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EL BP ENERGY OUTLOOK 2030 MUESTRA UN CRECIENTE IMPACTO DEL GAS Y EL PETRÓLEO NO CONVENCIONALES EN LOS MERCADOS ENERGÉTICOS DE TODO EL MUNDO

05 de febrero de 2013.- El fuerte crecimiento en la producción de recursos no convencionales de gas y petróleo tendrá un importante impacto en los mercados mundiales de la energía en 2030, redefiniendo así las expectativas de las principales economías y reequilibrando los flujos comerciales globales, según la última edición del BP Energy Outlook 2030, publicado hoy.

Se trata de la tercera edición anual del informe, en el que se recoge la visión de BP sobre los desarrollos más probables en los mercados energéticos mundiales para el año 2030, basado en análisis actualizados y teniendo en cuenta la evolución del sector el pasado año. El BP Energy Outlook anterior se encargó de demostrar por primera vez que América del Norte probablemente se convierta en un país autosuficiente en términos de energía. La edición de este año analiza más de cerca la revolución que supone el gas de esquisto (shale gas) o el  petróleo de formaciones compactas (tight oil) –el fenómeno que hará resurgir el sector de la energía en América– incluyendo sus perspectivas globales.

Las expectativas globales de crecimiento recogidas por el BP Energy Outlook 2030 sobre demanda mundial de energía para 2030 han variado ligeramente desde el año pasado, ya que se espera que en 2030 la demanda sea un 36% mayor con respecto a 2011, crecimiento prácticamente en su totalidad procedente de las economías emergentes. Sin embargo, las expectativas sobre las pautas de suministro de dicho crecimiento están cambiando considerablemente, con los recursos no convencionales (gas de esquisto y petróleo de formaciones compactas, junto con los petróleos pesados y los biocombustibles) jugando un papel cada vez más importante y, en particular, transformando el balance energético de Estados Unidos.

El incremento en la producción de recursos no convencionales de petróleo (petróleo de formaciones compactas, arenas bituminosas y biocombustibles) se espera que suponga el total del crecimiento neto del suministro mundial de petróleo en 2020, y más del 70% del crecimiento en 2030. En 2030, el aumento en la producción y la demanda moderada supondrán una autosuficiencia de Estados Unidos del 99% en energía neta; mientras que en 2005 la autosuficiencia de este país fue de tan solo el 70%. Mientras, con el continuo fuerte crecimiento económico, las principales economías emergentes como China o la India serán cada vez más dependientes de las importaciones de energía. Estos cambios tendrán un impacto mayor en las balanzas comerciales.

Bob Dudley, Consejero Delegado del Grupo BP, afirmaba: «El BP Energy Outlook 2030  muestra hasta qué punto una premisa aceptada en su momento ha sido desmontada. Los temores sobre el agotamiento del petróleo –a los cuales BP nunca se ha adherido– resultan cada vez más infundados. Estados Unidos será cada vez menos dependiente de las importaciones de energía, gracias a una energía que revitalizará su economía. Por otro lado, se espera que China y la India necesiten muchas más importaciones para seguir creciendo».

«Los pronósticos demuestran una vez más que vivimos en un mercado de la energía diversificado y dinámico. El futuro está repleto de oportunidades de creación de empleo en empresas con capacidad y tecnología punta, y para países que depositen su confianza en ellas».

Aunque existen grandes recursos de gas de esquisto (shale gas) y petróleo de formaciones compactas (tight oil) en todo el mundo, hasta el momento no ha habido una explotación significativa de dichos recursos, salvo en América del Norte. Aunque los avances en la tecnología y los altos precios ofrecen el potencial para la explotación de tales recursos en otros lugares, también es necesaria la combinación de otros factores.

Christof Rühl, Economista jefe del Grupo BP, decía: «En Estados Unidos se han desbloqueado amplias reservas no convencionales, con la producción de petróleo, siguiendo a la de gas. Esto ha sido posible no solo gracias a los recursos y a la tecnología, sino también gracias a factores “en la superficie”, como es el caso de un fuerte y competitivo sector servicios, el acceso al terreno facilitado por la propiedad privada, los mercados líquidos y las condiciones regulatorias favorables».

«Ningún otro país, aparte de Estados Unidos y Canadá, ha logrado combinar aún estos factores para apoyar el crecimiento de la producción. Aunque esperamos que otras regiones con el tiempo se adapten y puedan explotar sus propios recursos, en 2030 creemos que América del Norte seguirá todavía dominando la producción de estos recursos».

RESUMEN DEL BP ENERGY OUTLOOK 2030

Energía primaria

El BP Energy Outlook revela que la demanda mundial de energía continuará aumentando a un promedio del 1,6% anual hasta 2030. Se espera que el crecimiento se modere durante ese período, con una subida media del 2% anual hasta 2020 y, posteriormente, de solo el 1,3% anual hasta el año 2030. El 93% de este crecimiento provendrá de las economías de países no miembros de la OCDE, con China y la India a la cabeza, representando más de la mitad del aumento. En 2030, el uso de energía en las economías de países no miembros de la OCDE se espera que sea un 61% más que en 2011, mientras que el gasto de la OCDE habrá crecido solo un 6%, con una caída real per cápita.

Aunque el mix de combustibles evoluciona, los combustibles fósiles continuarán siendo los dominantes. Petróleo, gas y carbón se espera que converjan en cuotas de mercado en torno al 26-28% cada uno en 2030, mientras que los combustibles no fósiles – energía nuclear, hidráulica y renovable– se espera que lo hagan en torno al 6-7% cada uno.

