- SEAT CONSIGUE AHORRAR UN 31% DE CONSUMO DE AGUA POR COCHE PRODUCIDO EN LOS ÚLTIMOS 8 AÑOS Y AVANZA HACIA EL OBJETIVO DE ALCANZAR EL 38% EN 2025
- EL TALLER DE PINTURAS Y LA ZONA DE LLUVIA MONZÓNICA, LAS ÁREAS CON MAYOR CONSUMO Y EN LAS QUE MÁS SE HA AVANZADO
- REDUCIR EL CONSUMO, RECICLAR Y REUTILIZAR, PILARES PARA MINIMIZAR EL IMPACTO EN EL CICLO DEL AGUA
25 de marzo de 2019.- Electrodomésticos con bajo consumo, sistemas de riego automáticos, adaptadores en los grifos… La concienciación contra el derroche de agua ha ganado terreno en nuestras casas, pero ¿qué sucede en la industria? El caso de SEAT ilustra cómo se ha avanzado en este ámbito, con la preservación de los ecosistemas como pilar básico de su estrategia medioambiental.
470 piscinas olímpicas: El consumo de agua en la planta de SEAT en Martorell se situó en unos 1.170.000 m3 en 2018, el equivalente a 470 piscinas olímpicas. Sin embargo, esta cantidad se ha reducido en los últimos 8 años gracias a los programas medioambientales de la compañía. Calculando por coche, la mejora es evidente: de los 3,54 m3 por coche en 2010, a los 2,46 m3 el año pasado, cerca de un 31% menos.
Un océano de pintura: En el taller de pinturas es donde se consume más agua, más de la mitad del total. Los tratamientos de superficie de la carrocería, las cabinas de lavado para preparar el pintado y las que se destinan al pintado definitivo del coche son los principales usos que obligan al consumo de agua. Pero es precisamente en este taller donde más se está ahorrando. El rociado de la pintura va dirigido al vehículo, pero una pequeña parte escapa al proceso y cae sobre una balsa de tratamiento. “Aquí adicionamos los productos químicos necesarios para separar la pintura del agua, que, una vez limpia, es devuelta al proceso en un circuito totalmente cerrado”, explica el Dr. Joan Carles Casas, gerente de Ingeniería de Planta en SEAT.
Lluvia monzónica: Otro de los puntos que genera un consumo importante es la prueba de lluvia, cuando se comprueba la perfecta estanqueidad del vehículo, sometiéndolo a más de 150 litros de agua por metro cuadrado durante un recorrido de seis minutos. También aquí se utiliza un circuito cerrado. “Recogemos y conducimos toda el agua que estamos empleando a un circuito de depuración. Posteriormente la devolvemos de nuevo al proceso”, explica el Dr. Casas.
El futuro ya está aquí: En SEAT se ha recorrido un gran camino, pero aún queda mucho por hacer. Para reducir al mínimo el impacto en el ciclo del agua se necesitan nuevos procesos más eficientes que permitan reducir la cantidad de agua consumida, reciclar el agua utilizada en el mismo proceso y reutilizarla y devolverla al ecosistema en óptimas condiciones. El objetivo, reducir su consumo en un 38% hasta 2025.
Para ello se han puesto en marcha diversos proyectos como la recuperación de agua condensada en los sistemas de climatización o la monitorización de las instalaciones de refrigeración. Además, se están implementando sistemas de predicción de condiciones climáticas para programar el riego de zonas de verdes. Y aún más: se están llevando a cabo pruebas piloto con sistemas de electrocoagulación, ultrafiltración y osmosis inversa para reciclar un parte importante del agua residual.
“La digitalización y las nuevas tecnologías nos ayudan enormemente a avanzar hacia un modelo de economía circular con más reciclaje y menos emisiones. Pero lo más importante es la concienciación y la proactividad del equipo de SEAT, que sin duda nos llevará a cumplir nuestros objetivos”, concluye el Dr. Casas.
Fuente: SEAT
Fotografía y vídeo: SEAT