid.
En 1946 el Instituto Nacional de Industria decidió la creación del Centro de Estudios Técnicos de Automoción (CETA), cuya misión sería “el estudio, diseño y desarrollo de todos los vehículos y motores que luego serían fabricados por las distintas empresas industriales”. Al frente del CETA estuvo el prestigioso ingeniero español Wifredo P. Ricart.
En 1946 se fundó la Empresa Nacional de Autocamiones, S. A. (Pegaso), absorbiendo todos los efectivos humanos y materiales de la Hispano-Suiza.
Dado que la producción de coches de turismo exigía una ingeniería de fabricación muy específica que el CETA no estaba en condiciones de proporcionar, aunque sí el diseño y desarrollo de los modelos a fabricar, el INI llegó a un acuerdo con la marca italiana FIAT, que se plasmó en la fundación de SEAT: esta empresa se desarrolló bajo la dirección técnica de FIAT y de forma totalmente independiente del CETA.
Al margen de la fabricación de los Pegaso y los SEAT, tutelada por el INI, existió un destacado número de pequeños fabricantes de microcoches, como Biscuter, Clúa, Dagsa, David, , FH (Furgoneta Hispano), Gogomobil, Huracán, Imfap, Isetta, Kapi, Maquitrans, Mymsa, Orix, PTV, TZ (Talleres Zaragoza), Triver, etc.
Algunas de éstas marcas alcanzaron volúmenes de producción de un cierto nivel industrial, aprovechándose incluso de reconocida tecnología procedente de reputados fabricantes, como fue el caso de Gogomobil.
Hay que recordar a otros pequeños fabricantes, o más bien talleres artesanales, caracterizados por su gran iniciativa pero con poca o nula base industrial.
Entre éstos vehículos figura el Hispano Volpe. El Volpe fue diseñado por la Compañía “ALCA” (Anónima Lombarda de Construcciones Aeronaúticas), ubicada en Piacenza, cerca de Milán, con la intención de fabricarlo en serie.
Se trataba de un pequeño coche biplaza, con un motor cilíndrico de dos tiempos, cuyas características técnicas principales eran:
Carrocería: tipo cabrio de dos plazas con capota plegable, monocuerpo de chapa rellena y soldada con refuerzos transversales; la estructura está dividida en tres partese: la anterior para alojamiento de la batería y de un pequeño portaequipajes, la central donde se ubican los dos pasajeros además del salpicadero y la ruedade repuesto, y la posterior donde encontramos el depósito de gasolina y el motor.
Suspensión:
Delantera: ballestas transversales con amortiguador;
Trasera: medias ballestas colocadas en sentido longitudinal con amortiguador.
Motor: bicilíndrico de 124 centímetros cúbicos (42 * 45 cm.), y 5.500 caballos vapor, refrigerado por aire, encendido por plato magnético de 50W, puesta en marcha a mano o pedal, culata de aleación ligera y cambio de cuatro marchas delante y una detrás.
Dimensiones: largo 250 cms., alto con la capota puesta 106 cms., distancia entre ejes 150 cms., espacio de giro 275 cms., y peso 135 kgs. (300 kgs. en marcha).
Prestaciones: 75 km/h. de velocidad máxima; pendiente máxima superable 25%, distancia de frenado a 75 km/h. menos de 7 metros.
Según documentación original a la que ha tenido acceso Clásicos al Volante, el Ingeniero Don Franco Tagliana, Procurador General de la firma “ALCA” mantuvo conversaciones con reputadas personalidades del mundo empresarial español para vender la patente de sus vehículos: un cochecito pequeño de dos plazas, el Volpe, otro denominado Lince (del tipo 1.100 FIAT), un coche del tipo del 1.500 FIAT, y un nuevo camión, denominado Latil, cuyas patentes estaban pendientes de aprobación por el Ministerio.
Finalmente, se llegó a un acuerdo con la empresa domiciliada en Madrid “Gemicar Internacional Auto, S. L”., presentándose el Hispano Volpe y anunciándose su comercialización en Portugal, Tánger, Marruecos, Colonias españolas y portuguesas y América Latina. Sin embargo, la anunciada producción en serie del Hispano Volpe quedó en nada, ya que no se llegó a fabricar en serie en España ni, posiblemente, en Italia.
