CON MOTIVO DEL ALPINE EUROPEAN TOUR QUE VISITÓ VALENCIA DEL 28 DE JULIO AL 2 DE AGOSTO, TUVIMOS LA OCASIÓN DE CONOCER LOS PLANES INMEDIATOS DE LA MARCA FRANCESA Y DE REALIZAR UNA TOMA DE CONTACTO CON LA GAMA ALPINE A110
Valencia, 9 de agosto de agosto de 2021.- Valencia reúne unas condiciones ideales para que los grandes fabricantes de automóviles la escojan para dar a conocer sus novedades y permitir que sus potenciales clientes tomen contacto con las mismas. Esto mismo fue lo que ocurrió entre el 28 de julio y el 2 de agosto, cuando la marca francesa Alpine tomó el idílico Hotel Balneario Las Arenas para instalar allí el cuartel general del Alpine European Tour Valencia. Este evento, que viene recorriendo Europa desde mediados de junio (Holanda, Italia, Reino Unido…), ha permitido acercar la actual gama de deportivos franceses a cualquier persona interesada en ellos con tan sólo registrarse en el evento. De esta manera, cientos de conductores -la gran mayoría de ellos aficionados a los clásicos y a los deportivos de altas prestaciones- han podido disfrutar de una interesante experiencia, con la prueba de un Alpine incluida. Esta misma experiencia tuvo lugar posteriormente en Marbella, del 5 al 10 de agosto.
Una vez que tuve conocimiento del evento, decidí inscribirme. Lo hice porque siempre hay que aprovechar estas oportunidades para tomar contacto con las diferentes novedades que van presentando las marcas y porque con el Club Alpine Valencia he podido conocer mejor la marca y a sus protagonistas españoles, gracias a la gran labor realizada por su presidente José Vicente Edo; por estas razones me apetecía especialmente participar en el evento.
Después de registrarme a través de la página web habilitada en las redes sociales, pudimos disfrutar de la experiencia por los pelos, ya que la gran demanda de solicitudes formuladas (cerca de setecientas en total) había copado los turnos disponibles, incluyendo el que habíamos solicitado. Afortunadamente, gracias al buen hacer de la organización, que contó con la colaboración de los concesionarios Alpine en Madrid y Barcelona, se encontró un holgado hueco para nosotros, cosa que agradecemos.
El Alpine European Tour Valencia
Una vez en el hotel me dirigí hasta el agradable jardín Las Palmeras, donde el equipo Alpine y las unidades de prueba iban recibiendo a los participantes en el evento. Las unidades disponibles abarcaban la gama Alpine, con los modelos Pure, Légende, S y Légende GT 2021. Junto a las mismas, destacaba la maqueta #129 creada para exhibiciones del monoplaza del Renault F1 Team RS19 F1. En este agradable marco mantuve una amena charla con Sergio Momblona y Natalia Zuñiga, responsables comerciales de los concesionarios de Madrid y Barcelona respectivamente; durante la misma me explicaron que los responsables de la marca confían en los nuevos modelos que están por llegar, como una versión en formato SUV, para ampliar el número de concesionarios, que incluirá uno en Valencia y para tener más presencia en las carreteras españolas. En los cuatro años que lleva en el mercado se estima que se han vendido en España unos 80 Alpine A110, más o menos una veintena por año.
Al volante del Alpine A110
Tras recibir las pertinentes explicaciones técnicas sobre el modelo y su funcionamiento, me preparé para emprender la marcha. Tenía media hora para rodar con el Alpine, de modo que como el hotel está situado relativamente cerca de la autovía V21 pensé que podría acercarme hasta la población de Massalfassar; para ello, tendría que cruzar las playas urbanas de Valencia y Alboraya antes de salir a la carretera abierta. Una vez clara la ruta a hacer, tomé asiento en el A110; el acceso al Alpine no es complicado a pesar de tener una altura de tan sólo 1,25 metros gracias a unas puertas grandes y que abren mucho. En el interior, unos asientos tipo baquet de cuero y microfibra me esperaban. Fue fácil ajustar el volante a mi estatura (en altura y profundidad), de modo que apretando el botón de arranque y seleccionando el modo automático del cambio emprendí la ruta. Haciendo un par de maniobras marcha atrás comprobé que las asistencias, con cámara incluida, hacían tan fácil la maniobra como al volante de cualquier utilitario. El prcioso volante, combina piel y aluminio y tiene una forma y un grosor ideales, sin que falte el achatado por su parte inferior.
