DEL 23 AL 28 DE ABRIL HA TENIDO LUGAR EL TOUR AUTO OPTIC 2000, QUE JUNTO CON LA MILLE MIGLIA EN ITALIA, PUEDEN PRESUMIR DE SER LAS MEJORES CARRERAS POR ETAPAS QUE SE CELEBRAN ACTUALMENTE EN EUROPA
14.5.2018.- La gran carrera francesa. Para quienes no conozcan lo que es el Tour Auto, les contaremos que es una prueba de coches clásicos que en su versión actual rememora el formato de la época comprendida entre 1951 y 1973 pues, aunque existe desde 1899, fue durante esos años en que la carrera gala disfrutó su momento de máximo esplendor y relevancia. En ella participaban los mejores pilotos del momento con los mejores automóviles, incluso podían participar hasta Sport Prototipos.
Es una mezcla de carreras en circuito y carretera abierta, recorriendo un gran número de kilómetros por vías convencionales en las que, como en cualquier otro rally, circulan por algunos tramos abiertos al tráfico y en otros cronometrados, en los que tan solo pueden transitar los competidores, con el valor añadido de que los recorridos elegidos tienen un alto valor estético y paisajístico.
Cada año, desde 1992, en que se hizo cargo de su organización Peter Auto, la prueba comienza en el Grand Palais de Paris y se desarrolla durante cinco días por diferentes recorridos, visitando cuatro circuitos en los que se celebran carreras al uso.
Este año, los finales de etapa se localizaron en Besanzon, Megeve, Avignon, Aix en Provence y Niza, y los cuatro circuitos elegidos fueron Dijon-Prenois, Bresse, Ledenon y Paul Ricard.
De los 300 equipos inscritos en un principio, fueron 240 los que finalmente tomaron la salida en París y, por supuesto, unos cuantos menos los que llegaron a Niza tras recorrer los 2100 Kms de la ruta. Se organizaron en 5 plateaus, de los que 3 agrupaban por prestaciones semejantes a los equipos en la categoría de velocidad y, los otros 2, en regularidad.
Los coches que hemos podido ver este año han sido de lo más variopinto, siempre y cuando modelos iguales hubiesen participado entre los años que hemos comentado al principio (1951-1973). Desde modestos utilitarios como un Citroen 2CV hasta algunos musculosos Ford GT40; numerosos autos de rally, como Mini Cooper, Lancia Stratos, Porsche 356, Ford Escort Mk1, Renault 8 Gordini, Alpine A110, Ferrari 308, Fiat 124 Abarth… ; de circuito, Jaguar E Type, Porsche 911, Ferrari Daytona, Alfa Romeo GTA, BMW 3.0 CSL, Ford Capri, AC Shelby Cobra, Cobra Daytona, De Tomaso Pantera… ; Deportivos como Ferrari 275 GTB, Alfa Romeo 1900 CSS, Ford Mustang, MG B, Austin Healey, Jaguar XK150, Lotus Elan… ; utilitarios, Peugeot 203, Fiat 600, Panhard PL17… ; preciosas barquetas Osca MT4, Cisitalia, Siata, Maserati 200S… ; o curiosidades como un Ford Galaxie americano o un Sumbeam Alpine. Vamos, un enorme abanico de automóviles de todo tipo, categoría, estética y valor.
¡Qué aventura!
En esta ocasión, hemos tenido la suerte y el privilegio de seguir desde la segunda etapa de forma activa el Tour Auto acompañando como coche de apoyo al equipo Repsol Classic Team, formado por la pareja de pilotos Luis Delso y Carlos de Miguel, quienes participaban con un competitivo Alfa Romeo Giulietta Sprint de 1957 en la categoría de velocidad, con una actuación más que digna.
Tras el final de la primera etapa, se encontraban segundos en la general por índice de performance, aplicando el coeficiente asignado por las prestaciones de cada coche. A partir de la segunda etapa el Alfa comenzó a tener problemas de carburación, el motor, cuando caía de vueltas, tardaba un mundo en recuperarse, bajando hasta la tercera plaza. Tras un día loco de búsqueda y localización de unos chiclés nuevos en un taller a bastantes kilómetros de la prueba, problemas con un indicador de temperatura y el montaje de las nuevas piezas en la asistencia de Ledenon, el coche comenzó a ir redondo de nuevo. Pero el cuarto día, en el circuito Paul Ricard, cuando la tercera plaza estaba prácticamente asegurada, la caja de cambios llegó al final de su vida útil, acabando con su participación en el Tour Auto 2018 y con nuestra memorable aventura.
Pasión y espectáculo
Aparte de tener la oportunidad de ver estas maravillosas máquinas de cerca, tanto en parado (en el Grand Palais de Paris, en las diferentes zonas de asistencia o en los puntos de reagrupamiento) como en movimiento (por las diversas carreteras así como en los circuitos), resulta un placer enorme poder comprobar in situ cómo se vive esta gran carrera en Francia. Ver cómo los aficionados acuden a despedir a los participantes por las calles de la capital gala, así como en todos y cada uno de los pueblos por los que transcurre esta loca caravana.
Resulta muy curioso ir encontrando espectadores apostados (como si de cazadores se tratara) con sus cámaras de fotos en un montón de puntos estratégicos para intentar captar las mejores instantáneas. En muchas ocasiones servían para confirmar que íbamos por el buen camino, pues a pesar de llevar el «road book», nuestras habilidades como navegantes no eran las idóneas.
Al llevar en nuestro coche un gran adhesivo del Tour Auto que nos identificaba como coche de prensa, es muy agradable recibir los calurosos saludos de la gente, así como en nuestras paradas para tomar un café, o cuando nos habíamos perdido, acudían a nosotros para preguntar, ayudar, o intercambiar comentarios.
Además de todo ello, es obligatorio elogiar la labor por parte de la organización para poder coordinar de forma eficiente semejante evento. Como es lógico, se cometen errores, pero hay que reconocer que casi todo está previsto y el trato es impecable.
Esperamos, a través de nuestro objetivo, haber captado la esencia de este gran acontecimiento automovilístico, y que disfruten con las siguientes imágenes, aunque sea en una pequeña parte, como lo hemos hecho nosotros.
Las mejores fotos de la carrera…
Fuente: Carlos Sanz Albarracín
Fotografías: Carlos Sanz (Anchoaphoto) y Peter Auto