- EL AUDI A1 ES UN PEQUEÑO GRAN COCHE, QUE HA CONSEGUIDO COMBINAR EN UNA CARROCERÍA PEQUEÑA TODA LA CALIDAD Y LA MEJOR INGENIERÍA DEL PRESTIGIOSO FABRICANTE ALEMAN
- LA GAMA OFRECE MOTORES DE GASOLINA Y DIÉSEL, CON POTENCIAS ENTRE 86 Y 185 CABALLOS
- DOS NIVELES DE ACABADO, ATTRACTION Y AMBITION, QUE SE PUEDEN PERSONALIZAR CON MÚLTIPLES COMBINACIONES DE EQUIPO OPCIONAL
- LA GAMA A1 ESTÁ DISPONIBLE DESDE 16.570.-€
Valencia, 19 de agosto de 2013.- El Audi A1, presentado en 2010, se configura como el modelo de acceso de la amplísima gama de turismos de Audi, como el heredero del A2, fabricado en aluminio hace ya algunos años. Entra en competencia directa con rivales tan duros como el BMW de la serie 1 o el Mini, que al igual que el Audi combinan brillantes mecánicas gasolina y diésel con sugestivas carrocerías de poco menos de cuatro metros de longitud. La misma recoge los rasgos estéticos del concept-car Metroproject quattro de 2007.
Según señaló la propia marca en su presentación, el A1 se dirige a un público que en general tiene dos grandes intereses en común: la tecnología de última generación y la personalización. A nivel general, el primer grupo son los jóvenes de entre 25 y 29 años, en su mayoría hombres recién incorporados al mundo laboral. Son jóvenes, deportistas, y en su mayoría solteros. Con frecuencia han conducido hasta el momento un vehículo de segunda mano y quieren comprarse su primer coche nuevo.
El segundo grupo está formado por mujeres de entre 30 y 40 años orientadas a su carrera profesional. Tienen una buena formación, viven solas o en pareja y se interesan por la moda, la cultura y el diseño. El tercer grupo está compuesto por hogares que ya poseen uno o dos vehículos; aquí son los padres o los jóvenes adultos de la casa los que utilizan el A1.
La buena salud de A1 en el mercado español viene reflejada por sus cifras de ventas: en julio de este año se matricularon a través de la red oficial Audi un total de 753 unidades, con un acumulado entre enero y julio de 5.203. Es el segundo modelo más vendido de la marca de los cuatro anillos, por detrás del A3.
Clásicos al Volante ha podido probar el Audi A1, en concreto la versión impulsada por el motor de gasolina TFSI de cuatro cilindros en línea de 1,2 litros de cilindrada que desarrolla 86 caballos. La carrocería era la de tres puertas, con el nivel de acabado Ambition.
La prueba que realizamos fue larga, 473 kilómetros, y durante la misma nos desplazamos desde Valencia hasta Alicante, de manera que pudimos probar el comportamiento del A1 en autopista y tráfico urbano.
EL AUDI A1
El Audi A1 es un vehículo de compactas dimensiones muy contenidas, 3.954 milímetros de longitud, 1.740 milímetros de anchura, 1.417 milímetros de altura, con una batalla de 2.469 metros y unos voladizos proporcionadamente cortos. Las vías son de 1.477 mm delante y 1.471 mm detrás. En función de la motorización, sobre el eje delantero sólo recae entre el 61 y el 63% del peso. Con sólo 1.040 kg de peso básico, el A1 es el vehículo más ligero en el segmento de los compactos Premium.
La carrocería del más pequeño de los Audi es de dos volúmenes, con un portón trasero. Está disponible en tres y en cinco puertas. El frontal del A1 queda presidido por la calandra Singleframe y sus modernos faros. El capó del motor y el portón del maletero parecen envolver la carrocería al presentar unas formas muy marcadas, formando un borde de ruptura aerodinámica sobre la matrícula. Debajo del citado borde se encuentran los grupos ópticos traseros en una sola pieza y efecto tridimensional; su forma de cuña es similar a la de los faros delanteros, y se integran en el diseño con gran naturalidad. Dos viseras cromadas otorgan a la luz de freno, reforzada a través de reflectores, una imagen en forma de anillo. La luz antiniebla trasera está integrada en la luz de freno y utiliza sus diodos luminosos, que pueden gestionarse de manera flexible. Dado que los pilotos traseros no pueden verse con el portón del maletero abierto, el A1 incorpora en los montantes C luces LED adicionales. Los faros antiniebla, opcionales, están integrados en sus esquinas exteriores.
