EL LADO MÁS HUMANO DEL CAMPEONATO EUROPEO SEAT LEÓN EUROCUP
Martorell, 14/08/2015. – A Stian Paulsen (Stian Paulsen Racing) le mueve una pasión: la SEAT León Eurocup. Por ello hace lo imposible para poder participar en el trofeo monomarca. Sin grandes patrocinadores, con un presupuesto muy limitado –entre otros trabajos, diseña cascos para otros pilotos para poder costearse su participación- y sin ninguna estructura detrás, el noruego viaja con su propia furgoneta por toda Europa, incluso durmiendo algunas noches en ella, para desplazarse a los circuitos que la SEAT León Eurocup visita.
El último, el viaje hacia el trazado austriaco de Red Bull Ring. Un recorrido maratoniano desde su Noruega natal hasta Spielberg (Austria) que Paulsen grabó, a lo largo de 24 horas y 1.777 kilómetros, junto a su SEAT León Cup Racer, que enrolado en un remolque, sigue los pasos del noruego y su furgoneta. Un periplo que el piloto noruego ya repitió para visitar Paul Ricard (Francia, con 2.323 kilómetros y más de 23 horas al volante), Estoril (Portugal, con 3.490 kilómetros y más de 33 horas) y Silverstone (Reino Unido, 1.901 kilómetros y más de 20 horas). A todo ello, se le tiene que sumar el viaje de vuelta a casa desde cada trazado. Así, en esta primera mitad de la SEAT León Eurocup, Paulsen ha completado casi 19.000 kilómetros y ha estado cerca de 200 horas al volante.
Y en los circuitos, Paulsen continúa con su batalla, siendo siempre uno de los pilotos punteros a pesar de no contar ni con mecánicos ni con ingenieros propios. De hecho, ocupa la segunda posición en la clasificación general, a tan solo seis puntos del líder, Pol Rosell (Baporo Motorsport). Paulsen, quien a los 10 años ya competía en kartings y desde 2004 en campeonatos de turismos, tiene claro su objetivo: ganar la SEAT León Eurocup. Y ya está haciendo todo lo posible e imposible para conseguirlo.
«La SEAT León Eurocup es mi pasión. Mi semana, cobra sentido cuando concluye el domingo y para entonces, ya estoy pensando en la próxima carrera. Trabajo para poder competir en este certamen día a día, aunque, en realidad, no sea nada fácil. He hecho auténticos malabarismos para conseguir el presupuesto mínimo para competir y además, los viajes de cada fin de semana de carreras se convierten una auténtica aventura para mí pero en el fondo, me encanta. Este es el espíritu original del motorsport. Y una vez en la pista, trato de dar lo máximo y disfrutar de cada kilómetro. El hecho de que sea un certamen tan disputado, al correr todos con las mismas condiciones técnicas, lo convierte en un reto intenso y muy divertido. Para mí: ‘it’s not personal, it’s racing!’” explica Paulsen.
Texto y fotografías: SEAT