LAS INSTALACIONES DE LA INSTITUCIÓN FERIAL DE ALICANTE (IFA) ACOGIERON EL PASADO FIN DE SEMANA UNA NUEVA EDICIÓN DE ANTIC AUTO ALICANTE
Valencia, 5 de abril de 2016.- El pasado fin de semana visitamos la XIII edición del salón Antic Auto Alicante. Por la proximidad a Valencia, los coches interesantes que solemos ver y la gran afición que existe en toda la provincia, y los amigos a los que saludamos, nos apetecía visitar de nuevo este salón, costumbre que hemos mantenido desde su primera edición.
Si bien la visita fue interesante, la misma nos dejó un sabor de boca agridulce, porque vemos cómo este interesante salón no sale de su estancamiento y va perdiendo fuelle, tanto de cara a la afición como a los profesionales del sector.
La superficie expositiva, notablemente reducida en comparación con el año pasado, el menor número de clubes presentes, con unos stands más austeros, el reducido número de vehículos en venta, la ausencia de las exposiciones que caracterizaban a este salón, menor presencia de clásicos en el aparcamiento reservado para ellos, y una afluencia de público algo menor de lo habitual, me han hecho preguntarme qué problemas tiene este salón.
Hablando con los representes de algunos clubes locales sale a la luz el enfrentamiento existente entre éstos y el Ayuntamiento de Alicante, con los impuestos que se cobran a los vehículos históricos como telón de fondo; si los primeros, descontentos con el actitud adoptada por el segundo, deciden negarle, o reducirle su apoyo al salón, el daño que se le hace es tremendo, tal y como pudieron observar los visitantes que pasaron por el recinto ferial alicantino. Por otra parte, la coincidencia de fechas con eventos del calibre del Jarama Classic, tampoco le ha hecho nada bien, optando un gran número de ellos por acercarse al circuito madrileño. Los profesionales, achacan esta situación y se plantean acudir más, con lo que de un año a otro se echan en falta caras conocidas en el mundillo, a pesar del esfuerzo hecho por la organización para reducir los costes de contratación de espacios; alguno, nos comentaba que la medida se agradece pero que llega tarde. Como en anteriores ediciones, la organización concedió unos premios a los vehículos más destacados del salón (fotografía superior, comité organizador y premiados).
Con todo, aunque con pocos coches, hemos visto piezas francamente interesantes: un Rolls Royce Silver Cloud I LWB y un Silver Cloud III Convertible (fotografía superior), no se ven todos los días. Este segundo vehículo recibió uno de los premios otorgados por los organizadores de la muestra, como “Mejor Coche del salón”.
Igualmente exótico era un Talbot DC Sport de 1922 (fotografía superior), en proceso de restauración, único ejemplar que sobrevive en el mundo con la carrocería sport que monta; también fue reconocido por la organización con el segundo premio al mejor coche. El tercer premio, recayó sobre un Peugeot Cuadrilet de 1912.
Además de estos, vimos bastantes coches, llamándonos la atención restauraciones hechas con más voluntad que respeto a la originalidad y al rigor, así como unidades tan simpáticas como un microcoche Kapi Platillo Volante de 1955 restaurado en 1985 (fotografía superior). Entre los stands más destacados, figuraba el del Club Ruta del Sol.
Los vehículos industriales también tuvieron una modesta presencia, con un par de tractoras Ford y Leyland; se agradece el esfuerzo de acercar el vehículo industrial clásico al gran público.
Un detalle que los aficionados agradecieron, fue el reservar un espacio para aquellos que acudieran con su clásico, recibiendo por ello un bono descuento para la entrada y el aparcamiento; como suele ocurrir en muchas ferias, en éste se reunieron un buen número de coches clásicos y youngtimers, que poco a poco se están empezando a considerar como clásicos.
En resumen, un salón interesante, pero que este año nos ha decepcionado un poco por las razones apuntadas; hemos comentado en otras ocasiones que el modelo de negocio tradicional de este tipo de certámenes ha cambiado, con muchas ferias celebradas a lo largo del calendario, con empresas potentes y especializadas por detrás, y con aficionados exigentes que se han acostumbrado a recurrir a otros canales para adquirir bienes y servicios que antes sólo se encontraban en estas ferias; y con clubes capaces de movilizar a sus socios en defensa de sus intereses; por ello, hay que reflexionar y debatir sobre el futuro para garantizar la viabilidad de este modelo de negocio.
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotografías: Juan Inigo Ros e IFA