- ESCOGER UN SEGURO ADECUADO PARA NUESTRO VEHÍCULO ES UNA TAREA QUE NOS INTERESA COMO CONSUMIDORES; EN LA ELECCIÓN DEBEMOS CONSIDERAR MUCHOS FACTORES: LOS TÉCNICOS QUE AFECTAN A LOS DAÑOS QUE PUEDE SUFRIR NUESTRO VEHÍCULO, ASÍ COMO LOS RELATIVOS A LA COBERTURA DE LOS DAÑOS FÍSICOS QUE PODEMOS SUFRIR COMO CONDUCTORES O USUARIOS DE LOS MISMOS
- EN ESTE ARTÍCULO VEREMOS QUÉ FACTORES DEBEREMOS TENER EN CUENTA PARA CONTRATAR LA PÓLIZA MÁS AJUSTADA PARA NUESTRAS NECESIDADES
Valencia, 4 de marzo de 2020.- Vivimos en la sociedad de la movilidad, donde el desplazarse con celeridad utilizando una gran variedad de medios de transporte es algo que ya no llama la atención ni sorprende. Ciñéndonos al ámbito privado, si contáramos la variedad de vehículos que conducimos, o en los que viajamos, la lista sería amplísima, empezando desde los populares patinetes, las abundantes bicis o cualquier tipo de automóvil, moto, o vehículo comerciales o industriales, ya sean de nuestra propiedad o utilizados bajo las -ya habituales- fórmulas de renting, leasing, carsharing, uso compartido o alquiler.
Algunos riesgos
Esta movilidad, a la que ya no podemos renunciar, nos lleva a aceptar como algo inevitable unos riegos derivados de su uso, como son los accidentes de tráfico, o de circulación. No es raro sufrir pequeños percances que suelen traducirse en golpes en las carrocerías de nuestros vehículos o incluso en lesiones para los conductores y ocupantes de los mismos o de terceros vehículos. Para hacer frente a los mismos, contratamos las correspondientes pólizas de seguros, en cumplimiento de la normativa vigente. Si circulamos como usuarios en vehículos de transporte público también dispondremos de la correspondiente cobertura en caso de sufrir un siniestro.
Razones para asegurarnos
Como consumidores nos importa mucho la pronta reparación de nuestros vehículos tras haber sufrido un siniestro, y que ésta se efectúe en un plazo de tiempo razonable y que la cobertura de nuestra póliza sea lo más completa posible, y a un coste razonable. En definitiva, no queremos problemas y esperamos que si otro vehículo nos ha causado un daño ocurra lo mismo con su póliza de seguros. Así, estudiaremos contratar un tipo u otro de póliza que podrá ir desde la que nos ofrezca la cobertura más sencilla hasta las conocidas como “todo riesgo”. En todo caso, y como norma general de nuestro Derecho Civil, el responsable de causar un daño a otro, mediando culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado, razón que justifica la existencia de este aseguramiento.
Accidentes
Sin embargo, cuando se trata de los daños que podemos sufrir en nuestra integridad física o salud, ¿ponemos el mismo interés en averiguar las prestaciones que ofrece el producto que estamos contratando? Un golpe en la carrocería se arregla fácilmente cambiando piezas, pero cuando se trata de lesiones hay que pensar que el tema es mucho más complejo porque su correcto diagnóstico y tratamiento pueden requerir unos recursos y medios sanitarios costosos en términos económicos y de tiempo; tampoco debemos olvidar las secuelas que pueden provocar minusvalías o limitaciones que afecten al día a día personal y profesional. Y todo esto supone un importante coste económico que alguien deberá pagar. Cuestión especialmente importante cuando no exista conformidad o aceptación de la culpa por la parte causante de los daños, o cuando la cuestión se decide en sede judicial.
Claúsulas
En la póliza contratada encontraremos -ya sea en sus cláusulas generales o particulares- una pormenorizada explicación de la cobertura sanitaria y económica a la que tendremos derecho, ya sea como tomadores de la misma (normalmente como conductores o propietarios del vehículo asegurado) o como usuarios que viajaban en el mismo en el momento de producirse ese accidente; si las hemos leído por encima veremos que se habla de unos baremos, de unos daños físicos, de una indemnizaciones que suman importantes cantidades de dinero, pero, ¿comprendemos realmente el alcance de lo que se está contratando? No será raro que la lectura de estas cláusulas no se efectúe con la calma y rigor que se merecen, quedando satisfechos por saber de un modo general que estaremos cubiertos y que nuestra póliza cumplirá con lo dispuesto en la normativa aplicable sobre la materia.
Por la importancia que tiene el tema, es bueno que como consumidores nos preocupemos y veamos qué pasará en el caso en el que tengamos que recurrir a la ejecución de estas garantías; así, pueden surgir muchas preguntas cuya respuesta puede resultar importante llegado el caso: ¿mi edad limita el alcance de las coberturas?; ¿y mi estado de salud?; ¿tengo libertad de elección de médico o de centro sanitario?; ¿se limita el período de hospitalización?; ¿cuándo se cobrarán las indemnizaciones y qué trato fiscal tendrán?; ¿cómo se gestionarán las secuelas o recaídas?; ¿las garantías contratadas qué efectos tendrán en el ámbito laboral si a resultas de estas lesiones se me declara una incapacidad laboral?; ¿en qué situación quedarán los hijos y familiares en caso de fallecimiento el tomador del seguro? ; ¿qué ocurrirá si no estoy conforme con la indemnización que se me reconoce?; ¿disponemos de un asesoramiento legal para reclamar nuestros derechos en esta materia en sede judicial…?.
Es bueno asesorarse primero
Como vemos, hay muchas cuestiones y temas a tratar que es importante tener en cuenta a la hora de decidir contratar uno u otro producto. Temas que pueden exigir el asesoramiento de un experto profesional, tanto del ámbito sanitario como del asegurador, que nos aconseje lo más adecuado a nuestras circunstancias presentes y futuras, sin que el precio sea el único factor decisivo en su consejo.
Son asuntos complejos en los cuales esperamos no vernos implicados, pero dada su trascendencia sobre nuestra salud y economía doméstica, merecen que les dediquemos un tiempo para analizar los aspectos comentados. Si algún día necesitamos recurrir a la ejecución de esta póliza, nos alegraremos de habernos informado lo mejor posible sobre el alcance y cobertura de la misma.
Fuente: Redacción
Fotografía: Archivo Clásicos al Volante