- MERCEDES CERRÓ LA EXITOSA SERIE W124 CON UNA SÚPER BERLINA, EQUIPADA CON UN POTENTE MOTOR V8 DE 326 CABALLOS
- SU DISCRETA APARIENCIA Y SU LUJOSO EQUIPAMIENTO NO NOS HACEN SOSPECHAR DE SU VERDADERO CARÁCTER
- EL 500E ES, SIN DUDA, TODO UN CLÁSICO QUE APTO PARA TODOS LOS DÍAS
- LA ACTRIZ SARA MÁRQUEZ PRUEBA JUNTO CON CLÁSICOS AL VOLANTE ESTA SÚPER BERLINA
Los Mercedes W124
Mercedes presentó el 500E en el Salón de París de 1990 como versión más potente y deportiva de su polivalente gama W124, presentada en 1984. El nuevo modelo, bajo una apariencia discreta presentaba importantes novedades, como la utilización del motor V8 empleado en el 500SL, que desarrollaba 326 caballos. La transmisión era automática de 4 velocidades y contaba con un sistema de control de tracción ASR (no desconectable) de serie.
El nuevo 500E era fácilmente reconocible respecto al resto de modelos W124 por sus aletas ensanchadas, luces antiniebla, llantas de aleación, neumáticos 225/55ZR, suspensión rebajada 23 mm, suspensión trasera autonivelante y por sus interiores con decoración específica.
El precio era de 135.000.-DM. Por cuestiones organizativas Porsche se encargó de diseñar la adecuación del nuevo motor al bastidor W124 y de fabricar el vehículo en estrecha colaboración con Mercedes.
La vida comercial de los 500E no fue muy larga, pues se fabricó desde 1990 hasta 1995, con un total de 10.479 unidades. De toda la serie W124, fabricada desde 1984 hasta 1995, la producción fue de 2.058.777 coches.
En 1993 Mercedes introdujo una nueva manera de identificar a sus modelos, simplificando la existente hasta ese momento: una letra identificaría la serie y tres números harían referencia a la cilindrada del motor. De este modo, el 500E fue rebautizado como E500. Este año también se retocó ligeramente la estética del modelo y se introdujeron algunas mejoras mecánicas.
A mediados de los años 90 no había muchas berlinas de cuatro puertas que montaran motores de similar potencia y que fueran capaces de ofrecer el mismo nivel de confort y de representación: la competencia podía proceder, principalmente, de la propia Alemania con los BMW M5, de Inglaterra con los Jaguar XJ-R, y de Italia con los Maserati Quattroporte.
Nuestros invitados
La primera vez que vi el coche que hemos probado, una unidad fabricada en 1991, fue hace dos años, cuando el que es su actual propietario, nuestro amigo Eduardo, me pidió que fuera a verlo, dado que el coche estaba a la venta en Valencia.
Así lo hice, con mucho interés dado que no había tenido la oportunidad de ver en persona ningún ejemplar de tan especial serie. La persona que lo vendía no me puso ningún inconveniente para que lo probara, de modo que después de dar un largo paseo ¡se produjo el flechazo! Cuando pude hablar con Eduardo le dije que comprara el coche sin dudarlo, porque estaba en muy buen estado y el motor sonaba de maravilla. Aunque parezca un tópico, la calidad de fabricación que caracteriza a Mercedes estaba ahí, más de 20 años después de su fabricación.
Eduardo, una vez que el coche estuvo en su casa, le dio un buen repaso mecánico y estético, para dejarlo a su gusto y en el impecable estado que luce hoy en día.
Cuando se me planteó entrevistar a la actriz y presentadora de televisión Sara Márquez Cordones pensé que sería una buena idea ir a recogerla con este coche, y aprovechar para hacer con ella la sesión de fotos de este reportaje y para su entrevista, cosa a la que Eduardo accedió encantado.
