- LOS PRODUCTOS NEOTECH SE SITÚAN “MUY POR ENCIMA DE LA ESPECIFICACIÓN LEGAL DE CALIDAD MÍNIMA QUE OFERTAN LOS OPERADORES SIN MARCA”
- REPSOL DESARROLLA DESDE LOS AÑOS 90 UN TRABAJO CONSTANTE EN LA DIFERENCIACIÓN DE COMBUSTIBLES
6 de febrero de 2016.- Repsol ha puesto en el mercado sus nuevos carburantes con Neotech, una combinación de componentes diseñados para superar los requisitos más exigentes de los fabricantes de automóviles. La nueva gama incorpora también trazadores que garantizan la calidad de nuestros carburantes en todo el proceso de distribución.
“Nuestro empeño se ha centrado en ofrecer unas gasolinas y gasóleos que mantengan el motor en las condiciones de estreno”, explica Jesús Delgado, investigador en el Centro de Tecnología Repsol. Con su fórmula mejorada, los productos Neotech se sitúan “muy por encima de la especificación legal de calidad mínima que ofertan los operadores sin marca”.
La nueva línea Neotech de gasóleos (Diésel e+ y Diésel 10 e+) y gasolinas (Efitec 95 y Efitec 98) sólo se puede repostar en la red de estaciones de servicio de Repsol e incorpora trazadores, “la firma de los combustibles, que aseguran que el carburante diseñado en el laboratorio es exactamente lo que suministramos al cliente en el boquerel”.
La tecnología que hay detrás de Neotech: Gasolinas y gasóleos con más prestaciones
Cada carburante tiene una composición específica pero toda la gama comparte propiedades, como una capacidad detergente y anticorrosiva superior que evita la formación de depósitos en el sistema de alimentación del carburante y prolonga la vida de los filtros y bombas. Unas mejoras que no han implicado una subida de su precio y que los conductores notarán también en la reducción de las averías.
Las nuevas gasolinas están diseñadas para alcanzar el nivel máximo recomendado por los constructores de automóviles en parámetros como la limpieza de inyectores y el control de los depósitos en la cámara de combustión. Gracias a una metodología propia desarrollada por los expertos de Repsol, Efitec 98, la gasolina más alta de la gama, tiene una capacidad superior para limpiar los inyectores del motor, incluidos los vehículos de inyección directa de última generación. Este carburante aprovecha, como ventaja añadida, su elevado número de octano para conseguir las máximas prestaciones en potencia y rendimiento de los motores.
En los gasóleos destaca la formula estabilizante de 3ª generación que los investigadores del Centro de Tecnología Repsol han incorporado a su composición y que los convierten “en líderes absolutos del mercado en estabilidad”. Una propiedad que resulta imprescindible para mantener limpios los inyectores incluso en las exigentes condiciones de los nuevos motores common rail, el sistema de inyección directa que incorporan la mayoría de los nuevos automóviles diésel en Europa.
Las directivas de la UE sobre calidad de combustible y energías renovables, que velan por la sostenibilidad en el uso de los carburantes, establecen la reducción de azufre y la incorporación de biocarburantes en los combustibles diésel. Unos cambios en la composición que demandan mayores prestaciones en estabilidad y en la capacidad antioxidante de los nuevos carburantes y que la gama Neotech consigue con la formulación exclusiva que han realizado los técnicos del Centro de Tecnología Repsol.
En el gasóleo superior, Diésel 10 e+, se ha logrado una ignición más rápida durante el arranque elevando su número de cetano, “un aspecto crítico cuando el motor está frío para minimizar el ruido y reducir las emisiones de monóxido de carbono e hidrocarburos”, prosigue Delgado. Asimismo, el componente detergente de este producto “no sólo es capaz de mantener limpios los inyectores, sino que pueden limpiar inyectores previamente ensuciados”, el conocido como efecto clean up.
La firma de los combustibles
“Repsol desarrolla desde los años 90 un trabajo constante en la diferenciación de combustibles”, una experiencia tecnológica que se ha aprovechado para conseguir estos nuevos carburantes con Neotech. En su diseño ha intervenido un equipo multidisciplinar formado por expertos en formulación química que dominan el efecto de cada componente en el comportamiento de los combustibles, técnicos en motores para comprobar las prestaciones y emisiones, así como especialistas en técnicas analíticas avanzadas, “una herramienta clave para asegurar la calidad”.
Los trazadores incorporados en los carburantes permiten detectar, mediante un análisis químico, mezclas de producto a unos niveles inferiores al 5% para asegurar “la ausencia tanto de contaminaciones no intencionadas como de fraude deliberado”. Repsol ha sido pionera “en nuestro país, tanto en el uso de trazadores de marca, con todo el desarrollo tecnológico que implica, como en el sistema de control de calidad en toda su cadena logística”, señala Delgado.
Como elemento distintivo adicional, se ha incorporado a las gasolinas con Neotech un color azul que las hace inmediatamente reconocibles. Los gasóleos conservan su color tradicional, fijado por la legislación española para los gasóleos de automoción para distinguirlos de otros usos, como los agrícolas o de calefacción.
Hacia un mercado diversificado
El lanzamiento de la gama Neotech también responde a “la vigilancia del mercado europeo y a las necesidades especificadas en el Worldwide Fuel Charter de 2013”, el estándar internacional más riguroso elaborado por los principales fabricantes de automoción y que establece los requisitos ideales para gasolinas y gasóleos. Las características diferenciales de los nuevos carburantes Repsol superan los parámetros establecidos en la categoría 5 de este documento, fijada para los mercados más avanzados en normativa medioambiental.
La colaboración entre la industria automovilística y la energética es crucial en un sector en evolución continua: “los carburantes y los motores deben ir siempre de la mano. Y si los motores deben ser más eficientes y con menores emisiones, los carburantes tienen que ser aptos para los mismos”. Una tendencia que, para este experto de Repsol, será constante en los próximos años, con unas nuevas motorizaciones que necesitarán carburantes que garanticen la vida de los sistemas de postratamiento de los gases de escape y “mantengan sus prestaciones (filtrabilidad, estabilidad, antiherrumbre, lubricidad, ignición, etc.) preservando los motores”.
A más largo plazo el mercado evoluciona hacia una mayor diversificación, donde los carburantes convencionales convivirán y se mezclarán cada vez más con productos alternativos como los combustibles obtenidos de residuos vegetales por tratamiento de hidrógeno (HVO) o con biodiésel elaborado a partir de algas, material lignocelulósico y otros productos agrícolas que no compitan con la alimentación. También se prevé que combustibles como el GLP ganen peso “en aquellos segmentos del transporte que presenten ventajas medioambientales a un coste competitivo”, concluye Delgado.
Fuente: Repsol
Fotografía: Repsol