Un difusor deportivo en el faldón cierra la zaga en su parte inferior, y aporta una imagen poderosa sobre el asfalto. En el lado izquierdo desemboca el sistema de escape en uno o dos tubos finales.
El arco del techo puede pintarlo en uno de los cuatro colores disponibles (Blanco Amalfi, Negro Brillante, Plata Hielo metalizado y Gris Daytona efecto perla), que contrastan con el color de la carrocería causando un llamativo efecto. El arco acaba donde mismo lo hace el montante C, que se encuentra aún más inclinado que en muchos coupés, lo que otorga a la zaga un corte dinámico, realzado adicionalmente por el spoiler de techo. El trazado ascendente de las líneas parece prolongar y acelerar al A1 desde el punto de vista óptico. El borde superior del capó del motor se extiende por debajo de las ventanillas laterales hasta la zaga.
Los retrovisores exteriores se encuentran en las puertas y gracias a sus ranuras y bordes deflectores, consiguen que las lunas laterales y el cristal de retrovisor se ensucien menos cuando la calzada está mojada.
Las manecillas de las puertas están compuestas por unas robustas asas. Los grandes pasos de rueda, definidos con gran delicadez, albergan ruedas de hasta 18 pulgadas de diámetro.
La carrocería del A1 está disponible en diez colores diferentes. Las pinturas sólidas se denominan Blanco Amalfi, Azul Cúmulo y Negro Brillante, y las pinturas metalizadas Plata Hielo, Negro Phantom, Marrón Teka, Rojo Shiraz, Azul Scuba, Rojo Misano y Azul Esfera.
Con un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,32 en la versión básica, el Audi A1 se encuentra entre los mejores automóviles de su segmento; la superficie de penetración mide 2,04 metros cuadrados. Un revestimiento de plástico cubre gran parte de los bajos del vehículo, los protege de la sal y de los golpes de las piedras y permite una circulación del aire muy favorable desde el punto de vista aerodinámico.
La gama del A1 cuenta con seis motores de cuatro cilindros, tres de ellos TDI y otros tres TFSI. Todos los motores se rigen por el principio del downsizing, basada en la reducción de cilindrada, el uso de sobrealimentación, y obtención del combustible a través de inyección directa. El rango de potencias se extiende desde los 86 CV a los 185 CV.
Todos los motores combinan las tecnologías de inyección directa y sobrealimentación: este innovador concepto, en combinación con un sistema de arranque y parada y un sistema de recuperación de energía (menos en el 1.6 TDI 90 CV S tronic), les aporta una extraordinaria potencia con un mínimo consumo. Los valores de consumo oscilan entre los 3,8 l/100 km del 1.6 TDI de 90 CV hasta los 5,8 l/100 km del potente 1.4 TFSI de 185 CV.
Las siglas TFSI hacen referencia a la inyección directa y a la sobrealimentación; Audi se convirtió hace cinco años en el primer fabricante del mundo en ofrecer esta solución. La fuerte turbulencia que el combustible provoca al ser inyectado directamente enfría las paredes de la cámara de combustión. Se reduce así la temperatura, lo que soluciona el viejo problema básico de los motores turbo: la tendencia al picado en la combustión a causa de la elevada generación de calor. La compresión de los motores TFSI es muy elevada, lo que mejora notablemente su eficiencia.
El más pequeño de los dos motores de gasolina es el 1.2 TFSI. Cuenta con una potencia de 86 CV y genera un par motor máximo de 160 Nm. Por encima de este se encuentra la versión de 1.390 cc de cilindrada, el 1.4 TFSI rinde 122 CV. Con este motor, el A1 1.4 TFSI puede elegirse con cambio manual de seis velocidades o con cambio S tronic de siete marchas. La versión más potente en gasolina es el 1.4 TFSI de 185 CV, disponible únicamente en combinación con el cambio S tronic de 7 velocidades, este motor incorpora un sistema de sobrealimentación que combina un compresor y un turbocompresor; como resultado se obtiene un par motor de 250 Nm, una aceleración de 0 a 100 km/h de 6,9 segundos y una velocidad punta de 227 km/h.
