- DESDE SUS INICIOS, CITROËN HA LANZADO MODELOS QUE, POR SU FILOSOFÍA Y PRESTACIONES, SE HAN CONVERTIDO EN COMPAÑEROS DE VACACIONES IDEALES
- SI EL CITROËN TRACTION AVANT SE CONVIRTIÓ, EN LOS AÑOS 30, EN EL VEHÍCULO EMBLEMÁTICO DE LAS PRIMERAS VACACIONES PAGADAS EN FRANCIA, LOS CITROËN 2 CV, MÉHARI O C3 PLURIEL HAN SABIDO DISFRUTAR, Y HACER DISFRUTAR, DE LA PLAYA Y EL SOL
- ACTUALMENTE, EL AIRE DESENFADADO DEL CITROËN C4 CACTUS Y EL DESCAPOTABLE CITROËN C1 AIRSCAPE PERMITEN VIVIR EL VERANO CON ESTILO
5 de agosto de 2015.- Francia, junio de 1936. Tras una oleada de huelgas en las principales industrias del país, el recién elegido gobierno del Frente Popular aprueba una medida que revolucionaría los usos y costumbres: llegan las primeras vacaciones pagadas. Los trabajadores galos contarían, desde ese momento, con 15 días de asueto anuales en los que seguirían percibiendo su salario. Esas dos semanas de ocio conllevarían cambios como el desarrollo del turismo y el éxodo veraniego hacia las playas.
El Citroën Traction (fotografía superior), lanzado en 1934, es el vehículo que simboliza esta época, ya que fue el automóvil que llevó a miles de franceses a su primer viaje al mar o a la montaña. Además de estrenar innovaciones como la tracción delantera o los frenos hidráulicos, se convirtió en un sinónimo de una nueva forma, libre y despreocupada, de entender la vida.
A la revolución en 2 CV
Una filosofía que recogió plenamente un vehículo que empezó a desarrollarse en aquellos años y que no vería la luz hasta 1948: doce años y una Guerra Mundial después. Si la idea inicial del Citroën 2 CV (fotografía superior) era la de ser un vehículo eminentemente rural, que permitiera cruzar un campo sembrado con una cesta de huevos sin que ninguno de ellos se rompiera, su estética original, sus prestaciones y su polivalencia lo convertirían en el abanderado de la revolución cultural de los años 60.
Así, el Citroën 2 CV fue el vehículo que acompañó a una generación que pretendía romper con una sociedad que consideraba anticuada y represora. El popular 2 CV fue el automóvil que llevó a miles de jóvenes a disfrutar de una nueva forma de vida. Además, gracias a su suspensión desarrollada pensando en los agricultores franceses, pudieron salirse de los caminos trillados, con total seguridad y confort, para vivir experiencias “off road”. Incluso se lanzó una versión 4×4: el 2 CV Sahara.
Un SUV “avant la lettre”
Presentado en el mítico mayo del 68, el Citroën Méhari (fotografía de cabecera) puede considerarse un heredero del espíritu contestatario y desenfadado de este modelo y como un precursor de los actuales SUV. Su nombre se inspira enla palabra con la que se conoce al dromedario en el Norte de África y el Sáhara, del que comparte sus principales características: sobriedad, resistencia y versatilidad. Se trata de un vehículo sin pretensiones, útil para el trabajo y el ocio, que se lava, por dentro y por fuera, con una manguera, y que puede utilizarse tanto para cargar heno como para transportar tablas de surf.
Su carrocería innovadora estaba enteramente construida en plástico ABS (Acrylonitrilo Butadieno Estireno) coloreado en la masa. Esta nueva materia ligera puede tomar cualquier forma y adoptar cualquier color. La segunda gran particularidad del Méhari es su carácter descapotable incluido el parabrisas, que se repliega sobre el capó. Fue el vehículo ideal para disfrutar de la playa y de la aventura, como el primer Rally París-Dakar, en el que desempeñó funciones de coche de asistencia.
En Madrid sí hay playa
Para hablar de los dos siguientes modelos “playeros” de Citroën hay que viajar a una ciudad donde el mar no se puede concebir. El centro de producción de Madrid es la “cuna” de los Citroën C3 Pluriel (fotografía superior) y C4 Cactus, la fábrica que los ha producido, y produce, en exclusiva para todo el mundo.
El Citroën C3 Pluriel constituye uno de los pocos casos en los que un concept-car ha pasado casi directamente de un stand de un Salón del Automóvil, en este caso el de Francfort de 1999, a venderse en los concesionarios. Lanzado en 2003, sus múltiples configuraciones permitían adaptarse rápidamente al estado de ánimo o al capricho de sus ocupantes o de la meteorología. Gracias a su arquitectura, podía ser una berlina clásica, un cabrio, un spider o, incluso, un novedoso spider pick-up, ideal para transportar el material de surf y cabalgar sobre las olas.
En cuanto al Citroën C4 Cactus, además de ser la personificación del nuevo posicionamiento de la marca, su diseño, sus innovaciones, su polivalencia y su equipamiento le convierten en un coche con espíritu lúdico, ideal para salir de vacaciones. Ofrece un concepto novedoso donde lo funcional se alía con el diseño y las posibilidades de personalización. Esta filosofía se refleja en un elemento único, los Airbump® que, integrados en los laterales y en los paragolpes, protegen su carrocería de las agresiones en el uso diario, además de desempeñar un papel fundamental en el estilo de este vehículo. Además, al estar disponibles en cuatro colores diferentes, Negro, Duna, Chocolate y Gris, permiten dar un toque personal, combinándose con los tonos de la carrocería.
Además, este modelo dispone, en primicia mundial, de un techo acristalado panorámico de alta protección térmica. Formado por 4 capas, deja pasar un flujo luminoso mínimo, tanto de energía como de rayos ultravioleta, con propiedades comparables a las de las gafas de sol de categoría 4. Por otra parte, evita que la energía absorbida por el techo llegue al interior del vehículo. Ideal para disfrutar de la luz del sol sin tener que sufrir los rigores de la ola de calor.
En el interior, innovaciones como el “Airbag in Roof” o la adopción de una pantalla táctil de 7” como panel de mando, han liberado espacio en el habitáculo, para un mayor confort de todos los pasajeros, lo que lo convierte en el compañero ideal, tanto para ir a las fiestas del pueblo de al lado como para recorrer kilómetros en busca de nuevos paisajes y experiencias.
Citroën C1 Airscape: el desapotable de la gama
No se puede hablar de vehículos para el verano sin mencionar los descapotables. El Citroën C1 (fotografía superior) cuenta con la versión Airscape. Su techo de lona flexible presenta unas dimensiones excepcionales (800 mm x 760 mm), es sencillo de utilizar y funciona eléctricamente. Gracias a su fuerte personalidad, este modelo se hace notar y se desmarca con una silueta enérgica y un frontal desenfadado, resaltado por la original forma de sus faros. Sus versiones bitono y los interiores coloristas subrayan su fuerte carácter y transmiten una imagen alegre.
El nuevo C1 incorpora tecnologías útiles como la pantalla táctil de 7’’o la tecnología Mirror Screen, que permite duplicar y utilizar las aplicaciones que llevamos en el smartphone desde la pantalla táctil, porque salir de vacaciones no implica tener que renunciar a la conectividad de la que disfrutamos el resto del año.
Texto y fotografías: Citroën