- ENCUESTA: ¿CUÁNTO SABEMOS DE LOS COCHES ELÉCTRICOS?
- EL 36% ASOCIA UN MAYOR PRECIO DE COMPRA CON ESTE TIPO DE COCHES MIENTRAS QUE EL 33% CONSIDERA QUE CUENTAN CON UNA AUTONOMÍA MENOR FRENTE A LOS VEHÍCULOS DE GASOLINA
- A PESAR DE QUE MÁS DE LA MITAD NO SABE SI LOS ELÉCTRICOS SE INCENDIAN MÁS, EL 34% SÍ CREE QUE SUFREN MÁS ACCIDENTES DE ESTE TIPO, A PESAR DE QUE LOS DATOS AVALAN LO CONTRARIO
- CARWOW HA PUESTO EN MARCHA UNA ENCUESTA PARA CONOCER EN DETALLE CUÁNTO SABEN LOS CONDUCTORES SOBRE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS Y SI TIENEN CALADOS LOS BULOS QUE EXISTEN SOBRE ELLOS
Madrid, 26 de marzo de 2024.- Con los avances tecnológicos, las tipologías de vehículos que se ofertan en el mercado no paran de crecer, abarcando desde los tradicionales gasolina o diésel hasta otros combustibles alternativos y más ecológicos como el Gas Licuado del Petróleo (GLP). Los eléctricos también se encuentran dentro de este abanico de opciones, pero, sin embargo, su penetración en el mercado español aún se reduce a cifras muy minoritarias, alcanzando apenas el 7% de la previsión de ventas para este año, mientras que en el resto de países europeos las expectativas se sitúan en el 20%, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
Entre las razones que pueden justificar estas bajas cifras podría estar la percepción de que los vehículos eléctricos tienen un mayor precio de compra, tal y como reflejan los resultados de la encuesta centrada en conocer y desmentir los principales bulos y mitos sobre el coche eléctrico que ha realizado Carwow, la plataforma líder para cambiar de coche online. El 36% de los conductores encuestados asocia un mayor precio de compra con los coches eléctricos, algo que es parcialmente cierto ya que en los modelos más básicos y económicos sí que existe una diferencia muy clara entre las opciones térmicas y electrificadas, pero, una vez rebasada la barrera de los 40.000.-€, ambas opciones cuentan con precios similares. Igualmente, es importante tener en cuenta que el precio de la energía eléctrica, en carga doméstica, es muchísimo menor que el combustible tradicional.
Aun así, más de la mitad (51%) considera que para que mejore la implementación de este tipo de vehículos en España, es fundamental reducir su precio. Por su parte, el 30% cree que incrementar la autonomía de las baterías y aumentar la red de puntos de recarga (19%) son las variables que más ayudarían a aumentar la electrificación de la movilidad en España.
Autonomía y puntos de recarga, en el punto de mira
El segundo concepto que más asocian los conductores cuando piensan en un coche eléctrico es la menor autonomía frente a la que ofrece un vehículo de combustión, que lo menciona el 33%; y el 63% considera que la autonomía que registran los eléctricos actuales no es suficiente y que deberían igualar a las que alcanzan los térmicos. No obstante, el mito no parece corresponderse con la realidad ya que, a pesar de que es cierto que los eléctricos aún no alcanzan a recorrer más de 600 kilómetros con una sola carga como sí ocurre con un depósito de gasolina, las baterías actuales que incorporan la mayoría de los eléctricos son capaces de recorrer 300 kilómetros por autovía sin problemas. Esto significa que, en población, es posible moverse durante toda una semana utilizando únicamente una carga completa. Además, en los vehículos eléctricos resulta incluso más importante la eficiencia en la conducción ya que aprovechando los descensos y reduciendo la velocidad es posible optimizar al máximo posible las autonomías homologadas.
En esta misma línea, más de la mitad de los conductores (52%) es consciente de que la cifra de kilómetros reconocidos por los fabricantes de eléctricos no se ajusta a la autonomía real de uso y suele quedarse en unos dos tercios. Casi el 20% cree que la autonomía real suele ser la mitad de la homologada y solo el 10% cree que la autonomía homologada es cercana a la autonomía real.
Por otro lado, el 81% de los encuestados cree que no hay suficientes puntos de recarga y que es una de las razones que más les desmotiva para comprar un coche eléctrico. El 15% considera que no hay suficientes pero que su número va aumentando progresivamente. Pero ¿es cierto? Según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), a cierre de 2023 había más de 29.000 puntos de recarga y otros más de 7.000 estaban ya instalados pero pendientes de trámites administrativos para activarse. Con las baterías actuales y gracias a esta red de puntos de recarga en crecimiento, la experiencia de conducción se puede asimilar hasta cierto punto a la que se tendría con un coche de combustión, sobre todo si circulamos por carreteras de la red principal. No obstante, en zonas más apartadas sí puede ser conveniente planificar el viaje y las paradas con antelación para poder disfrutar de un viaje tranquilo.
Otros mitos recurrentes: mantenimiento e incendios
¿El mantenimiento de los coches eléctricos es más caro que el de un vehículo térmico? El 34% considera que sí porque las baterías se degradan y estropean. Sin embargo, es un mito ya que, como responde el 32% de los encuestados, los coches eléctricos tienen una mecánica más sencilla y cuentan con menos elementos de desgaste y fricción que los coches térmicos por lo que apenas tienen reparaciones y las revisiones son muy sencillas. De hecho, es muy inusual que un eléctrico tenga problemas antes de los 300.000 kilómetros. Por otro lado, y a pesar de que se crea que existe un mito sobre que este tipo de vehículos son más propensos a sufrir un incendio, la realidad es que más de la mitad de los encuestados (55%) no lo sabe o no está seguro de esta afirmación. Por su parte, el 34% si cree que proporcionalmente sufren más incendios a pesar de que los datos avalan lo contrario
“Los coches eléctricos aún son un gran desconocido para el público general, tal y como demuestran los resultados de esta encuesta” comenta Eduardo Torres, country manager de Carwow España. “Por ejemplo, es habitual escuchar que tienen más posibilidades de incendiarse que los coches térmicos, cuando los datos y la experiencia de uso demuestran lo contrario. Es cierto que, si se prenden, entran en una espiral electroquímica y hay que saber cómo apagarlo, pero, en general, las estadísticas de países como Noruega o Suecia, donde tienen unas tasa de uso enormes, muestran que este tipo de vehículos son menos propensos a incendiarse que los de gasolina o diésel”.
Fuente: Carwow
Fotografía: Carwow