El motor de acceso a la gama diésel del A1 es el 1.6 TDI. Con una cilindrada de 1.598 cc, se caracteriza por una fricción interna reducida al mínimo. Este se ofrece en dos versiones diferentes. El primero rinde 90 CV a 4.200 rpm, con un par máximo de 230 Nm entre 1.500 y 2.500 rpm. Ya sea en combinación con el cambio manual de cinco marchas, o con el S tronic de 7 velocidades, acelera al A1 de los 0 a los 100 km/h en 11,4 segundos. Su velocidad punta es de 182 km/h y su consumo es ejemplar, de 3,8 litros a los 100 km, lo que equivale a 99 gramos de CO2/km para la versión manual, y 4,2 en el S tronic, el único que no lleva sistema start-stop de serie.
Por encima de este 1.6 TDI de 90 CV queda la versión de 105 CV de potencia y 250 Nm de par motor, disponibles entre las 1.500 y las 2.500 rpm, que se combina con un cambio manual de cinco marchas. Con una aceleración estándar de 10,5 segundos y una velocidad punta de 190 km/h,
La última incorporación a la gama de motores turbodiésel del pequeño A1 es el 2.0 TDI de 143 CV. Un motor que convierte al A1 en todo un deportivo de bajo consumo, con unos registros impresionantes: 217 km/h de velocidad máxima, aceleración de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos, y un consumo medio homologado de 4,1 l/100 km.
La carrocería del A1 está compuesta por dos tercios de aceros de alta y de máxima resistencia con diferentes clases de resistencia. Los de mayor resistencia. Los primeros se utilizan en la celda del habitáculo, en las zonas traseras de los largueros, en el arco del techo y en los montantes A y B. En el procedimiento de unión de la carrocería se utilizan 66 metros de adhesivo estructural, que proporciona uniones firmes y herméticas, hasta el punto de poder prescindir de medidas de estanqueidad en muchos casos, lo que ahorra peso. Todas aquellas zonas que durante la marcha absorben fuerzas se han visto sometidas a reforzamientos selectivos.
En cuanto a la protección de los ocupantes, cuando se produce una colisión frontal descentrada, la energía generada es trasladada hasta el lado opuesto, de modo que las cargas a las que se ven sometidos los ocupantes pueden mantenerse a un nivel bajo. Los montantes B, la pared ubicada delante del espacio para los pies y los largueros traseros proporcionan protección adicional gracias a su extremada rigidez. Cuatro sensores que reaccionan ante la aceleración y el aumento de la presión del aire ofrecen información detallada a la unidad de control de los airbags en cualquier tipo de colisión.
EQUIPAMIENTO Y VIDA A BORDO
Audi ofrece el A1 en dos líneas de equipamiento: Attraction es una versión con mucho carácter, y Ambition, por su parte, es la variante dinámica y deportiva. Ambas líneas pueden combinarse con el paquete Media Style, que ofrece atractivos contenidos del ámbito del infotainment y del diseño interior.
Nuestra unidad, correspondiente a la versión Ambition estaba pintada en color Rojo Misano efecto perla con color de contraste Plata Hielo metalizado. Venía equipada con volante deportivo de tres radios forrado en piel, tapizado en tela en color gris titanio y negro, respaldo de los asientos traseros abatible en dos partes, radio Chorus, cierre centralizado con control remoto, retrovisores exteriores con ajuste eléctrico, elevalunas eléctricos, regulación en altura para el asiento del conductor y del acompañante, función easy entry para facilitar el acceso a las plazas traseras, apoyabrazos central delantero y ordenador de a bordo con programa de eficiencia, llantas de aleación, faros antiniebla, luz diurna, etc. El apoyabrazos, en nuestro coche, con caja de cambios manual, no resultó especialmente cómodos al molestar para cambiar de marcha.
La importante dotación de seguridad incluía dos airbags frontales, airbags laterales para tórax y cadera, airbags para la cabeza, limitadores de fuerza de los cinturones, sistema integral de reposacabezas y anclajes Isofix para asientos infantiles.
