• RE-GENERACIÓN DE DISEÑO.
  • CUANDO LA FORMA RESPONDE A LA FUNCIÓN.
  • CON DOS CARROCERÍAS DIFERENCIADAS.

28.05.2012.- Fuerte, musculoso, sofisticado, el nuevo Peugeot 208 ha nacido fruto de un diseño audaz que plasma a la perfección su espíritu vanguardista. Como su exitoso antecesor, el mítico Peugeot 205, está llamado a convertirse en un auténtico icono estilístico, en este caso del siglo XXI, gracias sobre todo a unas líneas que suponen un antes y un después no sólo entre los modelos de la marca, sino entre todos los de su categoría. “Nuestro pequeño grupo, muy unido, compartía la misma visión de la dirección a seguir. Eso nos proporcionó la inspiración, la fuerza y toda la energía para llegar a plasmar todas nuestras ideas”.  Así lo resumía Pierre Authier, responsable de diseño del 208, dejando claro que el nuevo modelo de Peugeot había nacido producto de una idea clara y determinante de todo el equipo que participó en su concepción.

Aerodinámica optimizada

Pero las formas, la silueta del nuevo Peugeot 208, no vienen dadas sólo por la audacia que marca el lápiz de sus creadores en la mesa de dibujo. Su escultural estilo responde, como en los más reconocidos iconos del estilismo contemporáneo, a la función, lo que aporta mayor solidez a la intención de su carrocería. Porque nada es casual en este automóvil. Las dimensiones del 208, en especial la anchura (-2 cm) y la altura (-1 cm respecto al 207), sus volúmenes, particularmente trabajados, y el cuidado con que se han realizado cada uno de sus detalles (carenados inferiores, alerón trasero en determinadas versiones…) proporcionan una optimización máxima de la aerodinámica. Las mejores versiones consiguen así un SCx de 0,61 (Cx de 0,29), lo que supone uno de los mejores valores del segmento y favorece el consumo de combustible y una significativa mejora en las emisiones de CO2.

Códigos estéticos renovados

Ágil, sensual, atlético, intuitivo, un concentrado de energía, un verdadero salto generacional… los diseñadores de Peugeot han conseguido dar sentido y coherencia a todas estas palabras, escritas como prioridades en el pliego de condiciones del proyecto A9 (código interno del modelo), y las dieron forma a partir de volúmenes producto de su inspiración. Basándose en una silueta compacta, con voladizos reducidos y encadenamientos fluidos entre el capó y los montantes, los códigos estéticos de Peugeot fueron reinventados en el 208, tanto en sus características globales como en cada pequeño detalle, buscando recuperar la esencia del Peugeot 205, un éxito casi sin precedentes en la historia de la marca del león.

Frontal carismático

La parte delantera, auténtico código genético, desvela un nuevo rostro de la Marca, especialmente carismático y cargado de modernidad.  El semblante felino se reinterpreta así de una manera más actual, rica y refinada a la vez. Viene dado a través (en función de las versiones) de los diodos LED y la guía luminosa, que enfatizan la nueva mirada de las ópticas tanto de día como de noche. Con el mismo cuidado por el detalle se han realizado el resto de elementos que componen el frontal del nuevo Peugeot 208 como, por ejemplo, los contornos de los faros antiniebla.

La parrilla, por su parte, se ha moldeado como si fuera una auténtica escultura aérea. Tanto es así que parece que se desprenda de la carrocería y llegue a flotar en el aire, con su marco cromado cincelado con precisión. En el interior de este singular contorno, la rejilla, llena y tecnológica, dispone de barras satinadas que refuerzan la modernidad y la riqueza de su trazo. Con tan original diseño, el nuevo Peugeot 208 consigue además expresar una noción clara de eficiencia medioambiental. Porque el tamaño de la entrada de aire sugiere, en efecto, la optimización del consumo. Pero el frontal se revela, al mismo tiempo, fuerte y vivo, dulce y poderoso, tecnológico y sonriente, natural y sofisticado, todo con el inconfundible aire que distingue a los modelos de Peugeot.

