- EL RACE COMPARTE EL INCREMENTO DE LA VELOCIDAD Y PIDE SU INMEDIATA PUESTA EN MARCHA
- EL CONSEJO DE MINISTROS APRUEBA LA NUEVA LEY DE SEGURIDAD VIAL
- CONSIDERAMOS INCOMPRENSIBLE QUE SE PROHÍBAN LOS DETECTORES DE RADAR
- EL INCREMENTO DE LA CUANTÍA ECONÓMICA POR SUPERAR TASA ALCOHOL ES DESPROPORCIONADA
Madrid, 04 de octubre de 2013.- El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la nueva ley de Seguridad Vial, para su posterior trámite parlamentario, reforma que tiene como objetivo principal dar respuesta a las necesidades y demandas de los usuarios de las vías, además de las propias necesidades que requieren las vías y los vehículos.
Entre las principales novedades que incluye esta nueva reforma, y que afectarán directamente a los conductores, nos encontramos con medidas de gran calado como es la obligatoriedad del uso del casco en ciudad, el aumento de las sanciones, la prohibición de los detectores de radar o el aumento de los límites de velocidad, entre otras. Medidas encaminadas a reducir y contribuir a la mejora de la seguridad vial en carretera.
En el aspecto referente a la velocidad, la ley contempla la posibilidad de aumentar a 130 km/h la velocidad máxima en aquellos tramos de autopistas y autovías que esté garantizada la seguridad de la infraestructura y siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, regulada a través de paneles de señalización variable. En este sentido, el RACE, que lleva varios años demandando esta medida, considera positiva la decisión y solicita su implantación cuanto antes.
Otra de las medidas es sobre los detectores de radares, que prohíbe la conducción utilizando dispositivos detectores de radar, permitiéndose únicamente aquellos dispositivos de información de radares (navegadores) que incorporan la base de datos de localización de radares y avisan al conductor.
Para el RACE, es un tanto incomprensible esta medida, pues los navegadores tienen la posibilidad de incluir en la base de datos los puntos kilométricos en donde puede haber un radar, información que es la que facilitan los detectores de radar, por lo que no se entiende la permisión de unos y no de otros. En todo caso, debemos trabajar para que el comportamiento del conductor no se encamine continuamente a evitar el control sino a mantener una conducción segura permanente en función de las condiciones de la vía, del tráfico, meteorológicas, etc. En este sentido, consideramos que se deben establecer medidas para que el conductor asocie los radares de control de la velocidad a tramos de riesgo o tramos de concentración de accidentes, y no a tramos de autopista o autovía con altos niveles de seguridad.
Respecto al tema del alcohol, la principal novedad en este punto es el aumento significativo de la sanción por superar las tasas de alcoholemia permitidas de 500 a 1000 euros, si bien la tolerancia debe ser cero con los conductores que consuman alcohol y conduzcan, consideramos que en la situación actual de crisis económica el aumento de esta sanción es desproporcionado, cuando además existen otras herramientas como el Código Penal para aquellos conductores que sobrepasan la tasa de 0,6 mg/l en aire espirado.
En cuanto a drogas, la nueva normativa establece la infracción administrativa de conducir con la presencia de drogas en el organismo, lo que conllevará una sanción económica de 1000 euros y una retirada de 6 puntos. Asimismo, también regula los dispositivos de detección de droga en la saliva, lo que supone un gran avance en la prevención y control de conductores que conducen después de haber ingerido sustancias ilegales, y además clarifica la sanción administrativa (conducir con presencia de drogas) de la sanción penal (conducir bajo los efectos de drogas o estupefacientes), que con la anterior normativa había sido objeto de confusión.
Finalmente, entre las novedades de la ley está la obligatoriedad del uso del casco en la bicicleta en ciudad hasta los 18 años en vías urbanas, norma que hasta ahora se limitaba a todos aquellos usuarios que circulasen en bicicleta por vías interurbanas. Con esta medida se da un paso importante en la implantación obligatoria de una medida de seguridad que debería ser incuestionable, como es el uso del casco para prevenir lesiones. En este sentido, esperamos que en corto plazo esta obligatoriedad se pueda generalizar a todas las edades de usuarios de la bicicleta.
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Texto y fotografías: RACE