La decoración interior incluye apliques en aluminio, presente en las molduras de acceso, los mandos giratorios del aire acondicionado, o del climatizador automático (opcional), el asa de la guantera y el conmutador giratorio de las luces. La corona del volante deportivo de tres radios, la empuñadura del freno de mando y la palanca de cambio se han revestido en cuero y decorado con discretas abrazaderas de aluminio.
Los asientos traseros presentan un diseño anatómico, y sus reposacabezas pueden bajarse hasta tal punto que no interfieran en la visibilidad a través del retrovisor interior.
El maletero, tema importante en un vehículo de enfoque práctico e, incluso urbano como es el A1, tiene paredes planas y un escalón del borde de carga de poca altura. Presenta un volumen de 270 litros y resulta muy ancho, ya que los amortiguadores se encuentran muy pegados a la carrocería. La base del suelo de carga forma una superficie plana con los respaldos abatidos y el borde de carga. Dos pequeños pasadores sujetan la base al levantarla. En la pared derecha se ha montado un punto de fijación múltiple.
El respaldo dividido de los asientos traseros se abate. Los reposacabezas pueden permanecer puestos y basta una sola maniobra. El volumen del maletero aumenta así hasta los 920 litros con carga hasta el techo. El portón se desbloquea eléctricamente, también a través de la llave con mando a distancia. Se levanta por sí solo y vuelve a bajar hasta encajar en el cierre de manera intachable. El pestillo del portón monta además una pequeña tapa propia accionada por resorte que lo protege de la suciedad.
AL VOLANTE
De todos los ocupantes que se desplazan a bordo del A1 posiblemente el conductor será el que más disfrute, porque es un coche al que no le faltan argumentos para que este se sienta contento con el mismo:
El primero de ellos, su línea. Aun tratándose del Audi más pequeño, y más barato, no pierde el inconfundible aire de familia que hace que identifiquemos a la primera cualquier modelo de la marca de los cuatro aros: no le falta la gran parrilla Singleframe y unos modernos faros halógenos. Su carrocería, si bien no es muy grande, es bonita y tiene un gran encanto: pensamos que el equipo de diseñadores ha acertado plenamente al combinar en colores contrastados el arco que forman el techo, marcos de las ventanillas y del parabrisas, con el color del resto de la carrocería; en nuestro coche, la combinación resultante, plata contrastado contra rojo era muy atractiva.
El segundo argumento, su interior; si por fuera el diseño es original, incluso audaz pero sin perder un toque de elegancia, el interior también tiene unas formas frescas y deportivas en el que destacan las formas redondas de las salidas de aire de la climatización, de vaga inspiración aeronáutica, y la pantalla retráctil del ordenador y equipo de audio del coche. La instrumentación se confía a relojes analógicos y a la, ya habitual, pantalla que muestra la información que el conductor demanda en cada momento. Un paquete de aislamiento en construcción ligera proporciona en el interior del vehículo un silencio propio de coches de mayor categoría.
El tercero, y el que más le va a gustar al conductor es la respuesta del motor TFSI: a pesar de su modesta cilindrada, 1,2 litros, desarrolla unos briosos 86 caballos, que permite circular alegre por vías rápidas sin esfuerzo: El par motor máximo, 160 Nm, permanece constante entre las 1.500 y las 3.500 rpm; a 120 km/h el motor no llega a girar a 3.000 rpm.
Tras regular el asiento a mi gusto y antes de emprender la marcha, dedico un momento a examinar con calma el salpicadero: paso la mano por la superficie del tablero de instrumentos y compruebo que descansa sobre un suave acolchado y que presenta un elegante granulado, acciono teclas y reguladores, que responden con precisión moviéndose con suavidad; incluso el mecanismo de la palanca para desbloquear los cierres del capó del motor se mueve con precisión y contundencia.
Frente a mí tengo un cuadro de mandos con grandes esferas (escalas en color negro, indicadores en color rojo y cifras en color blanco), cubiertas por una visera que impide que los rayos del sol impidan su correcta lectura. Sus diferentes funciones las puedo manejar con las palancas de la columna de dirección, de un modo lógico y ergonómicamente. Circulando de noche o por el interior de un garaje pude comprobar que los instrumentos se iluminaban en blanco y las teclas en rojo.
