- EL VANDEN PLAS PRINCESS 4 LITRE R FUE EL RESULTADO DE LA COLABORACIÓN ENTRE AUSTIN Y ROLLS ROYCE PARA FABRICAR VEHÍCULOS DE GRAN CALIDADS A UN PRECIO MÁS AJUSTADO Y EN TALES CANTIDADES QUE PERMITIERAN UNA MAYOR DIFUSIÓN
- LA UNIÓN DEL PRESTIGIOSO CARROCERO VANDNEN PLAS CON LA DEL PRESTIGIOSO FABRICANTE ROLLS ROYCE QUE SUMINISTRABA EL MOTOR, NO GARANTIZÓ EL ÉXITO DEL VEHÍCULO, DEL QUE SÓLO SE FABRICARON 6.555 UNIDADES
- EN CLÁSICOS AL VOLANTE HEMOS PROBADO UNA DE LAS POCAS UNIDADES QUE SE IMPORTARON NUEVAS A ESPAÑA
La historia de Vanden Plas está muy ligada a la historia de la industria británica del motor, si bien sus orígenes se encuentran en Bélgica, cuando Guillaume Vanden Plas fundó en 1870 un taller de carrozado de carruajes. En 1912 se fundó su filial inglesa, Vanden Plas (England), Ltd., pasando a ser una empresa independiente en 1917 al ser adquirida por la firma aeronáutica Aircraft Manufacturing Company.
Tras la I Guerra Mundial fue adquirida por los hermanos Fox., pasando su denominación a Vanden Plas (England) 1923 Ltd. Esta etapa se caracterizó por la estrecha vinculación que mantuvo la firma con la marca Bentley, aunque también se carrozaron numerosos bastidores de automóviles de las marcas Alfa Romeo, Alvis, Daimler, Delage, Lagonda, Rolls Royce, etc. En 1934 la casa matriz belga y su filial francesa cerraron sus puertas. Durante la II Guerra Mundial la empresa se dedicó a la fabricación de piezas para el fuselaje de aviones, cesando temporalmente el carrozado de vehículos.
Desde 1946 la empresa trabajó estrechamente con la Austin Motor Co., quien buscaba un carrocero para realizar las carrocerías de lujo de su nuevo proyecto A125/A135, conocido como Princess.
A partir de 1952 Vanden Plas quedó bajo el control de Austin Motor Co., quien poco tiempo después se integró junto con Morris en la BMC (British Motor Corporation). Desde 1953 la firma carrocera se dedicó a la construcción en serie de las berlinas y limusinas de lujo Austin A 125 Sheerline y A 135 Princess así como de una versión especial del Austin A105 Westminster.
En 1959 la dirección de BMC decidió que Vanden Plas fuera una marca independiente dentro del Grupo, con la idea de ofertar versiones más lujosas y exclusivas de las marcas que comercializaba: Austin, Morris, MG, Riley y Wolseley.
En julio de 1967 la razón social Vanden Plas (England) 1923 Ltd. desapareció, quedando Vanden Plas integrada como una división más dentro de BMC. En 1968 Jaguar se fusionó con la BMC, dando lugar a la British Leyland Motor Corporation; aunque la denominación Vanden Plas aún se empleó para denominar algunos modelos de Rover, Jaguar y Daimler, dejó de emplearse de modo definitivo en 1985.
El Vanden Plas Princess 4 Litre R
El modelo del que procede el Vanden Plas Princess 4 Litre R era el Vanden Plas Princess 3 Litre, fabricado entre 1959 y 1964; este modelo no era sino la versión más lujosa de Austin 99, fabricado también como Wolseley. Con un motor de 2,9 litros de cilindrada y seis cilindros era capaz de alcanzar los 160 km/h. En total se fabricaron 12.703 ejemplares.
Austin reemplazó este modelo con el novedoso Vandes Plas Princess 4-Litre R (ADO 66), equipado con motor Rolls Royce, fabricado entre julio de 1964 y mayo 1968, con una producción total de 6.555 unidades.
