- EL VIERNES 5 DE SEPTIEMBRE, DENTRO DEL PROGRAMA DE FESTEJOS DE LA LOCALIDAD MADRILEÑA DE HOYO DE MANZANARES, SE CELEBRÓ EL XXII RALLY DE COCHES DE ÉPOCA
- EL RALLY COMENZÓ EN MORALZARZAL Y TRAS UN CORTO RECORRIDO CERCA DE LA SIERRA DE GUADARRAMA, ACABÓ EN HOYO DE MANZANARES
Madrid a 17 de septiembre de 2014.- Un año más, y ya van veintidós, con motivo de las fiestas locales de Hoyo de Manzanares y en honor a su patrona, la Virgen de la Encina, tuvo lugar el popular Rally de coches de época. El evento se ha venido disputando a lo largo de su historia durante dos épocas diferentes, un periodo que va desde 1978 hasta 1993, y otro, en el que afortunadamente se recuperó la tradición, que va desde 2009 hasta nuestros días. No es un rally deportivo, no hay competición de velocidad ni de regularidad, se trata de una reunión de viejos conocidos que aprovechan estas ocasiones para sacar a estirar las ballestas de sus maravillosas monturas, y de paso, hacer disfrutar a todos aquellos que acuden a verlo, o que simplemente tienen la suerte de cruzarse en su camino.
Los participantes se dieron cita a las 9,30 de la mañana en la plaza de toros cubierta de Moralzarzal, de donde partieron a las 11,00 por carreteras convencionales de la zona baja de la sierra madrileña hasta la población de Torrelodones, una vez se hubieron reagrupado, continuaron ruta hasta finalizar junto a la plaza del Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares sobre las 12,15 del medio día. Una vez allí, los vehículos estuvieron expuestos hasta la hora de comer, para deleite de vecinos y visitantes.
La pequeña aventura estuvo organizada por el Veteran Car Club de España, por iniciativa del coleccionista de clásicos y vecino de Hoyo, D. Enrique Gómez Erustes. En principio la convocatoria era para automóviles producidos antes de 1945, pero como suele ocurrir en este tipo de eventos, de los casi 40 coches participantes, más o menos la mitad cumplían con el requisito de la edad. Pero esto no restó interés ni vistosidad al acontecimiento, pues a él acudieron automóviles dignos de admiración.
Entre estos destacaban con mayúsculas, algunas piezas como el BMW 327 Cabrio, importado a nuestro país en 1940, propiedad del mencionado Enrique Gómez. Se trata de una unidad verdaderamente escasa a nivel mundial, poder contemplar sus esbeltas líneas, su interior y su mecánica, así como verlo en movimiento era un verdadero placer (fotografía superior).
Le acompañaban en su periplo dos preciosos Rolls Royce, un Twenty de 1927, cuyo anterior dueño lo convirtió en cabrio en los talleres de Jack Compton allá por 1931 (fotografía superior); Así como un 20/25 Park Ward de 1932 (fotografía inferior).
Como representación de la producción americana, acudieron al rally, tres preciosos Buick: Un Master Six Sedan de 1926 (fotografía inferior);
Un Eight Roadster de 1938 (fotografía inferior);
Y un Special Riviera de 4 puertas del 55.
También asistieron algunos Packard, como un Six y un 120 de los años 30. Un Ford A de 1929, de los fabricados en España (fotografía inferior).
Un curioso Whippet Overland Model 96 de 1926 (fotografía inferior).
Un precioso Mercury Club Coupé de 1949, igual al que conducía James Dean el la película «Rebelde sin causa» (fotografía inferior).
Un Studebaker Champion de Luxe Coupé del 48 (fotografía inferior).
Un excelente Dodge Dart Convertible del 65, modelo que fabricó Barreiros en Villaverde pero con carrocería sedán. Y por supuesto, uno de los mitos que nunca faltan en cualquier concentración de clásicos, un magnífico Mustang del 66.
Otra marca muy bien representada, era la británica Jaguar, participaron en el encuentro auténticas joyas de la automoción. Un SS 100 de 1938 que quitaba el hipo; Un perfecto Mk IV Drop Head Coupé, seguramente de 1945 (fotografía inferior);
Una berlina MkV del 49 (fotografía inferior);
Una impecable réplica del C Type del 53 (fotografía inferior); Y cómo no, otro de los omnipresentes, un E Type Roadster.
Algunos interesantes modelos franceses también estuvieron presentes: un Peugeot 202 BH de 1948 (fotografía inferior);
También se vieron un par de Citroën clásicos, un 11 y un 15 (fotografía inferior).
Curioso también, un Allard J2X V-8 de 1952, vehículo muy raro de localizar dentro de nuestras fronteras (fotografía inferior).
Acudieron también a este encuentro, tres extraordinarios autos militares, Un Jeep Willys MB del ejército USA de la segunda guerra mundial, otro parecido pero algo más moderno, un M38 de 1954 (fotografía inferior).
Y, finalmente, un Volkswagen Tipo 82 Kubelwagen de la Wehrmacht (Fuerza de defensa) de la Alemania nazi (fotografía inferior).
Es una pena que este tipo de eventos no proliferen más por nuestra geografía, pues estos automóviles de colección son muy difíciles de ver en otras circunstancias, sobre todo en movimiento, pues no se suelen dar las condiciones idóneas para animar a sus propietarios a sacarlos de sus garajes.
Para ver la galería completa de fotografías de este reportaje:
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Para saber más:
Texto: Carlos Sanz
Fotografías: Anchoafoto
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