VOLKSWAGEN POLO 1.2 ADVANCE

VOLKSWAGEN HA DEMOSTRADO CON SU POLO 1.2 DE TRES CILINDROS QUE LOS MOTORES DE GASOLINA SIGUEN SIENDO UNA OPCIÓN VÁLIDA EN EL SECTOR DE LOS UTILITARIOS.

Clásicos al Volante ha tenido la oportunidad de probar a fondo la última evolución del Volkswagen Polo, el popular utilitario de la marca alemana. La unidad probada se correspondía con la versión 1.2 Advance, la más económica de su completa gama, que llega a incluir una potente versión de 180 caballos en su versión TSI. La principal característica del Polo 1.2 se encuentra en su motor CGPA de tan sólo tres cilindros que cubica 1,2 litros de cilindrada y desarrolla 75 caballos de potencia. Su atractiva carrocería se beneficia de un frontal caracterizado por sus marcados rasgos y sus agresivos faros que transmiten una imagen de deportividad y solidez.  La zaga destaca por su diseño macizo y sus originales pilotos traseros.

AL VOLANTE

La prueba realizada por el equipo de Clásicos al Volante consistió en un viaje ida y vuelta desde Valencia hasta Alicante, recorriéndose un total de 497 km. La jornada de ida se realizó por la autopista AP7 y el de vuelta por la carretera nacional N332 que va bordeando la costa, con alguna incursión por tráfico urbano.

Nada más arrancar el motor de gasolina el sonido procedente del mismo nos indica que estamos ante un motor de tres cilindros, caracterizado por su tono más agudo y su vivacidad para subir de revoluciones; las mismas impresiones las pude encontrar en los Opel Corsa con motores de tres cilindros de mediados de los años 90. Al ralentí el motor gira redondo, exento de las vibraciones asociadas a las mecánicas de tres cilindros.

El embrague es suave y la palanca del cambio fácil de utilizar, precisa y al alcance de la mano; sin embargo, su nivel de precisión no llega a la altura de su hermano mayor, el Golf.  Como cosa negativa, el conjunto de los pedales está muy desplazado hacia la derecha, obligando a mantener en una incómoda postura el pie izquierdo cada vez que se pisa el pedal del embrague; por contrapartida, el reposapie colocado sobre el paso de la rueda izquierda permite colocar cómodamente el pie en los trayectos largos.

Una vez emprendida la marcha se comprueba que la postura de conducción es cómoda, con un buen asiento y un agradable salpicadero. La dirección, con asistencia electrohidráulica, es muy precisa y cuenta con un excelente tacto; está gobernada por un bonito volante forrado en piel  de tres brazos con decoración de aluminio.

En su política de contención de costes Volkswagen ha optado por simplificar la instrumentación del Polo, concentrando en dos grandes relojes analógicos la información relativa a velocidad y revoluciones del motor, concentrando en indicadores digitales el útil ordenador así como el aforador del combustible disponible. El tradicional indicador de la temperatura del agua de refrigeración ha sido reemplazado por un testigo luminoso. Como curiosidad, cotejada la velocidad que indicaba  el velocímetro del salpicadero con la que indicaba el GPS se comprobó que, de media, el velocímetro marcaba 5 kms. por exceso sobre la calculada por el navegador.

Los frenos, discos delanteros y tambores traseros, responden con contundencia, contando con ABS y regulación antipatinaje en la aceleración (ASR), desconectable.

La visibilidad lateral es muy buena gracias a los grandes espejos exteriores, que integran en sus carcasas los intermitentes laterales; el funcionamiento de los mismos lo puede comprobar el conductor mediante unos pilotos colocados en el canto del espejo.

Una vez que salimos a carretera abierta queda de manifiesto que el bastidor del Polo admitiría sin problemas mecánicas más potentes: el vehículo en todo momento va perfectamente aplomado, trasmitiendo una destacada nota de seguridad y solidez.

El motor CGPA de tres cilindros,  pesar de su reducida cilindrada de 1.198 centímetros cúbicos, empuja con bastante soltura al Polo, especialmente cuando se llanea; en estos casos se pueden mantener sin problemas cruceros entre los 120 y los 140 km/h. Cuando se abandonan las vías rápidas y se empieza a circular por carreteras nacionales, en las que se supera algún repecho debido a la orografía montañosa típica de Alicante, quedan de manifiesto las limitaciones del pequeño motor: para extraer los 75 caballos hay que llevar bastante revolucionado el motor hasta llegar a las 5.400 rpm. Su pequeño tamaño hace que su capacidad para revolucionarse destaque por su viveza.

El par motor, contrariamente a lo que ocurre con los modernos TDI, se logra al régimen de 3.000 rpm., con lo que hay que estar jugando continuamente con las marchas para poder aprovechar las virtudes del motor.

Esto hace que los consumos, sean bastante más altos que sus compañeros de gama equipados con los motores TDI de tres cilindros. La autonomía, habiendo realizado una ruta combinada (autopista, carretera nacional y urbano)  ronda los 500 kms, frente a los 800 kms. que se logran con mecánicas turbodiésel de cuatro cilindros.

Los consumos homologados por Volkswagen son de 7,3 l/100 kms, en recorridos urbanos, 4,5 l/100 kms. en recorridos interurbanos y 5,5 l/100 kms, en ciclo combinado.