Cuando el día acordado fui a recoger el 500E a un pueblo cercano a Madrid, Eduardo me lo entregó impecable, con su lustrosa carrocería negra reluciente y con el depósito lleno de Madrid. Realmente, el coche estaba precioso, y me hizo recordar la buena impresión que me causó cuando lo vi la primera vez en Valencia.
Al volante
Cuando me siento al volante reconozco el familiar pedal del freno de mano, el característico mando giratorio de las luces y una ordenada consola central presidida por el cambio automático. La instrumentación, clara y ordenada, ofrece toda la información relevante mediante relojes analógicos con grafía naranja y una batería de indicadores luminosos de varios colores.
El volante, grande para lo que se es habitual hoy, está tapizado en piel y acoge un airbag; el lugar que ocupaba la guantera en la parte derecha del salpicadero también ha desaparecido para alojar otro airbag para el acompañante.
Es fácil adoptar una postura cómoda al volante gracias a la regulación eléctrica de los asientos delanteros. Los espejos retrovisores exteriores se ajustan manualmente desde el interior.
Aproveché el rato libre que tenía hasta que se me hiciera la hora de ir a recoger a Sara para dar una larga vuelta con el coche y buscar localizaciones para alguna fotos que hice. Tal y como recordaba el interior del Mercedes es sumamente acogedor y lujoso, con una exquisita decoración en madera de raíz que comprende el salpicadero, consola central, cajonera delantera y trasera así como cantos de las puertas.
Unos cómodos y deportivos asientos tapizados en una suave piel, acogen a los cuatro ocupantes; las plazas traseras en lugar de acomodarse en el típico sofá lo hacen en dos plazas individuales, similares a las delanteras.
La instrumentación es la familiar a la gama W124, aunque el velocímetro y el cuenta revoluciones tienen escalas diferentes, que denotan el poderío del motor que lo impulsa.
Una vez que me he reunido con Sara salimos en dirección hacia El Pardo. Mientras salimos de la población compruebo el buen comportamiento del Mercedes en tráfico urbano, donde su magnífico cambio automático de cuatro marchas te permite una conducción sumamente relajada; la suave dirección, el generoso tamaño de los retrovisores, en particular el colocado en la parte derecha, y el buen tacto de los frenos hacen que le cojas confianza al coche enseguida, a pesar de medir 4,8 metros.
Durante nuestra ruta hacia combinamos las vías rápidas con las carreteras de segundo orden; en ambos casos, se disfruta al volante gracias a la nobleza de reacciones del bastidor, al excelente equipo de frenos y a la generosa cantidad de caballos disponibles.
En carretera abierta, el carácter del 500E se transforma, pasando de una gran berlina de lujo que permite una relajada conducción urbana a ser un coche extremadamente rápido y de reacciones ágiles a pesar de su peso, cercano a los 1.700 kgs. en orden marcha. El generoso par motor del motor de ocho cilindros en uve de 4,9 litros, 480 Nm a 3.900 rpm, permite que el eficaz cambio ZF de cuatro marchas pueda trabajar en cualquier marcha completamente relajado. En caso preciso, las reducciones que efectúa, claramente expresadas por la música que emana del motor, permiten la realización de cualquier tipo de maniobra a un ritmo de infarto. Los 240 Kw / 321 cv están ahí, proporcionando una agradable sensación de seguridad al conductor.
Al igual que ocurre con otros coches grandes que hemos probado, equipos con grandes motores atmosféricos, cuando se acelera con decisión y el motor empieza a respirar a todo pulmón, ¡la sensación es la de estar al volante de una turbina que ofrece una potencia sin esfuezo y casi ilimitada!
Tal vez los amantes de las sensaciones fuertes disfrutarían más con una caja de cambios manual para aprovechar al máximo las bondades de V8 pero, personalmente, pienso que la caja que equipa ofrece un equilibrio perfecto entre comodidad y deportividad; sus cuatro marchas, perfectamente escalonadas permiten que en cada circunstancia el motor trabaja en su régimen óptimo, no echándose en falta ninguna marcha. Como pega se le podría achacar que su funcionamiento no es tan rápido como las cajas que se montan en la actualidad, pero teniendo en cuenta que son coches diseñados hace más de veinte años no hay que juzgarlos con el mismo rasero que a estos.