Rodar por el tráfico urbano no fue en absoluto complicado, porque el Alpine es un deportivo muy compacto, de poco más de cuatro metros de longitud, con buena visibilidad, salvo la trasera que queda condicionada por una luneta pequeña. Ya fuera con el cambio en la posición automática o manual -accionado por las levas fijas a ambos lados de la caña de la dirección- su respuesta era dócil, aunque su espectacular sonido en las aceleraciones y retenciones llamaba poderosamente la atención entre los turistas y bañistas que paseaban por los paseos marítimos que íbamos atravesando. Su dirección, directa y muy rápida hacían fácil la conducción urbana, con unos frenos, firmados por Brembo, a la altura de lo exigido.
Durante estos primeros kilómetros de aclimatación aprovecho para ajustar los espejos e irme familiarizando con los mandos interiores, algunos de ellos conocidos por haberlos visto en otros modelos Renault, como el Clio. Aunque el baquet sobre el que voy sentado ofrece limitadas posibilidades de ajuste, voy cómodo y perfectamente encajado en el mismo. Cuando por fin abandono la población de Alboraya para incorporarme a la autovía, decido trabajar con el cambio en la posición manual para exprimir sus siete marchas y jugar con el mando que, desde el propio volante, nos permite escoger entre diferentes tipos de conducción (Normal, Sport y Race); cada modo actúa sobre el control de la aceleración, la asistencia de dirección, los cambios de velocidad, el sonido de escape, el sistema de control dinámico de conducta (ESC). La viva respuesta del motor 1,8 litros de origen Nissan -utilizado por los Megae RS- incita a jugar con el cambio, de una respuesta y unas relaciones ideales. El funcionamiento del doble embrague es suave en todo momento, sin notarse las brusquedades o rascones al reducir como los presentes en los Clio Sport, derivados de problemas de gestión electrónica.
Acelerando con ganas, adelantando, frenando según lo exigían las circunstancias del ligero tráfico de media tarde, se nota el excelente trabajo hecho en el bastidor – con el motor central y el depósito de gasolina justo delante del habitáculo para lograr un reparto óptimo de los pesos y un bajo centro de gravedad- y en las suspensiones, transmitiéndome una repuesta muy ágil y divertida. Lo cual no quita que algunos conductores más exigentes echen en falta un diferencial autoblocante. Rodando con el Alpine a un ritmo alegre me viene a la cabeza una reflexión que ya nos hemos hecho al probar otros coches con un enfoque parecido; un coche con una potencia moderada (252 CV) – si la comparamos con las altísimas cifras declaradas por destacados deportivos- pero con un peso muy contenido (1.098 kg en vacío), gracias a la carrocería de aluminio y al estudiado reparto de pesos, pueden ser tan o más gratificantes al volante que aquellos, especialmente en rutas donde se le exige más al comportamiento del coche, donde cada caballo ha de mover menos kilos…. En el caso del Alpine la relación peso/potencia es de 4,29 kg/CV, registro registro más que interesante para un vehículo de alto rendimiento.