En comparación con el Vanden Plas Princess equipado con el motor de 3 Litros, con un precio de 1.474 libras, el 4 Litre R costaba 1.994 libras. Los Princess, en cualquiera de sus versiones, tenían un precio más contenido que el Rolls Royce, fueron utilizados por altos mandatarios y destacados hombres de negocios, siendo habitual verlos en ministerios, embajadas y cuerpos diplomáticos.
La pregunta que nuestros lectores se harán es ¿cómo acabó Austin utilizando un motor Rolls Royce para uno de sus modelos?
La colaboración entre Austin y Rolls Royce se remontaba a 1952, cuando el todoterreno militar Champ utilizó el motor FB de 4w cilindros en línea y 1.9 litros de cilindrada. Durante los primeros años de la década de los años 60 del siglo pasado cuando Rolls Royce Ltd. firmó un acuerdo de colaboración con la BMC (British Motor Company), del cual derivaron interesantes proyectos. El primero de ellos fue una versión Bentley del Austin Princess, (ADO 53), equipado con el motor F60; la intención era fabricar un Bentley en mayores cantidades a un coste más reducido. Este proyecto recibió el nombre de Java. Se desarrollaron tres prototipos, incluyendo uno bajo la marca Rolls Royce que no llegó a tener nombre. Cuando la dirección de Rolls Royce canceló el proyecto, BMC recibió la autorización para aprovecharlo bajo la forma del Vanden Plas Princess 4 Litre R, incluyendo el motor F60. Rolls Royce y la BMC colaboraron en otros proyectos, como el Bentley Bengal, el Rolls Royce Rangoon, el Bentley Alpha o el ADO 58, encontrándose rastros de los mismos, por ejemplo, en el Austin 3 Litros (1967-1971). No era la primera vez que Austin empleaba motores Rolls Royce, pues en 1952 el modelo militar Champ ya utilizó el motor FB de cuatro cilindros y 1.9 litros de cilindrada.
El motor F60 que Rolls Royce había diseñado para el prototipo Java fue utilizado en exclusiva por el nuevo Vanden Plas Princess 4 Litre R. El motor, de aleación ligera, seis cilindros y un cubicaje de 3.903 centímetros cúbicos desarrollaba una potencia neta de 175 caballos vapor a 4.800 rpm. Acoplado al mismo, por primera vez en un coche inglés, había una transmisión automática Borg Warner D8 automática de tres velocidades. Las especificaciones del vehículo también incluían una servodirección Hydrosteer y una suspensión regulable Selectaride.
Entre la versión de 3 Litros y la 4 Litros R también hubo numerosas diferencias que afectaban a la suspensión y a su manejabilidad, como fue el uso de neumáticos más pequeños, de 13 pulgadas, así como luces traseras horizontales y aletas con cantos más redondeados.
Otro cambio menos perceptible era el aumento en la longitud del 4 Litre R en pulgada y media en el compartimento trasero, que además contaba con un nuevo techo y mayor espacio al haber desplazado hacia atrás el sofá.
A pesar de tener todos los ingredientes para triunfar, el Vanden Plas Princess 4 Litre R no tuvo el éxito deseado debido a unos problemas iniciales de fiabilidad que empañaron su fama. Por esta razón, los distribuidores fueron acumulando un importante stock de vehículos sin vender, llegándose a acumular 1.400 unidades en el Aeropuerto de Oakley. Aunque BMC dedicó importantes recursos para solventar los problemas detectados la producción cesó en 1968, tras haber fabricado poco más de 6.500 unidades.
Historia de la unidad probada
Cuando se nos planteó la oportunidad de probar este Vanden Plas 4Litre R, aceptamos enseguida. Es un ejemplar del que tuvimos las primeras noticias en el año 1993, cuando lo vimos en una zona residencial próxima a Valencia; con los años le fuimos siguiendo la pista hasta que acabó en Saica Classic Motor Sport, donde fue sometido a trabajos de reacondicionamiento durante el año pasado. El vehículo se encontraba en buen estado mecánico y estético, aunque tras más de 48 años de uso frecuente había llegado el momento de devolverle su esplendor original.