Petróleo

El crecimiento del consumo de petróleo se espera que sea el más lento de los principales combustibles en 2030, con una demanda que crece a un promedio del 0,8% al año. Sin embargo, esto supondrá  una demanda de petróleo y otros combustibles líquidos de 16 millones de barriles al día más en 2030 que en 2011. Todo el crecimiento neto de la demanda vendrán de fuera de la OCDE: el crecimiento de las demandas de China, la India y Oriente Medio representará en conjunto casi todo el crecimiento neto de la demanda.

El aumento del suministro de petróleo y otros combustibles líquidos (incluyendo biocombustibles) en 2030 provendrá principalmente del continente americano y de Oriente Medio. Más de la mitad del crecimiento provendrá de recursos de países no miembros de la OPEP, con un aumento en la producción de petróleo de formaciones compactas (tight oil) estadounidense, arenas bituminosas canadienses, aguas profundas brasileñas y biocombustibles, que más que compensarán los descensos de los recursos maduros. El aumento de la producción de nuevos recursos de petróleo de formaciones compactas hará que Estados Unidos supere a Arabia Saudí y se convierta en el mayor productor mundial de combustibles líquidos en 2013. Se espera que las importaciones de petróleo de Estados Unidos caigan un 70% entre 2011 y 2030.

La cuota de la OPEP en el mercado petrolífero se espera que descienda pronto en las previsiones, reflejando la creciente producción de los países no miembros de la OPEP junto con la desaceleración del crecimiento de la demanda debido a los altos precios y a la cada vez mayor eficiencia de las tecnologías del transporte. La cuota de mercado de la OPEP se espera que repunte ligeramente después de 2020.

Christof Rühl comentaba: «Mientras la OPEP recorta la producción de cara a la próxima década, en 2015 esperamos que la capacidad disponible alcance sus niveles más altos desde la década de los 80. Si bien existirá cierta incertidumbre en los principales mercados de petróleo de cara a la próxima década, creemos que los miembros de la OPEP serán capaces de gestionar el reto de mantener la disciplina de producción a pesar de la alta capacidad disponible».

Gas

Se espera que el gas natural experimente el crecimiento más rápido entre los combustibles fósiles, con una demanda incrementándose a un ritmo medio del 2% anual. Los países no miembros de la OCDE generarán el 76% del crecimiento de la demanda. La industria y la generación de electricidad representan los mayores incrementos en la demanda por sector. La producción de GNL se espera que crezca más del doble de rápido que el consumo de gas, a una media del 4,3% anual, representando el 27% del crecimiento en el suministro de gas en 2030.

El suministro de gas de esquisto (shale gas) se prevé que represente el 37% del crecimiento en la demanda de gas, y el 16% del gas en todo el mundo y el 53% de la producción de gas en EE.UU. en 2030. El crecimiento en la producción de gas de esquisto en América del Norte se estima que se ralentice después de 2020 y que aumente la producción en otras regiones, aunque para el año 2030 se estima que Norteamérica aún representará el 73% de la producción mundial de gas de esquisto.

Carbón

Después del petróleo, se prevé que el carbón sea el combustible con el crecimiento más lento de entre las principales fuentes de energía, con un aumento medio de la demanda del 1,2% al año en 2030. Durante ese período, el crecimiento se ralentiza hasta apenas el 0,5% justo un año después de 2020. Casi la totalidad (93%) del crecimiento neto de la demanda en 2030 provendrá exclusivamente de China y la India, cuya cuota conjunta de consumo mundial de carbón aumentará, del 57% en 2011 al 65% en 2030. La India se estima que supere a Estados Unidos como segundo mayor consumidor de carbón en 2024.

Otros

A pesar del revés de la catástrofe de Fukushima, la producción de energía nuclear se prevé que aumente fuertemente para 2030, en torno al 2,6% anual, en comparación con un crecimiento medio del 1,6% entre 1990 y 2010. China, la India y Rusia representarán el 88% del crecimiento mundial de energía nuclear. Se espera que China incremente su cuota de generación de energía nuclear global, del 3% en 2011 al 30% en 2030, y que supere a Estados Unidos como principal productor de energía nuclear en 2026.

El crecimiento en energía hidroeléctrica se espera que se modere hasta el 2,0% anual en 2030, con un crecimiento liderado por China, la India y Brasil. En el caso de Brasil, la energía hidroeléctrica se prevé que represente el 72% de la demanda de electricidad en 2030, y el 32% de la demanda total de energía.

Las renovables seguirán siendo la energía de más rápido crecimiento, ganando ligeramente cuota de mercado, ya que crecerán a un ritmo medio del 7,6% anual hasta 2030. Se espera que la cuota de las energías renovables en la producción mundial de electricidad crezca del 4% al 11% en 2030. Las economías de la OCDE han liderado el crecimiento en el sector de las energías renovables, pero las renovables en los países no miembros de la OCDE les están dando caza y está previsto que representen el 41% del total en el año 2030. Si incluimos los biocombustibles, se espera que las energías renovables tengan una mayor participación en la energía primaria que la nuclear para el año 2030.

Carbono

Mientras la tasa de crecimiento se modera, las emisiones de carbono se espera que incrementen en un 26% de 2011 a 2030. La mayor parte del crecimiento provendrá de países no miembros de la OCDE, por lo que en 2030 el 70% de las emisiones de CO2 se estima que provengan de fuera de la OCDE. Sin embargo, las emisiones per cápita en regiones de fuera de la OCDE seguirán siendo menos de la mitad que las de los países de la OCDE.

El BP Energy Outlook 2030 está disponible en www.bp.com/energyoutlook

Más información:

www.bp.com

Texto y fotografía: BP.

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