EL SISTEMA ALPINE TELEMETRICS PROPORCIONA UNA CANTIDAD DE INFORMACIÓN ABRUMADORAMención aparte es la cantidad de información que nos proporciona el Alpine Telemetrics: según el programa de conducción escogido, delante de mi campo visual, aparte de velocidad y rpm, marcha metida, nivel de combustible y potencia entregada y par motor disponible, y en la pantalla, de siete pulgadas, colocada en el centro del salpicadero, presión de soplado de turbo, temperatura del embrague, curvas de potencia y par, consumos, etc. Personalmente no había probado un coche que me diera tanta información sobre el rendimiento de la mecánica…. Era muy interesante comprobar las fluctuaciones en las lecturas según el tipo de exigencias al que sometíamos al Alpine.
Una vez agotado la mitad del tiempo asignado, salgo de la autovía y me dirijo a la población de Massalfassar para cambiar de sentido y volver a Valencia. Para ello abordo con ímpetu una rotonda bastante cerrada para comprobar las reacciones del Alpine y éste tracciona y reacciona sin inmutarse, con un aplomo y una precisión que hacía tiempo que no sentíamos. Incorporándonos a la autovía acelero con ganas y el motor turboalimentado saca el genio que lleva dentro, y que se va manifestando en toda la escalera de marchas que vamos insertando, 3ª, 4ª, 5ª 6ª y 7ª…. No tuve la ocasión de tomar tiempos de aceleración, pero la marca declara 4,5 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado y 2,6 segundos para acelerar de 80 a 120 km/h, cronos que subjetivamente pensamos que son muy creíbles. Ya rodando por la V21 levanto el pie del acelerador y rebajo la velocidad para ir bordeando el límite legal… si por el coche fuera, por la facilidad con la que acelera y por lo que te pide, no bajaríamos de 140 km/h, no por nada, sino por lo fácil que es rodar sin darte cuenta a este ritmo o más alto.
Tras una docena de kilómetros llego a la entrada Valencia, con las típicas retenciones, durante las cuales nos sentimos observados por el resto de conductores, y no les faltan motivos, porque los Alpine, aunque se llevan comercializando unos años en España, aún tienen una presencia muy testimonial en nuestras calles. Para volver hasta el hotel recorreré larga y fluidas avenidas, por lo que opto por colocar el cambio en su modalidad automática, notándose que el rabioso comportamiento del motor se dulcifica de manera notoria, aunque la sinfonía procedente de los escapes nos sigue delatando. El generoso par motor de 320 Nm le otorga al A110 una buena elasticidad para poder circular en entornos urbanos a poca velocidad sin mayores problemas.
Ya devuelto el coche aprovecho el resto de la tarde para fijarme bien en su interior y para oír las explicaciones que me dan los responsables de la marca, que hacen mucho hincapié en que aun tratándose de un deportivo de nivel sus costes de mantenimiento serán muy asequibles al poderse realizar muchas intervenciones ordinarias de servicio en la red Renault. También se destacaba el grado de personalización por lo que raramente se verán dos unidades iguales. También fue el momento para examinar con detalle las otras unidades presentes que conformaban la gama Alpine, las versiones Léguenle, S y Légende GT 2021, estas dos últimas algo más potentes (292 CV) así como la espectacular maqueta del F1 expuesto. Fue curioso ver cómo entre los probadores había -que nosotros conociéramos- muchos propietarios y conductores habituales de modelos Porsche, Lotus y otros deportivos de renombre que, tras la prueba, manifestaron su gran nivel de satisfacción con el Alpine.
Esto nos hace pensar que la marca francesa lo está haciendo bien ofreciendo un producto muy atractivo a unos precios que van desde los 60.700 hasta los 74.800 euros. Junto con el Porsche 718 Cayman o el Lotus Evora, es de los pocos coupés de motor central que podemos encontrar en el mercado, y que además proporcionan sensaciones tan puras al volante. El impulso que le está dando a la marca su máximo responsable Luca de Meo y el tirón mediático que supone su presencia en la Fórmula 1 pueden ser vitales para darle el impulso comercial que se merece.
