SEGÚN LA CONSEJERA DELEGADA DE ARVAL, EXTENDER LAS AYUDAS DEL PIVE A LOS COCHES DE RENTING AYUDARÍA A LAS PYMES A DESCUBIR ALTERNATIVAS DE MOVILIDAD MÁS RENTABLES PARA SU NEGOCIO
28 de febrero de 2015.- La consejera delegada de Arval, Cecilia Boned (fotografía de la izquierda), afirmó hoy que extender las ayudas del PIVE a los coches de renting ayudaría a las pymes a descubir alternativas de movilidad más rentables para su negocio que la compra simple y llana de un vehículo. En la actualidad, la pequeñas y medianas empresas concentran el 25% de la flota total de renting cuando en 2008 llegaron a tener una penetración del 34%.
En este sentido, la máxima responsable de Arval aclaró que no se trata de poner en marcha subvenciones para beneficiar a las compañías de renting porque “los modelos empresariales deben sustentarse por sí mismos”, sino de abrir la puerta a que el conductor escoja de forma neutral y en igualdad de condiciones cómo adquirir su coche, poniéndole sobre la mesa el alquiler como alternativa a la compra directa.
En opinión de Boned, la incorporación del renting a este tipo de programas contribuiría a mentalizar a las pymes de las bondades de esta fórmula y desterrar falsas creencias como la percepción de que es caro; cuando lo cierto es que favorece el control presupuestario al estar incluidos todos los gastos del coche en una cuota mensual deducible, permitiéndole volcarse en su actividad sin preocupaciones relacionadas con el seguro de vehículo, su reparación, mantenimiento, etc.
Beneficioso para todos
La consejera delegada de Arval estima que un apoyo firme de la Administración a la compra de vehículos de renting resultaría beneficioso para todos; por un lado, es útil para el mercado ya que contribuiría a impulsar la demanda a través de un canal que garantiza la renovación temprana del vehículo (cada cuatro años) y que representa ya más del 32% de las matriculaciones de empresa.
Al mismo tiempo, estas ayudas al conductor mejorarían la calidad del parque rodante en términos de seguridad y medio ambiente, ya que incentivaría su rejuvenecimiento con vehículos que se renuevan cada cuatro años y que a lo largo de su vida han estado bien reparados y mantenidos. En la actualidad, la antigüedad de los vehículos que circulan por nuestras carreteras supera los 10 años.
Asimismo, un plan de estas características contribuiría a que los más de tres millones de pymes que actualmente pueden representar ese potencial de clientes se planteen el alquiler del vehículo como una posibilidad de hacerse con el vehículo y de disfrutar de una oferta de servicios “más allá del mero coche”. En la actualidad, las pequeñas y medianas empresas sólo representan un 13% de las operaciones de financiación por renting, frente a las grandes empresas que suponen más del 60%.
Según Boned, “el apoyo público al renting haría posible que pymes y autónomos descubrieran nuevas fórmulas para rentabilizar su negocio, con soluciones abiertas y flexibles donde puedan contar incluso con vehículos de disponibilidad inmediata, pensados para ellos, para poder coger al vuelo un trabajo que requiere una respuesta urgente y a la medida de lo que ellos necesitan, preocupándose sólo de su negocio y de conducir porque todos los demás servicios se los damos nosotros”.
Texto y fotografías: Arval