- ITALDESIGN RECIBIÓ EN 1984 UN ENCARGO MUY ESPECIAL POR PARTE DE SEAT: TRANSFORMAR EL POPULAR IBIZA EN UNA VERSIÓN CABRIOLET
- EL RESULTADO, UNA VERSIÓN REALMENTE ATRACTIVA QUE HUBIERA COSECHADO UN GRAN ÉXITO EN EL MERCADO
Valencia, 27 de mayo de 2019.- El sábado SEAT celebró en el Circuit Ricardo Tormo de Valencia su evento estrella “Festival Clásicos & Familia”. Al igual que en las ediciones celebradas anteriormente en otros circuitos, una de las principales atracciones es la exhibición de las unidades históricas que con celo custodian en la mítica “Nave 122” sita en las antiguas instalaciones que la marca conserva en la Zona Franca de Barcelona.
Para la cita valenciana la marca desplazó algunas unidades realmente interesantes, como el Ibiza Cabrio carrozado por Italdesign en 1984. La primera versión del Ibiza se había presentado en 1984 y supuso un punto de inflexión para la marca española, al ser el primer modelo fabricado por la marca al margen de FIAT. El diseño fue obra de Giorgetto Giugiaro, en el diseño de las nuevas mecánicas participó Porsche y Karmann en el desarrollo del proyecto. El éxito fue inmediato, siendo hoy en día uno de los coches favoritos del conductor español.
Ante este panorama no es de extrañar que los directivos de la marca quisieran redondear la gama del Ibiza con una versión especial, al estilo de lo que se hizo con el 850, ofreciendo una carrocería cabriolet. Para ello, se pasó de las palabras y estudios a los hechos, encargándose al carrocero italiano Italdesign que, partiendo de una unidad de serie de tres puertas, elaborara una versión cabriolet.
Poco tiempo después se presentó el encargo, que resultó francamente atractivo: sus cotas interiores seguían permitiendo que cuatro adultos viajaran con un razonable nivel de confort, se conservaba un maletero adecuado y, sobre todo, era muy atractivo al ser un cabrio puro, sin arco de seguridad que empañara la línea de la carrocería.
La capota, de accionamiento mecánico, ofrecía un buen ajuste y quedaba escondida bajo una tapa cuando se iba descapotado. Los guarnecidos interiores aprovechaban al máximo los del vehículo donante, siendo austeros de presentación, pero de una calidad nunca vista en SEAT.
A pesar de estos argumentos la marca no se decidió a dar el paso siguiente y apostar por la producción en serie del Ibiza Cabriolet. Es una pena, porque le hubiera dado al Ibiza un plus de prestigio a la gama que hubiera atraído a un buen número de potenciales clientes.
El ver rodar en Cheste a este protitipo nos ha permitido comprobar el excelente trabajo que hizo en su día Italdesign, entregando un vehículo perfectamente funcional y operativo. La esmerada atención que le presta el personal de SEAT Vehículos Históricos nos ha permitido disfrutar de él y aprender algo más de la historia de nuestra marca. Gracias.
Fuente: Juan Inigo Ros
Fotografías: Juan Inigo Ros