También cuento con el sistema de información, que toda la información relevante sobre las fuentes de audio, el teléfono, el vehículo y el sistema de navegación opcional en su pantalla monocromática, ubicada entre los instrumentos redondos. Un moderno concepto de pestañas y una tecla de favoritos que puede asignarse libremente hacen que el manejo del sistema sea sencillo e intuitivo. Con el volante multifuncional dicho manejo lo llevo a cabo a través de sus teclas, levas y ruedas, como en otros modelos de la marca alemana.
El sistema integra además el ordenador de a bordo con programa de eficiencia, que me ofrece consejos para cambiar de marcha de un modo más eficiente. Cuando el sistema considera que es aconsejable cambiar de marcha, el indicador de cambio se muestra ampliado. Otra de las funciones ofrece información sobre los consumidores eléctricos del vehículo que están activos, como por ejemplo el climatizador o la calefacción de la luneta trasera, así como a cuánto asciende su consumo de combustible. El estado de los cinturones de todos los ocupantes se muestra en el cuadro de instrumentos.
El volante, deportivo de tres radios está forrado en piel y decorado con inserciones en diseño cromado. Nos gustó mucho por su tacto, tamaño y facilidades para encontrar una posición cómoda al mismo.
La consola central está ligeramente inclinada hacia mí: en su parte inferior encontramos una línea de mandos secundarios, como los de la radio, cuya pantalla (de 6,5 pulgadas de diagonal) se encuentra empotrado en el tablero de instrumentos. Basta con pulsarlo brevemente para que se despliegue mecánicamente hacia arriba en un silencioso y homogéneo movimiento, hasta alcanzar la posición ideal para la vista. Debajo, se encuentran los mandos del aire acondicionado (el climatizador es opcional), confiados a los clásicos mandos giratorios que hemos encontrado en otros modelos del Grupo Volkswagen.
Separada de la misma está la consola del túnel central, que aloja la palanca del cambio, soportes para bebidas y una toma de corriente de 12 voltios en la consola del túnel central. También se dispone de amplios portaobjetos en las puertas y en los revestimientos laterales traseros.
La versión que probamos iba equipada con el sistema de arranque y parada, sistema que apaga el motor cuando el vehículo está parado, la palanca de cambio se encuentra en la posición de punto muerto y el conductor ha retirado el pie del pedal del embrague en las versiones con cambio manual, o al detenerse el vehículo y pisar el freno en los automáticos. Cuando el conductor pisa el embrague de nuevo, o cuando suelta el pie del freno en las versiones automáticas, vuelve a poner el motor en marcha, y lo hace de un modo silencioso, cómodo y rápido.
El tacto de los mandos es correcto, con una palanca de accionamiento del cambio que nos ha encantado, por su precisión, forma y ubicación. El embrague, muy suave se complementa perfectamente con ella.
Una vez en marcha, el más pequeño de los dos motores de gasolina que monta el A1, el 1.2 TFSI, empuja con brío: sus 86 CV y su par motor máximo de 160 Nm constante entre las 1.500 y las 3.500 rpm hacen que la conducción sea muy agradable, permitiendo circular a ritmos muy alegres. El bloque de cuatro cilindros cuenta con dos válvulas por cilindro y un turbocompresor, así como con inyección directa de gasolina.
La caja de cambios de cinco marchas permite acelerar hasta los 100 km/h, con salida parada, en 11,7 segundos y alcanzar una velocidad punta de 180 km/h. Si bien no son cifras especialmente brillantes, permiten circular con desenvoltura en cualquier tipo de entorno.
En el ciclo de ensayo EU presenta un consumo de 5,1 litros de combustible a los 100 km, lo que equivale a unas emisiones de CO2 de sólo 118 g/km. La autonomía, según el ordenador, ronda los 470 kms,
Los frenos cumplen de sobra con su cometido siendo controlados por el sistema ESP, programa de estabilización con bloqueo transversal electrónico. Cuando la unidad de control del sistema detecta que la rueda delantera ubicada en el interior de la curva se descarga en exceso, gestiona una leve y concreta intervención de los frenos en dicha rueda, apenas un sutil contacto de las pastillas de freno con el disco y una presión mínima.