Una coherencia de diseño global

Producto de una elaborada aerodinámica que busca la máxima penetración y la eficiencia total, el volumen del coche parece esculpido por el viento. Del logotipo Peugeot grabado en el bloque superior de la parrilla nace una auténtica columna vertebral que atraviesa el capó, muerde la parte superior del parabrisas, deja su huella en el centro del techo e imprime movimiento a la parte trasera y al diseño de la apertura del portón. Los pilotos posteriores, auténticas joyas tecnológicas, integran, por su parte, una firma luminosa con, esencialmente, tres garras de luz. Con su forma de boomerang, una verdadera proeza técnica, parecen formar parte de la carrocería, magistralmente integrados en la silueta como si formaran parte del todo. Porque, como aseguraba Gilles Vidal, Director de Diseño de Peugeot: “La fuerza del 208 es su diseño: es una verdadera bola de energía. Tiene potencial para gustar a todo el mundo sin renunciar a un diseño con personalidad, como una pieza musical que emocione el alma humana más allá de las culturas.”

Dos carrocerías diferenciadas

Los laterales, de formas musculadas, ofrecen una identidad propia y diferenciada a cada una de las dos carrocerías existentes, de 3 y 5 puertas. Las puertas de esta última parecen estar atravesadas por un nervio que sale de los pilotos traseros hacia delante. En las versiones de gama alta, los cristales están enmarcados por un junquillo cromado, característica inédita en el segmento. El perfil del 3 puertas está más esculpido, al estilo del concept-car SR1 (presentado en enero de 2010 y diseñado cronológicamente en paralelo al 208). Otro detalle del 3 puertas es la forma del montante trasero, que supone un guiño al diseño del 205, Peugeot mítico donde los haya.

Una ambientación interior pura, contemporánea y refinada

El puesto de conducción, estructuralmente repensado, ha proporcionado un campo de expresión inédito a los diseñadores.

El diseño del salpicadero mezcla líneas maestras que son, a la vez, aéreas y gráficas. La apuesta por la calidad percibida es omnipresente y el cuidado por los detalles, una obsesión, como se demuestra, por ejemplo, en los aireadores en los extremos del salpicadero, en forma de ojo de felino o en los numerosos elementos conformados que recuerdan a algunos detalles del diseño exterior (parrilla, techo, corte del portón …). Todo se ha pensado y repensado, desde las formas de los paneles de las puertas al pomo de la palanca del cambio con el objetivo de obtener la máxima eficiencia. El reagrupamiento de todos los mandos de audio en la pantalla táctil permite asimismo la simplificación de la interacción hombre-máquina con una fuerte reducción del número de botones y de mandos en beneficio de un diseño puro y más moderno, dejando claro nuevamente que el diseño ha de responder a la función en todo automóvil de calidad, como es este Peugeot 208.

La instrumentación, además, se ha tratado de manera muy tecnológica, con instrumentos analógicos que recuerdan a una mecánica de precisión, una pantalla digital donde la velocidad está siempre claramente visible y juegos de retro-iluminación que aportan pureza y elegancia al conjunto. Y la ambientación luminosa ha sido otro de los elementos a los que los diseñadores han dado una mayor importancia con una iluminación de dominancia blanca, de muy alta gama, en especial para los instrumentos y con diodos de luz azulada que delimitan, de noche, el contorno del techo panorámico de cristal (siempre que el coche lo equipe) con un efecto de cometa degradado en azul.

Las decoraciones también han sido muy elaboradas y están adaptadas a las diferentes ambientaciones y niveles de equipamiento. Negro lacado en la consola, decoración en negro/azul o cromado oscuro en los paneles de las puertas… Sin duda, una oferta de personalidades múltiples que se inscribe siempre en una ambientación contemporánea y refinada.

Un interior moderno pero práctico en el uso cotidiano

El interior también refleja la nueva corriente de diseño que irrumpe con fuerza en los últimos productos de Peugeot. Sin embargo no deja de resultar práctico en el día a día, con numerosos huecos para objetos bien pensados, como el profundo espacio de almacenamiento situado delante de la palanca del cambio, que puede utilizarse como posavasos o como alojamiento para dejar un Smartphone, o los generosos huecos en las puertas.

Porque todo en el nuevo Peugeot 208, lo visto desde fuera y lo disfrutado desde dentro, está llamado a crear tendencia, como ocurre siempre con aquellos productos que representan una evidente ruptura con lo existente hasta el momento, algo que el nuevo modelo de la marca francesa plasma de manera inteligente e intencionada, buscando convertirse en un futuro icono del diseño.  Por algo es un Peugeot, uno de los mejores además.

Texto: Clásicos al Volante.

Fotografías: Peugeot.

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