- MUCHOS VISITANTES DE LA 28ª EDICIÓN DE AUTO RETRO BARCELONA CELEBRADA EN 2011, SEGURAMENTE VERÍAN UN TURISMO CON MATRÍCULA DE ZARAGOZA LLAMADO S.E.D.A.N. MUSTANG
- POR SU RAREZA Y SINGULAR HISTORIA, DESCONOCIDA PARA MUCHOS AFICIONADOS, RECORDAMOS LA HISTORIA DE ESTA MARCA Y DE SU ÚNICO MODELO
Valencia, 29 de agosto de 2014.- En un chat en el que suelo participar, perteneciente a un conocido club valenciano de coches clásicos, un miembro del mismo publicó recientemente una foto del S.E.D.A.N. Mustang; el interés que despertó este extraño vehículo entre los lectores y miembros del mismo, me animaron a recordar la historia de este vehículo aprovechando que tenía algunas fotografías del mismo tomadas en una pasada edición de Auto Retro Barcelona.
LA AVENTURA EMPRESARIAL DE VICENZO ANGELIO GERVASIO
Vicenzo Angelino Gervasio fue un militar italiano que llegó a España durante la Guerra Civil. Tras la misma decidió quedarse en España. En Nuez de Ebro (provincia de Zaragoza) abrió un taller mecánico, y en 1944 se traslada a Zaragoza, donde empezó a carrozar y a recuperar camiones militares. En 1945 fundó Talleres Nápoles, especializada en la fabricación de cabina de camión y en el carrozado de autobuses. A principios de los años 60 funda la sociedad Factorías Nápoles S. A. para fabricar autobuses y camiones completos bajo la marca Nazar. En 1964 Gervasio abandona la empresa, que pasa a denominarse Fabricaciones Industriales, S. A. En 1966 fue adquirida por Barreiros para fabricar tractores y vehículos especiales.
Tras abandonar Nazar Vicenzo Angelino Gervasio creó las empresas Factorías ZANE, S. A., dedicada a la construcción de carrocerías de autobuses a gran escala. El éxito de ZANE fue destacado, al diseñar una estructura autoportante de la carrocería sobre el que se montaban los órganos mecánicos, permitiendo aprovechar bastidores y otros elementos mecánicos procedentes de camiones o autobuses usados.
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE AUTOMÓVILES NACIONALES, S. A. (S.E.D.A.N.)
En este momento hay que presentar a Enrique López Patau, empresario afincado en Barcelona, a quien en 1961 le habían concedido una licencia para “construir chasis de vehículos y montaje de vehículos de cuatro ruedas”. Patau llegó a fabricar dos prototipos de un vehículo –microcoche-, bautizado como Mustang, y diseñó una versión, más grande, de cuatro puertas equipadas con motor diésel. La falta de medios económicos para acometer su fabricación en serie le llevaron a contactar con Vicenzo, con el que llegaría a un acuerdo para crear la Sociedad Española de Automóviles Nacionales, S. A. (S.E.D.A.N.), con el objeto de desarrollar y producir el nuevo S.E.D.A.N. Mustang.
La previsión era fabricar, a partir de 1965, 5.000 unidades en la fábrica que se construiría en Zaragoza. Sin embargo, problemas con los permisos de fabricación hicieron que la producción total, incluyendo los dos Mustang originales, no superara las 25 unidades. Muchas de ellas fueron exportadas a Argentina. Esto, unido a un alto costo de producción, fueron causas determinantes en la suspensión del proyecto.
EL S.E.D.A.N. MUSTANG
La unidad que les presentamos, y que pudimos ver en la 28ª Edición de Auto Retro Barcelona, perteneció a un conocido coleccionista de Zaragoza; su estado de conservación es correcto, habiéndose restaurado el interior hace unos años. A falta de datos que justifiquen lo contrario, es el único ejemplar sobreviviente.
La carrocería, de tres volúmenes y líneas rectas (y algo toscas) apoya sobre un chasis de tubos de sección cuadrada; la suspensión delantera era independiente, y la trasera era rígida, con ballestas. La carrocería medía 4,2 m de longitud, 1,610 de anchura y 1,510 de altura, con un peso en vacío de 1.510 kg. El motor es un Perkins 4-99 diésel, que desarrolla medio centenar de caballos, capaces de lanzar al Mustang hasta los 110 km/h.
La revista Velocidad lo pudo probar en 1964, juzgándolo de la siguiente manera: “Sobresaliente en estabilidad y robustez. Notable en visibilidad, consumo y confort. Aprobado en suspensión y carrocería. Suspenso en algunos detalles de acabado”.
La revista Motor Clásico probó este mismo ejemplar en el año 2011, concluyendo que “montado en el Mustang, al pequeño de los bloques Perkins le falta tirón (de nervio, ni hablamos). Sus escasos 43 caballos a menos de 4.000 vueltas resultan justos para mover con un mínimo de soltura un coche cuyo peso supera la tonelada. Con paciencia, estirado cada una de las cuatro relaciones y en terreno llano, la aguja del velocímetro puede aproximarse hasta los 120 km/h (unos 110 reales). Ahora bien, los repechos y las zonas donde no se pueda llevar el pie derecho “a tabla” se le atragantan a base de bien e, indefectiblemente, hay que acabar echando mano del cambio para (bluf!) no ahogarlo.
Como cabía esperar, el bastidor –aunque extemporáneo, como hemos dicho- soporta moderadamente ese ritmo pausado. Descartando conceptos como agilidad, es cómodo, la dirección algo pesada y los frenos suficientes”.
Para saber más:
- Gimeno Valledor, Pablo: El Automóvil en España. Su historia y sus marcas. Madrid, 1993.
- Lage Marco, Manuel: Historia de la Automoción en España, Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (FITSA), Madrid, 2005.
- Motor Clásico, número 284, pp. 36-41, septiembre de 2011.
- Pascual Laborda, Miguel: Microcoches Españoles. Platja d´Aro, 2003.
Texto y fotografías: Juan Inigo Ros