De acuerdo con los registros del club “The Vanden Plas Owners´Club” esta unidad fue despachada el 16 de agosto de 1965, siendo su país de destino los EE.UU, razón por la que monta el volante a la izquierda e instrumentación tarada en millas por hora. Su color original era Maltese White, y el tapizado escogido era en piel de color granate. Sin embargo, la cancelación del pedido hizo que esta unidad estuviera disponible de nuevo, vendiéndose a un cliente residente en Valencia, quien lo matriculó el 6 de agosto de 1966, siendo el importador para España Austin, S. A., Camiones Automóviles Ingleses, con domicilio en la Calle Alcalá, 101 de Madrid. Desde entonces, ha permanecido en manos de sus propietarios originales, quienes lo han conservado con el cariño que se merece por su interés sentimental e histórico. Según las fuentes consultadas, se estima que el número de unidades importadas nuevas de este modelo a España no excede de la media docena, lo cual dice mucho de su exclusividad.
Las líneas maestras del diseño de la carrocería del Vanden Plas 4Litre R son obra de Pininfarina, quien elaboró una carrocería de tres volúmenes, de tamaño contenido y equilibrada. La principal diferencia respecto a la versión de 3 litros era la parrilla, parecida a la montada por los Bentley, rematada por un discreto emblema en forma de corona de color rojo; a ambos lados de la misma unos focos auxiliares reemplazaban a las rejillas de ventilación, presentes en aquellos. Los pilotos traseros pasaban a colocarse en posición horizontal y en la tapa del maletero figuraba la leyenda Princes Vanden Plas 4 Litre R. En las aletas también aparecen los emblemas de la firma en color rojo sobre fondo negro.
Al volante
El Vanden Plas Princess 4 Litre R es un coche bastante discreto de apariencia exterior; la misma discreción se encuentra en su interior, dominado por su elegante decoración en madera de raíz y piel Connolly; ambos materiales recubren prácticamente todo el habitáculo, salvo el suelo forrado con una elegante moqueta de lana.
La visión que tengo nada abrir mi puerta es realmente bonita, con un salpicadero realizado con planchas de madera bellamente trabajadas, y dos butacones de acogedor aspecto. Como buen coche inglés, el freno de mano queda colocado entre la puerta y el lateral izquierdo del asiento. Una paca colocada sobre la base del asiento nos informa que la manufactura de la carrocería corresponde a Vanden Plas, Londres.
Una vez que me pongo cómodo, accionando las palanquitas previstas para ello en el asiento, estudio los relojes y mandos que tengo delante: justamente delante de mi campo visual están empotrados los dos relojes principales, uno me informa de la velocidad y distancias recorridas, y otro de manera combinada de carga de la batería, presión del aceite, temperatura del refrigerante y nivel del depósito de gasolina. Unos discretos mandos auxiliares accionan la climatización, luces, y otros accesorios. Lo único discordante es el cinturón de seguridad, que exige abrocharse las dos partes que forman el mismo y ajustarlo manualmente, aunque no es fácil lograr que quede nos retenga firmemente.
El precioso volante es grande y está realizado en baquelita, resultando agradable al tacto. Sobre el mismo se apoya una semicorona cromada que acciona el claxon. A la derecha del mismo sobresale la palanca del cambio, de accionamiento algo duro cuando hay que introducir la marcha atrás, y a la izquierda el mando de los intermitentes; cada que se accionan una luz verde parpadea en su punta. Un visor colocado sobre la caña de la dirección indica la marcha engranada (L, DR1, DR2, N, R, P). Los pedales están bien colocados y llama la atención del gran pedal del freno, pensado para ser pisado por el pie izquierdo o por el derecho.
