MADRID, 17 DE ABRIL DE 2012.-  RESUMIMOS A CONTINUACIÓN LA ACTUALIZACIÓN SEMANAL DE LA EXPEDICIÓN DE 12.800 KM LAND ROVER JOURNEY OF DISCOVERY, DESDE BIRMINGHAM A PEKÍN, DANDO LUGAR A UN MAGNÍFICO CUADERNO DE VIAJE. LA EXPEDICIÓN TRATA DE RECAUDAR UN MILLÓN DE LIBRAS PARA COLABORAR CON LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA Y LA MEDIA LUNA ROJA.

Tras dejar atrás una frontera nada fácil de traspasar, Journey of Discovery  logró llegar a Uzbekistán a las 2:30 de la madrugada. En sus agendas sólo había una prioridad: dormir. En línea con la cálida hospitalidad con que las gentes que habitan los lugares por los que está pasando la expedición les reciben, una familia uzbeca acogió a todos los miembros del equipo en su hogar y les proporcionó comida y un lecho donde dormir. Al día siguiente, un agradable despertar y un té caliente; nada que ver con  las ventiscas heladas que les esperaban fuera y que les acompañarían durante parte del viaje posterior.

Con el Climatizador bizona activado a la máxima temperatura y la calefacción de asientos y el volante encendida, el equipo de Journey of Discovery se mantuvo a salvo del frio durante todo el trayecto en Uzbekistán. La presencia de animales cerca del camino había sido habitual en etapas anteriores del viaje pero el ver camellos corriendo por la carretera, como estaba ocurriendo entonces, no era tan habitual y menos cuando, para mantener su paso, los Discovery marcaban los 42 Km/h en sus indicadores de velocidad.

Al igual que esos camellos, los Discovery están bien equipados para recorrer largas distancias entre reportaje y reportaje, pero prefirieron ir preparados con algunos bidones extra de combustible en esta etapa.  Da la sensación de que puede comprarse de todo en las paradas para camiones de Uzbekistán, incluido pescado fresco, pero el combustible es complicado de adquirir. Sólo haciendo las preguntas oportunas, y no siempre, es posible conseguirlo… y de 80 octanos ya es un lujo.

Bien surtidos de combustible, la expedición inició el camino hacia el mar de Aral, un gigantesco fondo marino creado 50 años atrás, cuando una red de canales de riego desvió el agua del río que alimentaba los campos de algodón colindantes. Barcos herrumbrosos abandonados tiempo atrás dejaban descansar sus cascos en la seca arena en lugar de en el agua que un día conformó el cuarto mayor mar interior del mundo. Acampados en este paraje, bajo las estrellas, la expedición Journey of Discovery vivió su segunda noche en vela del trayecto, mientras la escarcha cubría los parabrisas y congelaba el interior de las tiendas de campaña.

Un rayo de sol vino a aliviar las bajas temperaturas y el equipo de Land Rover inició el camino para una posible visita cultural a la ciudad de Nukus, en donde se ubica la Galería de Arte Savitsky, una auténtica joya cultural del desierto uzbeco. En ella puede contemplarse una de las mayores colecciones de arte soviético de vanguardia del mundo y que, años atrás, fue catalogado como arte subversivo por la KGB. Con 90.000 obras la  Galería de Arte Savitsky supone un verdadero entretenimiento para los miembros del equipo de Journey of Discovery y una auténtica sorpresa en un lugar tan remoto.

La exquisita arquitectura islámica y las vistas panorámicas del desierto convivieron durante todo el trayecto hacia el Uzbekistán central para disfrutar de las rutas más famosas. Khiva, una de las mayores ciudades asiáticas nos desveló un magníficamente conservado laberinto de mezquitas, palacios y bazares decorados con los maravillosos azulejos típicos de la zona.

Desde Khiva y tras más de 10.000 kilómetros recorridos, Journey of Discovery alcanzó una de las rutas más famosas del mundo: la Silk Road que se transforma, en sus 150 Km, de una carretera recién pavimentada a un complicado sendero poblado por hondos baches y pronunciados montículos de arena; terrenos que, en cualquier caso, fueron superados apenas sin esfuerzo gracias a la  magnifica versatilidad de los Discovery en el camino hacia Bukhara.

Esta ciudad está considerada como una de las ciudades más antiguas e impresionantes. En Bukhara, uno de los puntos neurálgicos de la Silk Road, Journey of Discovery realizó una parada para visitar una tienda de especias con más de 600 años de antigüedad. Manteniéndose bajo la gestión familiar, la Silk Road Spices está repleta de hierbas y especias exóticas procedentes de India, China y Sri Lanka. Los secretos de sus tés terapéuticos especiales se han ido pasando de generación en generación. Mirfayz, el “maestro especiero”, creó una mezcla especial para nuestros conductores con ingredientes específicos para ayudarles a mantenerse atentos y seguros durante el resto del camino hasta Pekín.

Tras abandonar Bukhara, la Journey of Discovery emprendió ruta hacia la tercera impresionante ciudad que la expedición iba a visitar en pocos días: Samarcanda. Fue un punto de inflexión en el camino, con una temperatura en constante ascenso y un terreno cambiante desde tramos lisos hasta muy escarpados; desde el desierto hacia zonas de hierba.