El sistema de arranque y parada funciona de modo automático cada vez que se detiene el vehículo y se engrana el punto muerto, situación típica al parar en un semáforo; el motor se pone  de nuevo en marcha apretando el embrague. De este modo, los consumos en ciclo urbano se mantienen en unas cifras muy razonables. El sistema puede ser desconectado a voluntad del conductor.

EQUIPAMIENTO Y VIDA A BORDO

El Polo puesto a disposición de Clásicos al Volante se corresponde con la versión Advance, con carrocería de cinco puertas pintada en un bonito color Rojo Flash y tapizado con tela Metric, muy agradable al tacto.

La primera impresión que se percibe nada acceder al vehículo tras abrir las puertas con el mando a distancia es la de calidad, tanto de los materiales utilizados como en los ajustes y acabados, sin tacha alguna.

Si bien el diseño interior es serio en su presentación, la ergonomía del salpicadero está bien lograda y los pasajeros se encuentran a gusto, con unos asientos cómodos y numerosos huecos para depositar pequeños objetos, incluso latas y botellines. La guantera es grande y va refrigerada. La distribución de los mandos en el salpicadero es clara y ordenada, con un fácil e intuitivo funcionamiento del equipo de música y ordenador de viaje.

Según nos vamos familiarizando con el equipo de esta versión Advance, la básica de la gama Polo,  vemos que su equipamiento no tiene nada que envidiar a modelos más grandes al incluir elevalunas en las cuatro puertas, llantas de aleación, aire acondicionado, volante y palanca del freno de mano tapizadas en piel, asiento del conductor regulable en altura, portavasos para las plazas delanteras y traseras, equipo de música con seis altavoces y conexión Media-In, etc. Todo ello, con el excelente nivel de acabado que caracteriza a todos los modelos Volkswagen. Una completa gama de accesorios permite ajustar el nivel de acabado del coche a los gustos de cada conductor.

La dotación de seguridad para los pasajeros incluye: airbags frontales para conductor y pasajero, combinados con otros laterales y de cabeza; espejos retrovisores regulables eléctricamente, intermitentes adicionales en la carcasa de éstos;  iluminación de día; ESP; cinturones de seguridad para todos los ocupantes del vehículo; resposacabezas para todas las plazas traseras, etc.

Los kilómetros iniciales nos permiten reflexionar sobre el incremento en peso y tamaño del Polo, comparado con sus series precedentes; sus 3,9 metros de longitud y su batalla de 2,4 metros ha permitido ofrecer una atractiva carrocería de cinco puertas, capaz de acoger holgadamente a cuatro pasajeros y sus equipajes.

El acceso al maletero se realiza presionando y tirando del logotipo de Volkswagen. Su volumen de carga de 280 litros puede incrementarse hasta los 882 litros si se abate la banqueta trasera. Su regular forma permite un óptimo aprovechamiento del mismo. Retirando la moqueta del piso se accede a la dotación de emergencia.

Podemos concluir diciendo que por su planteamiento y filosofía, el Polo está destinado a ser un vehículo de uso predominantemente urbano con ocasionales escapadas o viajes cortos. A su favor cuenta su contenido tamaño con una buena habitabilidad, un correcto maletero y un razonable nivel de equipamiento. Su bastidor ofrece una calidad de rodadura destacada, aunque el pequeño motor obliga a llevarlo alegre de revoluciones para llegar a su cifra óptima de par motor,  limitando sus prestaciones y perjudicando su economía de uso. Su sistema de arranque y parada automática en los semáforos funciona francamente bien y ayuda a contener el consumo en recorridos urbanos

FICHA TÉCNICA

Motor

• Tipo: Ciclo Otto, de cuatro tiempos. Refrigerado por agua.
• Posición del motor: delantero transversal.
• Número de cilindros: tres en línea.
• Cilindrada (cm³): 1.198
• Potencia (cv/rpm): 70/5.400
• Par motor (mkg/rpm): 112/3.000
• Alimentación: Sistema de inyección multipunto.

Carrocería

• Tipo: monocasco.
• Número de puertas/plazas: 5/5
• Batalla (mm.): 2.455
• Longitud (mm.): 3.970
• Anchura (mm.): 1.682
• Altura (mm.): 1.438
• Vías delantera y trasera (mm.) 1463/1.456
• Peso en orden de marcha (kg.): 1.072
• Neumáticos y llantas: 185/60 R15 84T ; llantas de aleación ligera Lakeside 5 1/2JX15.
• Capacidad del depósito de combustible (litros): 45
• Tipo de combustible (RON): Gasolina 95.
• Dirección: cremallera con asistencia electrohidráulica.

Transmisión

• Tracción: delantera.
• Caja de cambios: manual de cinco velocidades.
• Embrague: monodisco en seco.

Suspensión

• Delantera: independiente.
• Trasera: independiente.

Frenos

• Ruedas delanteras: discos.
• Ruedas traseras: tambores.
• Servofreno: sí.
• ABS: sí.

Prestaciones

• Velocidad máxima (km/h): 165
• Aceleración 0-100 km/h (seg): 14,1
• Consumo (l/100 km):
• Urbano: 7,3
• Interurbano: 4,5
• Combinado: 5,5

Textos y fotografías por: Clásicos al Volante.