Una potencia tan elevada unida a una carrocería grande y pesada podría poner en entredicho la maniobrabilidad del 500E, pero su excelente bastidor y su estudiada suspensión multibrazos permiten que la potencia llegue al asfalto con toda seguridad a través de unos neumáticos 225/55 montados sobre llantas de 16 pulgadas. De todos modos, como buen propulsión trasera que es, y por respeto a la generosa potencia disponible, hay que ser cauto a la hora de abordar rotonda o curvas muy cerrada, donde cualquier excusa será buena para provocar el sobreviraje del coche. Afortunadamente el eficaz control de tracción ASR, cuida de que el vehículo no pierda la compostura en ningún momento.
Los frenos, confiados a cuatro discos ventilados con mordazas fijas, de 300 mm. de diámetro delante y 278 detrás, tienen buen tacto y están perfectamente adecuados para hacer frente al duro trabajo al que son sometidos; un eficaz ABS aporta un plus de seguridad en situaciones comprometidas.
Nuestra invitada, Sara también tuvo la oportunidad de ponerse al volante del 500, y estas son sus impresiones:
La primera sensación al sentarte al volante del MB es de confort. El asiento es especialmente cómodo y el coche es tan glamouroso que, incluso antes de arrancar, ya te sientes como una estrella de cine o de Rock&Roll.
Reconozco que estaba un poco nerviosa porque nunca había conducido un coche automático, y que la primera vez sea con un coche de ese calibre es un lujo… y una responsabilidad!. Pero es sencillísimo, mucho más de lo que imaginaba y, sobre todo, fue un auténtico placer, ¡no quería bajar!, todo recorrido me parecía poco, el coche se conducía sólo y, además, ¡iba como la seda!!!. Me sorprendió muchísimo la suavidad con la que circulaba, lo silencioso que es y lo estimulante que es conducirlo, sobre todo para mí, que lo que me gusta es disfrutar del paisaje y del viaje en sí.
También me llamó poderosamente la atención abrir el capó y descubrir un motor tan reluciente y radiante, ¡no me extraña que fuera como flotando sobre la carretera!.
Fue una experiencia indescriptible, lo mejor fue conducirlo por los caminos de El Pardo en un día que nos regaló un sol radiante que acentuaba los colores ocres y rojizos del otoño. ¿¿¿Puedo repetir en verano???
Equipamiento y vida a bordo
El nuevo buque insignia de Mercedes ofrecía a sus afortunados compradores un equipo de serie muy buen surtido, que incluía prácticamente todo lo que el comprador más exigente podría desear: en el exterior la pintura metalizada en dos tonos se podía escoger entre 14 tonalidades y un deportivo faldón acogía faros antiniebla, que complementaban las lámparas halógenas; los tapizados estaban disponibles en piel disponible (con seis colores), o en tela (ofrecida en cinco colores); el confort térmico se confiaba a cristales calorífugos, techo eléctrico y aire acondicionado; la seguridad estaba muy presente gracias al airbag para el conductor y el acompañante, el Tempomat (control de velocidad), tensores para los cinturones delanteros, elevalunas eléctricos en las cuatro puertas y el cierre centralizado.
No podía faltar un sofisticado equipo de música con cuatro altavoces, así como un generoso maletero completamente enmoquetado.
El ejemplar de Eduardo está tapizado en piel de color negro y, además del generoso equipamiento de serie, cuenta con dos bonitas cajoneras de madera, colocadas en la consola central y entre los dos asientos traseros.
Para concluir, diremos que nos ha parecido un coche muy equilibrado y completo, que proporciona un gran placer al conductor que está al volante, así como un alto nivel de confort para sus ocupantes en una atmósfera que sólo los grandes coches pueden proporcionar.