A continuación, se reproduce íntegra la memoria que preparó el citado ingeniero presentado sus planes a los posibles interesados en adquirir las patentes de sus vehículos:
“MEMORIA
El Sr. Ingeniero Don Franco Tagliana, Procurador General de la firma “ALCA” (Anónima Lombarda de Construcciones Aeronaúticas) y además dueño de la Compañía Italiana de Navegación Aérea “PEGASO”, Consejero además de otras importantes firmas, trabaja desde hace años al frente de un grupo especializado de los mejores Ingenieros Industriales italianos, entre ellos los más destacados de la Casa Alfa Romeo y de la FIAT, en busca de nuevas soluciones a los problemas mecánicos motorísticos. Tienen patentados un cochecito pequeño de dos plazas, y otro del tipo 1.100 FIAT denominado “LINCE”, y pendientes de aprobación por el Ministerio Italiano la patente de un nuevo camión y de un coche del tipo del 1.500 FIAT, (y una motocicleta).
A consecuencia de la escasez de materias primas en Italia y de la inestabilidad de la situación política y social italiana, el Sr. Tagliana quiere trasladar al extranjero la fabricación de estos coches, habiendo escogido España como sede céntrica de la producción, estando dispuesto a establecer un convenio con entidades españolas o con el Estado, a los que vendería sus patentes reservándose la dirección técnica de la producción y la eventual coparticipación en la venta en el mercado mundial.
Las condiciones que podían servir de base para la discusión del asunto serían las siguientes:
a).- Una cantidad a determinar por el precio de venta de las patentes, comprendiéndose en ese precio el derecho exclusivo de fabricación y venta en España, Portugal, sus Colonias y Tánger.
b).- El pago sería en pesetas en España.
c).- El Sr. Tagliana aportaría los planos de la fábrica que ya tiene en Italia con veinte técnicos que tiene dispuestos para poder trasladarse a esta Nación, al frente de los cuales inicialmente se pondría el miso Sr. Tagliano.
d).- El Sr. Tagliano se compromete a aportar toda la maquinaria necesaria para la producción, exigiendo en cambio de la otra parte una producción mínima anual de mil coches.
e).- El Sr. Tagliana asegura que ningún producto similar saldría de sus fábricas en Italia, dejando a la producción española sin competencia en los mercados mundiales.
f).- El Sr. Tagliana evalúa el coste de fabricación del cochecito de dos plazas en unas doce mil pesetas, pudiéndose por tanto vender perfectamente entre veinte y veinticinco mil pesetas, precio actual del CITROEN 5 H. P. de más de veinte años de fabricación.
El problema de la chapa no es angustioso dado el pequeño peso del coche (140 kilos); como es fácilmente solucionable el problema de los neumáticos pequeños.
El Sr. Tagliana tiene igualmente hechos los planos para montar una gran industria pesada que comprendiera la fabricación de camiones y motores de todas clases, lo que permitiría a España independizarse en absoluto para toda la industria del transporte, el Extranjero. Los planos en cuya confección se han invertido dos años exigirían, a juicio del Sr. Tagliana, un capital mínimo de trescientos millones de pesetas, y con ello se daría trabajo a unos diez mil obreros. Estos planos los tiene el Sr. Tagliana a la disposición del Estado o de las entidades que pudieran interesarse.
Características del camión de aceite pesado de doce toneladas marca “Latil”:
Tipo de motor: aceite pesado (diesel).
Potencia: 160 hp.
Largura total del chásis: 947 cm.
Distancia ente ejes:
Hasta el primero trasero: 465 cm.
Hasta el segundo trasero: 604 cm.
Distancia para la cama: 757 cms.
Anchura entre ruedas traseras: 243 cms.
Anchura entre ruedas delanteras: 223 cms.
Anchura del bastidor: 85 cms.
Neumáticos: 11 neumáticos de la marca DUNLOP, medidas 42 * 9”.
Clásicos al Volante quiere agradecer la inestimable colaboración prestada por D. Alejandro Marín para la elaboración del presente reportaje.
Texto: Clásicos al Volante.
Fotografías: ALCA y Clásicos al Volante.