El motor se seis cilindros Rolls Royce F60 arranca a la primera y apenas se deja escuchar al ralentí. Tras introducir la marcha L (equivalente a la primera) iniciamos la marcha suavemente. Durante los primeros metros la impresión que tenemos es la de conducir un Rolls Royce, pues su presentación interior es prácticamente igual, y el motor tiene la misma dulzura de funcionamiento que la versión de esta mecánica montada en el Silver Cloud I. Al mirar hacia adelante, acostumbrados a conducir sus primos Rolls Royce tenemos la sensación de que “nos falta” capó, dado el compacto tamaño del Vanden Plas y la característica mascota que preside el frontal del Rolls Royce.
Al abandonar la zona residencial donde nos encontrábamos y acceder a la carretera que nos conduce hacia Loriguilla-Ribarroja del Turia compruebo que el motor, de carrera larga y alimentado con dos carburadores SU, tiene fuerza y un abundante par motor; aunque su respuesta cuando se pisa con decisión el acelerador es enérgica, el par motor máximo está disponible a tan sólo 2.000 rpm, está diseñado para una circulación tranquila y para ofrecer una respuesta progresiva y muy suave. La aceleración de 0 a 100 km/h, según datos oficiales, se realizaba en 12,7 segundos. La velocidad máxima oficial era de 180 km/h.
La caja de cambios, Borg Warner de tres velocidades también influye para que la conducción que se realice sea tranquila y relajada. Su funcionamiento es suave, y sólo una ligera sacudida delata el cambio de una marcha a otra.
La maniobrabilidad del Princess es buena, con delgados montantes que permiten ver bien en todas direcciones; el espejo interior ofrece una excelente visibilidad trasera y el montado sobre la aleta izquierda, si bien es pequeño, cumple razonablemente con su cometido.
La suspensión cumple con lo que se espera de ella, siendo independiente en el tren delantero y apoyada en ballestas semielípticas en el eje trasero, con amortiguadores hidráulicos en todas las ruedas. La suspensión cuenta con el sistema Selectaride, que permite regular su dureza. La estabilidad es correcta, aunque su planteamiento está más enfocado hacia el confort que otra cosa.
Los frenos responden correctamente, apoyados en un sistema mixto que combina discos macizos en las ruedas delanteras y tambores en las traseras. El sistema va asistido y cuenta con un repartidor de frenada.
La dirección, diseñada por Rolls Royce, cuenta con servoasistencia y es cómoda de accionar gracias al gran tamaño del volante; al estar pendiente de ajustar se mostraba más pesada de lo que debiera. El diseño del sistema exige prestar mayor atención en las rotondas y giros cerrados donde hay que jugar más con el volante debido a que hay que forzar el retorno tras efectuar un giro del volante. Aunque la caña de la dirección no se puede regular en su posición, no es difícil encontrar una correcta posición jugando con la regulación del asiento.
En relación a las cuestiones de índole práctica, señalar que la capacidad del maletero es correcta, con espacio de sobra para acoger el equipaje de todos los ocupantes del coche; el acceso al motor es bueno, gracias al quedar éste completamente a la vista al levantar el capó del motor. El repostaje del vehículo se realiza levantando la trampilla que hay colocada en el canto de la aleta izquierda; detalle del nivel de refinamiento del coche es la tapa que protege la cerradura de la misma.
Tras haber realizado algunos kilómetros, primero disfrutando de la experiencia de ser llevado y después ocupando el puesto del conductor, compruebo que las butacas delanteras son cómodas, aunque su forma no sujetan nada, de modo que en las curvas es fácil resbalarse sobre el fino tapizado en piel; también encontramos que el reborde que forma el respaldo del asiento del conductor en su parte superior puede acabar molestando al cabo de unos cuantos kilómetros.
Equipamiento y vida a bordo
Los asientos son tan cómodos como sugiere su aspecto exterior, tapizados en una preciosa piel de color granate. Los delanteros disponen de reposabrazos retráctil, que combinado con el disponible en las puertas ofrecen un gran nivel de confort, a salvo de lo comentado anteriormente.