Como único defecto, podríamos señalar que la carrocería W124 estaba muy vista, pasando muy desapercibida, aunque no faltaran quienes aleguen que ello es una virtud.
Ficha técnica
Motor
- Tipo: M119E50/119.974
- Disposición: 8 cilindros en uve a 90º. Bloque y culatas de aleación ligera.
- Cilindrada (cc): 4.973
- Diámetro y carrera (mm): 96,5 x 85
- Distribución: cuatro válvulas por cilindro, dos árboles de leva por culata accionados por doble cadena. Compensación automática del juego de las válvulas.
- Relación de compresión: 10,0:1 Regulación automática de detonación.
- Potencia (kW/rpm): 240/5.700
- Potencia (Cv/rpm): 326/5.700
- Par (Nm/rpm): 480/3.900
- Gestión del motor: Bosch LH-Jetronic.
- Refrigeración del motor: agua, circuito de 12,5 litros.
Transmisión
- Tracción: propulsión trasera. Sistema ASR.
- Caja de cambios: automática de cuatro marchas, con programa S (deportivo) y E (económico). Convertidor hidráulico de par.
- Relaciones: 1ª: 3.97; 2ª: 2.25; 3ª: 1.44; 4ª: 1.;0; MA: 5,5; Relación del grupo trasero: 2,82
Frenos
- Delanteros: discos ventilados con mordaza fija de 300 mm. de diámetro.
- Traseros: discos ventilados con mordaza fija de 278 mm,. de diámetro.
- Asistencia: doble circuito asistido. ABS.
- Freno de estacionamiento: sobre las ruedas traseras, accionado por pedal.
Dirección
- Tipo: recirculación de bolas asistida.
- Desmultiplicación: 15,67: 1, con tres vueltas.
Suspensión
- Delantera: independiente, amortiguadores de gas, muelles y barra estabilizadora.
- Trasera: independiente, brazo “multilink”, amortiguadores de gas, muelles y barra estabilizadora. Control automático de nivel.
Instalación eléctrica
- Voltaje (V): 12
- Batería (Ah): 92
- Alternador (W): 1.540
- Motor de arranque (kW): 1,8
- Encendido: electrónico.
Capacidades
- Aceite del motor (lts): 8
- Depósito de gasolina (lts): 90
Ruedas
- Llantas: 8J X 16H2, de aleación ligera.
- Neumáticos: 225/55 ZR16.
Carrocería
- Tipo: monocasco de acero, de cuatro puertas.
Dimensiones
- Distancia entre ejes (mm): 2.800
- Longitud (mm): 4.750
- Vía delantera (mm.): 1.538
- Vía trasera (mm): 1.529
- Altura (mm): 1.410
- Anchura (mm). 1.796
- Radio de giro (m): 11,70
- Peso máximo (kg): 2.150
- Peso en orden de marcha (kgs): 1.700
- Carga máxima (kgs): 450
Prestaciones y consumos
- Velocidad máxima (km/h): 250 (limitada).
- Aceleración 0-100 (s): 6,1
- Consumo (l/100 km):
- 90 km/h: 10,7
- 120 km/h: 12,3
- Urbano: 17,5
Producción
- Período de fabricación: 500E: fabricado entre 9/1990 y 07/1993.
- E500: fabricado entre 07/1993 y 04/1995.
- Unidades fabricadas: la producción total fue de 10.479 unidades.
- Precio: 10/1990: 134.520.-DM. 06/1991: 138.396.- DM. 09/1991: 140.106.-DM. 02/1992: 144.324.-DM. 07/1993: 145.590.-DM.
Agradecemos a Eduardo Zorrilla y Sara Márquez la colaboración prestada para la realización de este reportaje.
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Texto y fotografías: Juan Inigo Ros.
Estilismo: Trasgo Moda.