VOLVO AL DESARROLLAR EL CONCEPT 26 SE PROPONE VOLVER DARLE AL CONDUCTOR LA LIBERTAD Y LA POSIBILIDAD DE ELECCIÓN PARA QUE DISFRUTE DE LA EXPERIENCIA DE CONDUCIR CUANDO LO DESEE Y DELEGUE EN EL VEHÍCULO LA TAREA DE CONDUCIR CUANDO PREFIERA HACER CUALQUIER OTRA COSA
20 de noviembre de 2015.- La investigación constante de Volvo Cars respecto la conducción autónoma ha confirmado lo que ya sabíamos: que los desplazamientos diarios de ida y vuelta al trabajo le están restando disfrute a la conducción. Es precisamente durante los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo y los viajes de largo recorrido por autopistas cuando la gente está más dispuesta a delegar en su vehículo la tarea de conducir.
Con este dato en mente, Volvo ha desarrollado el Concept 26, cuyo nombre refleja el tiempo medio diario de 26 minutos dedicado a los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo: un tiempo que podría invertirse en hacer algo más valioso que sentarse al volante ante un tráfico denso con continuas paradas y arranques. Volvo se ha propuesto volver a darle al conductor la libertad y la posibilidad de elección para que disfrute de la experiencia de conducir cuando lo desee y delegue en el vehículo la tarea de conducir cuando prefiera hacer cualquier otra cosa.
Conducir, crear, relajarse
«Todo gira en torno a las personas. Nuestro estudio demuestra claramente que algunas personas querrán aprovechar su tiempo de desplazamiento de ida y vuelta al trabajo de manera creativa si tienen a su disposición una conducción totalmente autónoma, mientras que otras querrán simplemente ponerse cómodas, relajarse y escuchar música o ver contenidos multimedia en línea. La conducción autónoma permitirá que todo esto sea posible. Esto es lo que refleja el Concept 26 a través de la reinvención de toda la experiencia en torno al vehículo», señala Robin Page, vicepresidente de diseño interior de Volvo Cars.
El esquema Concept 26 se basa en un nuevo diseño de asiento patentado que acoge activamente al conductor durante la fase de transformación a uno de los tres modos posibles: conducción, creación y relax. Con estos tres modos, da pie a una nueva plataforma de innovación en materia de conducción autónoma que se puede adaptar a nuevas necesidades y tecnologías con el paso del tiempo.
Si el conductor desea delegar la conducción en el vehículo, el volante se retrae, el asiento se reclina y una gran pantalla emerge del tablero de instrumentos para que el conductor pueda disfrutar como quiera del tiempo que pasa en el vehículo. El Concept 26 aprovecha la necesidad de cambiar radicalmente el diseño básico de los habitáculos y proporciona un espacio que se puede utilizar en función de los deseos del conductor y los pasajeros.
Concept 26 abre un nuevo paradigma de posibilidades dentro del vehículo: desde el entretenimiento hasta la prestación de servicios y más allá, a través de la tecnología que ahora forma parte de nuestras vidas cotidianas. También es un indicativo del enorme potencial para nuevas oportunidades de negocio y colaboraciones de alta tecnología que aportará la conducción autónoma.
«Nos hemos esforzado mucho para comprender los desafíos y las oportunidades que la conducción autónoma aportará a la gente durante los próximos años y nuestro enfoque flexible hacia la ingeniería y el diseño, respaldado por nuestra nueva arquitectura escalable de productos, nos permite convertir fácilmente la idea en realidad», comenta Peter Mertens, vicepresidente primero de Investigación y Desarrollo del grupo Volvo Car.
Confianza
El proyecto de investigación Drive Me de Volvo Cars, dentro del cual una flota ampliada de vehículos totalmente autónomos transportará a clientes reales por las carreteras de Gotemburgo, Suecia, en 2017, es otra prueba de que Volvo es líder en tecnología de conducción autónoma, una tecnología firmemente asentada en su pilar de seguridad.
«Volvo Cars es uno de los primeros que han abordado el tema de los vehículos de conducción autónoma y la responsabilidad derivada de la misma. Estamos plenamente convencidos de que los fabricantes de vehículos deberían asumir toda la responsabilidad ante las acciones realizadas por el vehículo cuando conduce en modo totalmente autónomo. Si un fabricante no acepta la responsabilidad, quiere decir sin lugar a dudas que no confía en su tecnología de conducción autónoma», indica Peter Mertens.
Texto y fotografías: Volvo