Las plazas traseras son magníficas, con un gran sofá que acoge holgadamente a dos o cuatro pasajeros; en el caso de ser dos, podrán arrellanarse con el gran reposabrazos central, escondido en el respaldo del sofá cuando no se usa. Dos bonitas bandejas de madera encastradas en el respaldo de los asientos delanteros otorgan ese grado de exclusividad en el que los ingleses son maestros.
El salpicadero dispone de una guantera con tapa, y con una gran bandeja abierta en su parte inferior; sobre el árbol de la transmisión hay disponible otra bandeja; las cuatro puertas disponen de bolsillos para guardar pequeños objetos.
A diferencia de los coches americanos de lujo coetáneos con el Vanden Plas, este tiene un equipamiento más reducido, al no contar con elevalunas eléctricos, asientos eléctricos o aire acondicionado; donde brilla su equipamiento es en la extraordinaria calidad de los materiales y en su ajustes, cualidades que muchas veces no se encuentran en sus rivales americanos: sólo ver el trabajo de marquetería interior, la calidad de los cromados, los mandos de regulación de los derivabrisas, de los asientos, o la tapa que protege la cerradura del depósito de combustible, enamora. Como anécdota, señalar que tras la producción de este modelo Rolls Royce subcontrató a Vanden Plas el tapizado del asiento de su nuevo modelo Silver Shadow, recién presentado en 1968.
Ficha técnica
Motor
- Tipo: ciclo Otto, de cuatro tiempos.
- Posición del motor: delantero longitudinal.
- Número de cilindros: seis en línea.
- Cilindrada (cm3): 3.909
- Relación de compresión: 7,8:1
- Diámetro x carrera (mm): 95,25 x 91,44
- Distribución: árbol de levas lateral; válvulas de admisión en cabeza; de escape laterales.
- Potencia (cv/rpm): 175/4.800
- Par (mkg): 30,1/2.000
- Alimentación: Dos carburadores SU HS8 y bomba eléctrica de gasolina.
- Instalación eléctrica: de 12 voltios, con alternador y batería.
Carrocería
- Tipo: sedán de cuatro puertas, monocasco de acero.
- Diseño: Propio.
- Número de puertas/plazas: 4/5
- Batalla (m): 2,79
- Longitud (m): 4,75
- Anchura (m): 1,74
- Altura (m): 1,50
- Peso en orden de marcha (kg): 1.626
- Capacidad del depósito (l): 73
- Neumáticos y llantas: 7.50×13 sobre llantas de acero estampado.
- Dirección: de tornillo y husillo, servoasistida, de 3,5 vueltas de volante.
Transmisión
- Tracción: trasera.
- Caja de cambios: automática Borg Warner de tres velocidades.
- Embrague: convertidor hidráulico de par.
Suspensión
- Delantera: independiente con brazos triangulares formando trapecio deformable, amortiguador Armstrong de brazo, resorte helicoidal y sistema Selectaride de regulación de dureza.
- Trasera: eje rígido, con amortiguadores telescópicos Armstrong, ballestas semielípticas, barra estabilizadora y sistema Selectaride de regulación de dureza.
Frenos
- Ruedas delanteras: discos.
- Ruedas traseras: tambores.
- Servofreno: sí, con repartidor de frenada.
Prestaciones
- Velocidad máxima (km/h): 180
- Aceleración 0-100 km/h (s): 12,7
- Aceleración 0-400 m (s): 18,9
- Consumo medio (litros/100 km): 16
Producción
- Período de fabricación: julio de 1964 y mayo 1968, con una producción total de 6.555 unidades.
- Unidades fabricadas: 6.555
- Precio (libras): 1.994
Se agradece a Saica Classic Motor Sport su inestimable colaboración para la elaboración de este reportaje.
Más información:
http://vandenplasownersclub.blogspot.com.es/
Texto y fotografías: Juan Inigo Ros