Equipamiento y vida a bordo
La unidad que pude probar se correspondía con el modelo Pure, pintada en un bonito color Azul Alpine, y calzado sobre las llantas de aleación forjadas de 18 pulgadas. Los rasgos de la carrocería, diseñada por Anthony Villain y su equipo, rinden un merecido homenaje al A110 clásico; en el frontal cuatro ópticas con faros LED completos nos traen a la memoria lo característicos faros redondos de modelo original y en la parte trasera destacan las luces traseras LED «X» que incorporan intermitentes secuenciales.
El habitáculo recrea fielmente el ambiente de los Alpine A110 clásicos, con las puertas pintadas en el mismo tono que la carrocería. Los acabados son funcionales y un tanto austeros, aunque hay detalles con encanto, como una pequeña carterita de piel alojada en un soporte previsto para ello en la que iba la documentación del coche. Una original consola central “flotante” acoge la botonería del arranque y paro del Alpine, la del cambio automático (Drive, Neutral, Retro), los mandos de los elevalunas y del freno de mano eléctrico. Debajo de la pantalla multimedia una batería de botones accionan mandos secundarios, como la climatización o asistentes a la conducción. Espacio para equipaje tenemos, en el maletero delantero (capaz para equipaje de un fin de semana), en el hueco que hay tras los asientos, en el maletín colocado entre el dintel de la puerta y el asiento del conductor y en el maletero trasero; este permite meter bolsas de tamaño mediano y cuyo contenido soporte bien el calor, dada la temperatura que alcanza dada la cercanía al motor. El acceso al motor requiere levantar el capó trasero y desmontar la plancha protectora que lo protege. Entonces queda a la vista en toda su integridad, pudiéndose apreciar el cuidado trabajo hecho en el bastidor y en los brazos de las suspensiones, algo que siempre gusta a los aficionados a los coches.
La tarde que probamos el Alpine hacía mucho calor por lo que pudimos comprobar la eficacia del sistema de climatización electrónico, dotado de filtro de partículas, pasando la exigente prueba con nota. La pantalla central táctil de la consola central permite visualizar un sistema europeo de navegación por satélite y replicar los teléfonos inteligentes Android e iOS. Igualmente importante es el sistema de sonido, con cuatro altavoces estéreo de la serie Focal y equipados con tecnología Dome Flax. Cada unidad puede personalizarse gracias al “Atelier Alpine”, programa que permite adaptar desde el proceso de fabricación efectuado en la planta de Dieppe (Francia) cada Alpine a los gustos y deseos de cada cliente, pudiéndose escoger entre 26 colores de carrocería.
Datos técnicos
Disposición general
- Motor central, propulsión trasera.
Motor
- Combustible: gasolina.
- Número de cilindros: 4 en línea, turbo alimentado de inyección directa.
- Cilindrada; 1,8 cc.
- Potencia: 252 CV a 6.000 rpm.
- Par motor: 320 Nm.
- Relación peso potencia: 4,29 CV/Kg.
Caja de cambios
- Tipo: automática.
- Accionamiento: doble embrague.
- Número de relaciones: 7
Carrocería
- Tipo: coupé de dos puertas y dos plazas elaborada en aluminio.
Suspensiones
- Configuración: independiente en las cuatro ruedas, dobles triángulos.
Frenos
- Tipo: discos en las cuatro ruedas.
Dimensiones
- Longitud; 4.180 mm.
- Batalla: 2.420 mm.
- Altura: 1.252
Peso en vacío
- Peso: 1.098 kg.
Prestaciones y consumos
- Velocidad máxima: 250 km/h (limitada).
- Aceleración 0-100: 4,5 seg.
- Aceleración 80-120 km/h: 2,6 seg.
- Aceleración 0-1000 m: 23,2 seg.
- Consumo combinado: 6,7 l/100 km.
- Emisiones de CO2 en el ciclo combinado: 141 g/km.
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotografías: Juan Inigo Ros, Amparo Mora Herrero y Alpine