Tras esto, la autopista de dos carriles hacia Tashkent supuso un agradable cambio. El equipo dio un tour diferente por la ciudad en compañía del músico Karen Gafurdjanov, una auténtica celebrity del lugar. En el café de su propiedad, llamado Elvis, nos deleitó con un agradable repertorio de canciones  de toda la vida. El próximo destino: Kazajistán. La frontera de China y la llegada a Pekín están cada vez más cerca.

Tras dejar atrás la jungla urbana de Tashkent, el equipo afrontó una desafiante ruta a través de tres países diferentes siguiendo el remoto lago de Issyk-Kul. Las comunicaciones no estaban aseguradas y los caminos empeoraban conforme avanzaban; el viaje se convirtió en una verdadera aventura una vez más.

Tras cinco horas de inspecciones en la frontera entre Uzbekistán y Kazajistán los implacables baches de las carreteras de éste último país les obligaron a conducir en continuo zig-zag. Los pinchazos fueron tan inevitables como resueltos por el equipo bajo la presión de tener que llegar a tiempo a Kirguistán.

Unas carreteras notablemente mejores que las encontradas hasta entonces convirtieron la conducción durante unos Km en una experiencia tan cómoda como espectacular, con inmensas llanuras a un lado del camino y las cumbres nevadas de las montañas del norte de Tien-Shan al otro, con sus 4.855 metros de altitud. Magníficas montañas…. que habrá que cruzar.

Al llegar a ese punto, la gran capacidad de los Land Rover Discovery dieron el juego perfecto, poniendo a disposición de los conductores el sistema Terrain Response para bajar las revoluciones y adaptarse perfectamente al suelo del Parque nacional de Ala-Archa, un desfiladero abrupto y nevado que apenas 23 años atrás era sólo accesible para la élite soviética.

Tras Bishkek el camino continuó hacia el Lago Issyk Kul, una auténtica reserva de la biosfera en la que está ubicado el gran sanatorio de Aurora, donde años atrás se hospedaron miembros importantísimos de la élite moscovita, entre ellos los expresidentes Brezhnev, Gorbachov y Yeltsin, y que hoy ocupa un lugar preferente en la nueva economía con los  turistas procedentes de la sociedad china más pudiente y los kazajos adinerados como principales usuarios.

A ambos lados de la carretera que rodea a este lujoso y exclusivo spa la expedición veía las tradicionales yurtas, el hogar de cerca del 20 por ciento de los cinco millones de personas que conforman la población kazaka. Hoy, la forma de pasar unas vacaciones en acampada de lo más cool en el Este, las tiendas de gran tamaño y formato circular, juegan un papel principal en la vida de Kirguistán. Este diseño nómada puede ser transportado en un pequeño tráiler y montado en menos de dos horas.

Dentro de la tienda los sentidos son asaltados por una experiencia casi psicodélica debido a un auténtico espectáculo de alfombras, colchas y cortinas multicolor. Tras sólo una hora y 45 minutos, la majestuosa yurta ha quedado totalmente montada y el equipo de la expedición pudo disfrutar de la verdadera hospitalidad de los habitantes de la región.

En la cercana Kochkor, la cooperativa Kochkor-Kutu emplea a 60 habitantes de las aldeas de la zona para producir cada año unas 100 maravillosas alfombras. La joven Fátima, de 31 años, representa a  la cuarta generación de su familia en esta  milenaria industria. Ella nos explica cómo la lana de las ovejas es golpeada con palos, empapada en agua, enrollada en esterillas artesanales y alisada con los pies: “bailamos sobre ella y las terminamos con nuestra propias manos”, explica.

De vuelta a la carretera, el escenario más espectacular estaba aún por llegar cuando el equipo se acercaba a la frontera china, con un paisaje ondulante y casi lunar, surcado por aguas color turquesa de intensidad tropical junto a montañas de múltiples colores, dividido por dos grandes barrancos y únicamente habitado por una manada de camellos.

Pero con el paso del Torgat (3.752 m)  en el horizonte, surgió la noticia de un posible desastre.

Fue en Moscú donde The Journey of Discovery supo que la ruta a través de las montañas de Tian Shan, un complicado paso a 4 kilómetros sobre el nivel mar, había quedado inhabilitada por una gran avalancha.

Ya había transcurrido una semana de eso pero cuando el equipo alcanzó Kazajistán parecía que el problema se había resuelto. Fue sólo 72 horas antes de alcanzar el paso cuando una nueva avalancha volvió a bloquearlo. Esto trae a la memoria lo ocurrido en la expedición de 1955, que siguió una ruta similar y tuvo que cambiar su destino final en el último minuto.

Pero en esta ocasión el paso pudo ser despejado con rapidez y los Discovery llegaron finalmente a la frontera.

Con suficientes reservas de combustible desde Kirguistán como para ir y regresar desde la frontera en caso de que fuera necesario, el equipo adquirió agua y alimentos para dos días y teléfonos por satélite para mayor seguridad. La visibilidad era tan mala debido al espeso polvo que los coches conducían a una distancia de más de un kilómetro entre sí.

Muchos vehículos aparecían desguazados a ambos lados de la carretera pero los avances tecnológicos de los Land Rover Discovery se superaron a sí mismos y, finalmente, tras atravesar 13 países desde que salieron de Birmingham, lograron traspasar la última frontera. Ahora sólo queda el reto de cruzar toda China a tiempo de llegar a Pekín en el día previsto….

Texto:  Clásicos al Volante.

Fotografías:  Land Rover.

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