La intervención del ESP se lleva a cabo de manera paulatina y continua, incluso antes de que se produzca el patinaje. Según explica el fabricante, “gracias al ligero impulso de frenada, el par excedente fluye hasta la rueda ubicada en el exterior de la curva, que está en situación de trasladar una mayor fuerza a la calzada. Al mismo tiempo, la diferencia entre las fuerzas de propulsión genera un determinado par de guiñada; el vehículo se cierra con suavidad en la curva, lo que resulta de gran ayuda para el conductor. El A1 permanece neutro durante más tiempo en los márgenes límite de estabilidad, el subviraje al seguir cerrando la curva y al acelerar queda prácticamente neutralizado. Las intervenciones del sistema de estabilización ESP se producen más tarde y con menor intensidad, si es que llegan a necesitarse”.
Los discos delanteros son autoventilados y tienen un diámetro de 256 mm; los traseros son discos macizos de 230 mm de diagonal con pinzas flotantes de aluminio. En el caso de producirse una frenada de emergencia, las luces de freno parpadean para alertar a los vehículos que circulan por detrás; cuando el vehículo se detiene se encienden los intermitentes de emergencia.
La suspensión delantera es una clásica construcción McPherson con brazos transversales triangulares en la parte inferior y nueva elastocinemática, y con bastidor auxiliar fabricado en acero de alta resistencia. En el eje trasero se utiliza una construcción de brazos interconectados con muelles y amortiguadores dispuestos por separado; su elastocinemática ha sido optimizada en beneficio de la dinámica de conducción y del confort mediante cojinetes guía de nuevo desarrollo.
En cuanto a las ruedas, la unidad probada montaba ruedas de 16 pulgadas fabricadas en aleación ligera con neumáticos en formato 215/45R 16.
La estabilidad, es sobresaliente, con una gran nobleza de reacciones en todas circunstancias; el alto confort de marcha que ofrece la estudiada suspensión permite afrontar viajes largos con un bajo nivel de fatiga para el conductor o sus acompañantes. La estudiada insonorización del habitáculo contribuye sin duda a ello, aislándose perfectamente los ruidos procedentes de la mecánica o los que genera la rodadura del vehículo. Podemos decir que el A1 tiene el tacto, o la calidad de rodadura, de un coche de categoría superior.
La dirección es de cremallera asistida electrohidráulicamente, utilizando un motor eléctrico para generar la corriente de aceite; su funcionamiento es más eficiente que el de un sistema exclusivamente hidráulico. Al aumentar la velocidad se reduce el régimen del motor, y con ello la servoasistencia; con grandes ángulos de giro del volante aumenta el caudal volumétrico. La desmultiplicación de la dirección, con una relación de 14,8:1, es muy directa. Gracias al amplio viraje de las ruedas delanteras, el diámetro de giro se limita a 10,6 metros; ello le otorga al A1 la máxima agilidad.
Podemos concluir diciendo que el Audi A1 me ha dejado un excelente sabor de boca, encontrándolo muy equilibrado y agradable de conducir. Y todo ello, con el inconfundible sello de calidad que Audi imprime a todos sus productos.
FICHA TÉCNICA
MODELO
A1 1.2 TFSI (85 CV/63 kW)
Tipo de motor: Motor de gasolina de cuatro cilindros en línea con sistema de inyección directa y turboalimentación.
Cilindrada (centímetros cúbicos, válvulas por cilindro): 1.197/2.
Potencia máxima (CV- kW/rpm): 85-63/4.800
Par motor máximo (Nnm/rpm): 160/1.500-3.500
TRANSMISIÓN/RUEDAS
Tipo de tracción: tracción delantera.
Tipo de cambio:Cambio manual de cinco velocidades.
Llantas: De aleación de 16 pulgadas con neumáticos 215/45R 16.
PESO/VOLUMEN
Peso en vacío (kg): 1.115
Peso máximo admisible (kg): 1.490
Carga en baca/apoyo máximo (kg): 75/50
Capacidad aproximada del depósito de combustible (l): 45
PRESTACIONES DE MARCHA/CONSUMOS
Velocidad máxima (km/h): 180
Aceleración 0-100 (s): 11,7
Combustible: Gasolina 95 RON.
Consumos (l/100 km):
- Urbano: 6,2
- Interurbano: 4,4
- Promedio: 5,1
Normativa de emisiones: EURO 5
Emisiones (CO2):
- Urbano: 143
- Interurbano: 103
- Promedio: 118
DIMENSIONES
PRECIO
19.160.-€
Más información:
Texto y fotografías: Juan Inigo Ros